“La propia profesión de actor es muy olvidadiza”
José Manuel Serrano Cueto | Director de cine
El cineasta gaditano estrena el próximo sábado 13 de abril en Cádiz, en el Teatro del Títere, el documental dedicado al intérprete Jorge Rigaud
Entrevista por su libro 'Gaditanos de cine'
El último proyecto de Serrano Cueto
El próximo sábado, 13 de abril, se estrenará en Cádiz el documental ‘Osario Norte. Los últimos días de San Valentín’, un madurado proyecto del cineasta gaditano José Manuel Serrano Cueto que ideó este film hace diez años y que ahora, por fin, ve la luz. La película está dedicada a la figura del actor Jorge Rigaud, un intérprete de época que ganó notoriedad en España encarnando al personaje de San Valentín en las películas ‘El día de los enamorados’ y ‘Vuelve San Valentín’, en 1959 y 1962. Rigaud tuvo, además, una amplia y brillante filmografía en Francia y Argentina. En su trayectoria indaga esta película que, sobre todo, plantea la fragilidad del trabajo actoral a partir de la trágica y triste muerte de Jorge Rigaud, en 1984, y su enterramiento, en el más absoluto olvido, en una fosa común de Leganés, donde vive Serrano Cueto.
–Ve por fin la luz un proyecto de largo recorrido que, da la impresión, le ha apasionado mucho.
–Sí hace diez años que empecé. La idea empezó hace diez años.
–Imagino entonces que no ha sido nada fácil sacar adelante este documental.
–No, para nada. A pesar de que conté desde muy pronto con el apoyo de Pedro Casablanc y de que iba de un actor popular, no conseguía una productora que lo pusiera en pie. Incluso entre medias se coló otro proyecto en el que participó Pedro, que fue el corto de marionetas que hice, el de Toñito. Y siempre que me veía me preguntaba que cuándo íbamos a poner en marcha Rigaud, que así se llamaba en principio el proyecto.
Y la película se ha puesto en pie porque cuando yo casi iba a arrojar la toalla, se me cruzó en la vida un gran amigo mío que estudió conmigo dirección en Málaga y que había montado una productora. Cuando le conté la historia, le pareció muy interesante. La película se ha puesto en pie gracias al esfuerzo de Jorge Rivera, que es el productor del que hablo, porque no tiene ningún tipo de ayuda pública.
–¿Y aquel interés de Serrano Cueto en este proyecto era por el actor en sí, por su cine o porque ya conocía la historia de su trágico y triste final?
–En el fondo tiene mucho que ver con mi cine y con lo que yo escribo sobre cine. Yo soy muy friki del cine y sobre todo de los actores, y sobre todo de los actores españoles. Durante muchísimo tiempo, ya de chaval, me interesé mucho por saber quiénes eran unos y otros; como los actores de reparto, que eran muy conocidos pero no se les ponían nombres. Y yo los buscaba, incluso me ponía en contacto con ellos. Estoy hablando de hace más de 30 años. Y uno de ellos, en concreto, fue Aldo Sambrell. Contacté con él desde Cádiz, le escribí y después me hice muy amigo de él cuando fui a Madrid. Y él fue el primero que me habló de la muerte de Rigaud. Porque yo sabía quién era Jorge Rigaud de verlo en las películas, pero yo no sabía nada de su triste final. Fue Aldo quien me lo contó en su oficina de Gran Vía. Y escuchar aquello me entristeció mucho.
En esta profesión, sobre todo los actores, un día están arriba, son carne de todos los focos, están en todos los sitios y, de repente, desaparecen. Y la propia profesión es muy olvidadiza y vamos dando de lado a esta gente.
Yo, quizás por la cercanía de donde está enterrado con mi casa de Leganés, sentía que a este actor, como a tantos otros que tantas horas de entretenimiento y buen rato me habían hecho pasar, de alguna manera me veía obligado a devolverle algo, y se me ocurrió el documental y la placa en Leganés.
–¿Cuál es en todo caso la intención de la película?
–Pues la intención de la película, más allá de que se consigan o no ciertas cosas, es abrir los ojos tanto al público como a la gente de la profesión para que estas cosas no vuelvan a ocurrir. Y es que tenemos casos flagrantes de grandes actores que en sus últimos días de vida lo han pasado mal económicamente o, incluso a la hora de los entierros, como ocurrió con Paco Algora en la provincia de Cádiz, se les entierra con una lápida de madera... Esta profesión es muy jodida.
Y otra de las cosas que queríamos también con Rigaud, que efectivamente es el actor que encarna a San Valentín de El día de los enamorados’, era dar a conocer la trayectoria de este hombre que la gente no conoce. Más allá del cine español fue también un hombre importante, una de las grandes estrellas del cine francés en los años 30 y, luego, una de las grandes estrellas del cine argentino a finales de los 40 y principio de los 50. De toda esta parte también hablamos para poner en contexto y explicar quién era Rigaud más allá de su personaje de San Valentín.
–Hizo más cosas.
–Claro. Él es nacido en Buenos Aires; su padre era argentino y su madre, francesa. Su padre muere pronto y la madre se lo lleva siendo un niño a París. En la II Guerra Mundial se va a Argentina. Y de allí, la actriz y directora Ana Mariscal se lo trae a España. Pero también hizo cine en Hollywood con Burt Lancaster y Kirk Douglas. Es un tipo bastante interesante.
–Su documental tiene nombres y voces de renombre del mundo cinematográfico. ¿Ha sido difícil reunir ese elenco?
–No ha sido muy difícil porque teníamos a Pedro Casablanc muy entregado desde hace años. Él es muy fan de la película ‘Pánico en el Transiberiano’, que es una de sus favoritas y en la que además interviene Jorge Rigaud. Y luego, cuando yo contaba la historia a muchos les tocaba la fibra. Por eso se metieron Víctor Clavijo, Enrique Villén, Bruto Pomeroy, Juan Ochoa... a prestar su voz en algunos momentos, y luego muchos testimonios. No tantos como yo hubiera querido porque la mayoría de la gente que trabajó con él ya fallecieron. Sí está Paca Gabaldón y tenemos a EugenioMartín, el director de ‘Pánico en el Transiberiano’, que falleció poco después de grabar para la película. Están Lone Fleming, Antonio Mayans... Pero no es un documental puramente de entrevistas, hay más enjundia.
–¿Qué recorrido ha tenido hasta ahora la película? Ha habido algunas presentaciones.
–En el Festival de Málaga se presentó una parte que llenó el auditorio y tuvo bastante repercusión. Luego se ha visto en Argentina, pero el estreno absoluto en España va a ser en Cádiz. Y esto viene por una reunión con el productor en la que decidimos, después de diez años, no esperar más. Teníamos la película terminada desde hacía meses y decidimos no esperar a festivales. Y antes de que se estrene en cines, que se hará en otoño con la distribuidora 39 Escalones, haremos pases especiales en diferentes ciudades, y la primera va a ser Cádiz. Aunque la única vinculación de la película con Cádiz soy yo; bueno, y que este hombre falleció en la calle Cádiz de Leganés.
–Será en el Teatro del Títere.
–Sí. Tengo que agradecer muchísimo la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz. Va a estar Jorge Rivera, el productor, va a estar Paca Gabaldón, Bruto Pomeroy..., y trataremos de cerrar algún nombre más.
–Si a una película de ficción le cuesta muchas veces entrar en salas, en circuitos, ¿un documental...?
–Más, más, más...
–Y eso que los documentales están en auge.
–Nosotros tenemos la suerte, desde que terminamos la película, de que Jorge se la mostró a la distribuidora, a la que le encantó. Tener distribuidora es tener mucho ganado. ¿Qué pasa? Que al final no deja de ser un documental, un documental pequeño, que irá a cines pero lógicamente no a todos los cines de España. Y a lo mejor también va de manera escalonada, no lo sabemos aún.
–Lo que sí es buena época, otoño, para que suene para los Goya...
–Sí, cierto, es una época espectacular. Y haremos mucha campaña. Lo que sí tenemos claro es que una de las grandes suertes de que la película no tenga ningún tipo de subvención, y que con el productor trabajemos al unísono y en sintonía, es que podemos hacer con ella lo que queramos. Y vamos a hacer que se vea mucho, mucho, mucho; pero mucho. Hay mucha gente que tiene interés en Jorge Rigaud y, por tanto, en la película.
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