Una protección que no protege a nadie en el Muelle de La Cabezuela de Puerto Real
Los fuertes vientos registrados las últimas semanas han dejado huella en la zona de depósito de los graneles sólidos en esta dársena del puerto de Cádiz
La Cabezuela sigue en su lucha contra el impacto de los graneles

Cádiz/El tiempo está irreconocible desde hace ya más de un mes. Intensas precipitaciones casi diarias, intervalos con cielos azules y nubarrones que oscurecen el paisaje. Y, sobre todo, fuerntes rachas de vientos que, en ocasiones han llegado a superar los 140 km/h.
La lluvia está dejando tras de sí inundaciones en zonas que no veían el agua desde hacía años y los vientos se han llevado por delante todo lo que han podido y más.
Pues esto precisamente es lo que ha ocurrido en el Bajo de La Cabezuela, ni más ni menos que en el lugar en el que se depositan los graneles sólidos en polvo.
Las protecciones que instaló allí la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz han quedado, en buena parte, debastadas por el intenso viento que se ha registrado a lo largo de las últimas semanas y que aún está dejando días en los que regala rachas que se llevan todo lo que pueden por delante.
Así llevamos casi un mes, con viento y el sistema de protección que, se supone, tiene que evitar que el viento dé directamente sobre los montículos de graneles sólidos que quedan amontonados al aire libre están en un estado de deterioro que requiere una urgente intervención por parte del servicio de mantenimiento de la APBC.
A sabiendas de que las quejas de los vecinos de la vecina barriada de Río San Pedro son contínuas, haya protección o no, no estaría de más que lo antes posible se acerque alguien hasta la vecina dársena de Puerto Real a reponer lo que el viento ha destrozado.
O, mientras tanto, evitar que se descargue en esa zona granel de algún tipo de pueda resultar perjudicial para los vecinos o molesto, sobre todo porque el viento no da respiro y es fácil que muchos de estos graneles, sobre todo el clínker que no es mayoritario precidasmente, llegue hasta la zona de las viviendas del citado barrio de la Villa de Puerto Real.
Varios de los paneles han quedado destrozados y requieren una intervención urgente y se supone que no demasiado costosa. Y, se supone, que la Policía Portuaria debería haber dado ya parte a la Autoridad Portuaria para que esa intervención tenga lugar lo antes posible.
Es una circunstancia que sorprende a la vista de que la actual APBC, presidida por Teófila Martínez, tiene una especial vigilancia puesta en La Cabezuela para que los graneles no molesten y un sistema de detencción de polvo en suspensión que salta a la más mínima y que incluso se puede consultar a través de la web de la APBC.
Mientras tanto, a la espera de esa intervención, sólo queda esperar a que el viento calme y que no haya que esperar a que pase el Domingo de Resurrección para que el polvo se quede donde debe quedarse.
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