El pueblo gitano ya tiene calle en Cádiz en un emotivo acto "de justicia" y "celebración"

Nomenclator

Alumnos de los institutos Rafael Alberti y Caleta, miembros de la comunidad gitana y vecinos arropan la inauguración del rótulo que sustituye a Marqués de la Ensenada en este Día Internacional del Pueblo Gitano

Pilar Villar interpreta el himno 'Gelem Gelem', acompañada de su hermana Luisa, durante la inauguración de la calle Pueblo Gitano. / Lourdes De Vicente

Cádiz/"¡Qué arte hija, se nota que vende cá!". El mensaje que la vecina le hacía llegar a Estrella sintetizaba el sentir de todos los presentes tras escuchar cómo la joven alumna del instituto Rafael Alberti leía un texto propio, hecho desde las entrañas, donde explicaba cuáles eran los valores que les había transmitido su familia. Soy Estrella y soy gitana. Sí, Estrella vende cá, y alumbra con su nombre, y con su voz agitada de niña que comienza a ser mujer, el acto de inauguración de la calle de su pueblo en la vía que llevaba el nombre del genocida Marqués de la Ensenada. Un acto "de justicia", sí, pero también "de celebración" y "de reivindicación", como decía el alcalde de Cádiz, José María González, que ha presidido el descubrimiento del rótulo.

Hablaba Estrella del respeto que le han inculcado en su casa. A los mayores (apenas repetido) y, más importante y menos mencionado, "a todo el mundo independientemente de su raza, de sus creencias religiosas, de su género, de sus opiniones políticas" porque "todos somos iguales", "eso es una regla en mi familia", venía a decir la joven que también mentaba a la gitana feminista Estefanía Ruiz y "al camino que queda" para conseguir esa igualdad entre hombres y mujeres. De respeto y de igualdad, casi ná, hablaba Estrella en su personal redacción donde se enorgullecía de su etnia desde una alegría que llegaba a ser contagiosa para el resto de ciudadanos (vecinos, políticos, medios de comunicación) que quisieron formar parte de un día que el alcalde definió como "histórico".

Una jornada, conducida por el concejal de Presidencia y Patrimonio, Paco Cano, donde también se dio su sitio al trabajo que se ha estado realizando sobre la comunidad gitana en el ciclo de Integración Social que se imparte en el Columela, en boca de Lucía, una de sus alumnas, y donde tampoco faltó la lectura de un manifiesto, realizado por el historiador sevillano Miguel Ángel Vargas y la concejala del Ayuntamiento de Sevilla Sandra Heredia (Adelante Andalucía), que leyó la bailaora Luisa Villar, hija del cantaor Juan Villar y miembro por derecho propio de una de las familias gitanas de referencia de Cádiz, los Jineto.

Un texto que transitaba desde el lado oscuro de la Ilustración en Cádiz a la esperanza de la liberación de los

gitanos en el siglo XXI y donde se ponía el dedo en la llaga con la percepción por parte del Estado del pueblo gitano como una problemática social y la imposibilidad de romper con las políticas intervencionistas. "Andalucía, a pesar de todo, no es el paraíso de los gitanos que tanto canta el imaginario andaluz: lo dice la sobrerrepresentación gitana en las clases obreras y precarias más pobres", apuntaba el manifiesto que leía Luisa Villar que también celebraba la desaparición del callejero gaditano del nombre del genocida del pueblo gitano, el Marqués de la Ensenada, artífice de la Prisión General de Gitanos 1749, la pragmática más dura de la veintena que se le ha aplicado en su historia a la comunidad gitana en territorio español.

También lo ha celebrado el primer edil de la ciudad que, confiesa, fue consciente de la opresión del pueblo gitano cuando a sus 15 años "entró en casa el disco de Persecución" y puso oído a la letra que el Lebrijano cantaba. "¡Todo eso era verdad!", se estremecía González que apostaba por que la inauguración de la rotulación de la calle cercana a Varela debería ser "no un día para borrar ningún elemento histórico, sino para reivindicar el derecho a ser, que es diferente" y para "celebrar a un pueblo que tanto ha contribuido a construir la identidad del pueblo andaluz".

Un pueblo, "el pueblo gitano, históricamente perseguido, negado y marginado" que "graba hoy a fuego, en el callejero de la ciudad más antigua de Occidente, su nombre”, se congratulaba el alcalde que quiso además recordar algunas de las grandes persecuciones que ha sufrido la comunidad gitana como la propia Gran Redada, en el siglo XVIII por parte de Fernando VI, "persecuciones como la del siglo XIX en Rumanía cuando fueron vendidos en lotes como esclavos, persecuciones en el siglo XX y aquella “noche de los gitanos” en la que los nazis perpetraron en toda Europa la mayor de las matanzas, y persecuciones que se dan aún en el siglo XXI", ha lamentado.

Persecuciones que quedaron plasmadas en el alma del romà yugoslavo Jarko Jovanovic que escribió el que hoy es el himno internacional de los gitanos, el Gelem Gelem, que este viernes se escuchó en la garganta desgarradora de Pilar Villar para poner punto y final al acto que abrazaba el nuevo nombre de la calle. Allí mismo, en la calle Pueblo Gitano esquina con Avenida de la Constitución, la cantaora gitana, acompañada con las palmas de su hermana Luisa y la guitarra de Joaquín Linera Niño de la Leo, dejaba a un lado el micrófono para que escuchásemos sin interferencia su alma en una versión en castellano ("para que todos la entendáis", dice) de la canción que recuerda a los gitanosrecluidos en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Un emotivo final para un emotivo comienzo. El comienzo de volver a mirarnos, de volver a reconocernos, tan iguales y diferentes. El comienzo de celebrarnos y de reivindicarnos como lo que somos. Un pueblo construido desde la riqueza de la diversidad.

El manifiesto completo

Hace 51 años, el 8 de abril de 1971, gitanos y gitanas de diferentes países, de los dos bloques políticos en lid en aquel tiempo, el bloque occidental y el bloque comunista, inauguraban en el primer Congreso Mundial Romaní, el despertar contemporáneo de la consciencia romaní internacional, esto es, unir las luchas e historias de muy diferentes comunidades gitanas de todo el mundo para entender qué nos une. Esta unión vino determinada por el dolor ante la absoluta falta de reconocimiento en todos los países europeos del asesinato de cientos de miles de romaníes durante el dominio nazi de Europa durante la Segunda Guerra Mundial y durante los largos años de negación del Holocausto romaní hasta prácticamente la década de 1980. El despertar del 71 además coincide con los procesos de descolonización del Tercer Mundo y los múltiples movimientos de liberación que buscan una salida diferente a los límites de la democracia liberal y a los del socialismo real. En el contexto español, la lucha gitana, con ecos del Persecución del Juan Peña el Lebrijano, el Penar Ocono del catedrático y poeta José Heredia Maya, con la música de Los Chorbos, el baile de Fernanda Romero y tantos otros procesos políticos protagonizados por gitanos, es coetáneo, muchas veces hombro con hombro, con las luchas por la democracia en España y con el despertar de las reclamaciones de Andalucía como nación histórica. Sin embargo, 50 años después la situación social y política del Pueblo Gitano en España y Europa no ha cambiado mucho.

Hoy 8 de abril de 2022 la ciudad de Cádiz borrará de su callejero el nombre de un Genocida, el Marqués de la Ensenada, artífice de la Prisión General de Gitanos 1749 al Pueblo Gitano. Un acto pequeño para la defensa de la Memoria democrática Gitana, que queda unida a la memoria democrática andaluza y gaditana. Cádiz debe de seguir luchando en la reparación, reconocimiento y emancipación del Pueblo Gitano y tratar de reconciliarse con su pasado. No debemos olvidar que está calle se llamó Marqués de la Ensenada pero al renombrarla como calle del Pueblo Gitano uniremos, para siempre, la idea de que el progreso de las naciones no debe descansar nunca en el dolor de aquellos que menos tienen.

Opre Roma. Vivan los Gitanos. Vivan las Gitanas.

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