Sí quiero,pero por lo civil
Enlaces matrimoniales La crisis afecta al número de bodas y su tipología
En 2009 se oficiaron un 15% menos bodas de las celebradas en 2007 · En la última década, la Iglesia ha pasado de monopolizar el 80% de las ceremonias a sumar sólo el 60%
Yo os declaro marido y mujer. ¿Cuántas veces no habremos escuchado esta sentencia, en ocasiones condenatoria? Pues parece que cada vez será más complicado escucharlo. En Cádiz, las ceremonias nupciales están diminuyendo drásticamente. Como muestra, un botón: desde el año 2000 hasta el año 2007, el número de bodas disminuyó en un 10,6%. En el 2009, los enlaces matrimoniales habían caído hasta en 15,15 puntos con respecto al 2007, es decir, en dos años se ha vivido un descenso superior al de los siete años previos. Y es que ni la entrada el matrimonio homosexual sirvió para mitigar las consecuencias derivadas de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Que la sociedad española, y con ella la gaditana, evolucionan hacia formas de relaciones sentimentales alternativas a la tradicional es un hecho más que estudiado, pero más allá de esta evolución, la crisis económica está precipitando su descenso. Descienden el número de bodas pero, además, cambia todo cuanto rodea el enlace. De la pompa a la sobriedad, cada vez son más las parejas que buscan ceremonias y celebraciones más modestas. Como decía un novio horas antes del día de su casamiento ayer: "Es sólo una vez en la vida. O dos".
Indistintamente de la ceremonia elegida, el descenso sigue in crescendo. Bastante más por la vía del sacramento católico. Para el dominico Pascual Saturio, los motivos son dos: por un lado, el económico, los casamientos católicos se relacionan tradicionalmente a ceremonias más costosas; por otro, el aumento de las segundas y terceras nupcias. "No ha descendido el nivel de las conciencias, es más una cuestión social. Hoy, las personas rechazan cada vez más el compromiso con el otro y la vida en común", opina.
El primer teniente de alcaldesa de Hacienda del Ayuntamiento de Cádiz, José Blas Fernández, coincide con Saturio en que este crecimiento de la boda civil sobre la católica se debe sobre todo a la cantidad de bodas que no podrían darse en la Iglesia, por ejemplo, las segundas nupcias. Tras más de cuatrocientas bodas realizadas, el teniente de alcaldesa señala que el sentimiento religioso en muchas de sus uniones es evidente. "Me han pedido homilías con valores religiosos. La distorsión es tal que los padres, en muchos casos, quieren firmar como padrinos. Para muchos yo celebro la boda desde el altar". Sin embargo considera que hoy no existen diferencias perceptibles entre las bodas católicas y las civiles en cuanto al fasto de éstas. "Nuestras bodas son exactamente iguales a las de la Iglesia. Las bodas de media entrada son muy pocas".
Saturio asegura que su iglesia oficia hasta un 25% menos bodas que en años anteriores, "si hace un par de años celebrábamos 100, ahora celebramos 75". Y es que este descenso se ha notado más en el ámbito católico que en el laico. Según el INE, en dos años, de las 4.043 bodas consagradas en el 2007 bajo el rito católico, se pasó a 3.020 en el 2009, mientras que las nupcias ajenas a la religión crecieron de 1.836 a 1.959. En este sentido se viene confirmando la tónica general de la última década. En el año 2000, las bodas católicas suponían cerca del 80,8% del total de bodas de la provincia, en el 2009 se quedaron en el 60,4%.
Sin embargo no todos comparten esta tendencia. Según Ramón Estíbaliz, franciscano de la iglesia conventual de San Francisco, asegura que su iglesia no ha notado la disminución de bodas. El franciscano explica que su iglesia "es muy bella, querida y popular en Cádiz y la gente sigue queriendo casarse allí". La iglesia tiene todo el verano completo.
Pese a estos datos, la crisis también parece afectar al número de casamientos por lo civil oficiados en la ciudad. José Blas Fernández dice haber visto cómo se reducen el número en bodas que oficia anualmente cerca del 20 %. "Si antes teníamos siete bodas, ahora tenemos cuatro. De hecho han bajado hasta las bodas de conveniencia".
La edad de los contrayentes no ha variado tanto. Ahora la edad media ronda los 30 años. La edad preferida por los varones son los 29 años, mientras que las mujeres se inclinan por los 27 años. Este aspecto ha cambiado poco durante la última década y apenas ha visto transformarse como consecuencia del estado de la economía de la provincia. En el año 2000, las mujeres seguían prefiriendo los 27 años y los varones un año menos, quedándose en los 28 años.
Ni siquiera la entrada en vigor de la ley de matrimonio homosexual en el año 2005 sirvió para maquillar las estadísticas. En la provincia de Cádiz no se ha conseguido equiparar los datos del 2006 (primer año completo desde la entrada en vigor de la ley) en la que se contabilizaron 75 enlaces, 54 de ellos entre varones. En 2009, la cifra llegó a los 66, muy por encima de los 44 del 2008.
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