Ramón Barón, un emprendedor en el comercio gaditano
Retrato de otra época
En 1970 inauguró en la calle San Miguel ‘Okaloma’, la primera tienda especializada en moda vaquera
Su comercio más señero fue ‘Confecciones La Fábrica’, especialmente su local de José del Toro
Hoy recorremos la biografía del empresario Ramón Barón Cabrera. El protagonista de esta página nació en Antequera en Málaga en 1927 en el seno de una familia acomodada propietaria de un conocido comercio local de tejidos, sastrería y sombrerería. Será en el negocio familiar donde se forja y da sus primeros pasos como futuro comerciante.
A mediados de los 50, ya mayor de edad y contrariado por algunas desavenencias familiares, decide abandonar Antequera para establecerse en Cádiz. El destino y el momento elegido no son casuales, ya que es el lugar donde se acaba de afincar quien será su esposa y amor de su vida, María Cano Pérez, una atractiva granadina hija de un funcionario de Renfe destinado en la ciudad como subjefe de estación.
Ramón Barón desembarca en Cádiz con pocos recursos, pero rápidamente consigue su primer contrato de trabajo como empleado de la emblemática tienda de moda de caballeros Confecciones Moral, que por entonces lucía imponentes escaparates en la esquina de las calle Columela y San Francisco.
En 1956 se casa con María Cano y, un año después, nace el primogénito de sus siete hijos.
En 1964 abre las puerta de Rayma (acrónimo de Ramón y María) en la calle Barrié 27, su primer negocio, especializado en la venta de lanas y máquinas de tricotar.
A mediado de los 70 Ramón Barón inaugurará Confecciones La Fábrica, sin duda alguna su comercio más señero y referente local en tallas grandes para señoras. Aunque La Fábrica abrió sus puertas inicialmente en la calle Libertad, la sucursal de la calle José del Toro 10 fue la que tuvo mayor repercusión entre la clientela femenina de Cádiz y la provincia. Eran raras las semanas en que Ramón Barón no viajaba a Sevilla, Valencia, Barcelona o Madrid para reunirse con los fabricantes y mayoristas que le proveían de las últimas novedades para sus tiendas.
Según explican sus hijos, La Fábrica nunca habría tenido el mismo éxito sin la presencia en los probadores de su mujer, María Cano, responsable de la atención a las clientas junto a un pequeño equipo de empleadas. Con el humor que la caracterizaba, María Cano solía presumir de que pocas gaditanas que entraban en la tienda se resistían a sus encantos de vendedora.
Simultáneamente a la Fábrica, Ramón Barón lanza un negocio innovador en el Cádiz de los 70. En la calle San Miguel abre sus puertas Oklaoma, la primera tienda local especializada en moda vaquera importada de Estados Unidos. El interiorismo de Oklaoma estaba inspirado en el imaginario cowboy y en la cultura del rodeo norteamericano. Su propietario solía contar anécdotas de que en los últimos años del Franquismo decidió decorar los escaparates con publicidad de una conocida marca de tejanos en la que aparecían chicas jóvenes en bikini, pero la Policial Local de la época ordenó retirar las fotos por considerarlas subidas de tono.
Tras la jubilación de Ramón Barón y golpeada por la crisis financiera de principios de los 90, confecciones La Fábrica cerró finalmente sus puertas a finales del siglo pasado.
En enero de 2021 Ramón Barón falleció a los 93 años, después de que también lo hiciera su mujer María Cano a los 87 años, dejando una familia de 7 hijos, 18 nietos y 7 biznietos.
Agradecimiento a la familia Barón Cano por su colaboración en las fotografía y texto.
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