El rastro que deja la solidaridad

Cádiz/La pandemia frenó muchas iniciativas, incluso algunas cayeron en el olvido. No es el caso, desde luego, del rastrillo solidario de la Fundación Prodean en Cádiz, que celebró su último mercarastro en 2019 y que ahora, tras el paréntesis coronavírico, recupera su pulso con una nueva edición que se celebrará, en el Hotel Playa Victoria, del 15 al 17 del actual mes de junio. El objetivo, la educación de los menores en Camerún, un país en el que el acceso a la enseñanza no es completo.

Carmen Camacho, coordinadora de la Fundación Prodean en Cádiz, explica los detalles de este rastrillo solidario que se nutre de la presencia de una veintena de puestos, comercios particulares de la provincia en general, que ponen a la venta sus productos acordando con la fundación que una parte de lo recaudado se destine al proyecto ‘No hay futuro sin educación en Camerún’.

Comercios minoristas de Cádiz, San Fernando, El Puerto, Chiclana y hasta de Sevilla ofertarán sus géneros a los asistentes al rastrillo, con presencia destacada de ropa, complementos, bisutería, antigüedades e, incluso, productos gourmet con sello gastronómico gaditano.

Desde hace unos seis meses, además, la Fundación Prodean ha estado trabajando en un taller en los que miembros de esta ONG en Cádiz ha elaborado bolsos, mantelerías que también serán puestos a la venta en el mercadillo que comenzará el próximo 15 de junio. La fundación también vende en sus puestos objetos donados que estén en buen estado y puedan ser vendidos a modo de un mercadillo de segunda mano. Al tiempo, el Cádiz dona también camisetas y material deportivo para engrosar la oferta solidaria de Prodean.

Otras firmas colaboran con este mercarastro sin poner sus productos a la venta pero donándolos a la fundación para que puedan ser ofrecidos de alguna manera durante la celebración de la iniciativa, como es el caso de la empanadería Butrón, las cervezas San Miguel o los vinos de Ansama.

La fundación pone también a la venta unas tarjetas solidarias, por valor de diez euros, que sirven para consumir en la cafetería del hotel y, también, para participara participar en el sorteo de una cena ofrecida por el restaurante La Marea.

Todos los recursos son pocos para este proyecto que cuenta con tantos respaldos, empezando por el fundamental del Hotel Playa que acoge el evento, y que busca facilitar el futuro a los niños de Camerún desde un pilar tan básico como es la educación.