Una recuperación incompleta

El monumento a Segismundo Moret situado en la plaza de San Juan de Dios se parece desde el martes algo más a lo que fue en su día, cuando fue allí dispuesto. Pero el trabajo de recuperación histórica que ha llevado la empresa municipal Aguas de Cádiz ha quedado levemente incompleto. Primero por el hecho de no ser una reja que rodee en su totalidad al monumento, como originariamente (para permitir así que el público pueda descansar y sentarse en la escalinata, como ocurre habitualmente); y en segundo lugar porque la reja colocada ha quedado incompleta.

Aunque el dibujo artístico de esta valla de protección es fiel al original, como se puede apreciar en las fotos históricas, al diseño ahora instalado le faltan unas inscripciones que también destacaban en su día y que no se han recuperado. Se trata, en concreto, de unas leyendas que podían leerse en cada una de las 16 coronas de laurel que rodeaban el monumento.

El responsable de la hemeroteca de Diario de Cádiz, José María Otero, recuerda que en cada una de esas coronas de laurel (que se mantienen en el diseño ahora recuperado) tenían inscripciones que ponían de relieve aquellos hechos en los que había destacado Segismundo Moret. Y concreta Otero cuáles eran, exactamente, esas inscripciones: “Nació 9-6-1838; Exposición Marítima; Concesión Cruceros; Diputado por Cádiz; Baja del cupo de consumos; Obras del Puerto; Depósitos de Tabacos; Derribo de las Murallas; Zona polémica; Aplicación Ley de Ensanche; Hijo predilecto; Ministro y presidente del Consejo; Barriada obrera; Astilleros; Dique de la Carraca; y Construcción del faro de San Sebastián.

Al hilo de esta verja, Otero indica que su construcción fue objeto de un concurso público que en el año 1908 ganó el artista gaditano Juan Rosado. “Los trabajos se llevaron a cabo en la fundición San Rafael, de Luis de la Torre, bajo la dirección de los maestros Señorani y Vergel, y del modelista Francisco Cancelo. Hasta 43 operarios intervieron en la obra, que tuvo un presupuesto de tres mil pesetas”, refleja José María Otero, señalando también que en la construcción de este perímetro se utilizó, al igual que en la propia estatua de Moret, bronce procedente de las murallas de la ciudad.