La reforma de las paradas del autobús en Cádiz choca con el tráfico privado
El proyecto local destaca el beneficio de este plan, pero limita su ejecución a pocos estacionamientos
La Policía Local teme que en las horas puntas el tráfico se vea muy afectado
El Ayuntamiento dará prioridad al autobús en las principales avenidas de Cádiz
El proyecto municipal, financiado con los fondos Next Generation, de eliminar las dársenas de acceso en las paradas del autobús urbano en Cádiz, ha acabado en el Congreso de los Diputados.
Una iniciativa de IU denuncia que el actual gobierno municipal, del PP, ha modificado el plan inicial, aprobado por el Ministerio de Transportes. Según esta formación, el cambio de diseño planteado ahora por el Ayuntamiento hace peligrar la millonaria subvención recibida, con la que se iba a pagar toda la obra.
Finalmente, el rediseño de las paradas, ampliando la zona de espera para los usuarios del autobús, y evitando las maniobras de estos vehículos para acceder a las mismas, ha supuesto un cambio más que notable al plan inicialmente diseñado por el equipo de Movilidad Urbana del anterior gobierno municipal.
De esta forma, la dársena de aparcamiento sólo se eliminará en la parada cercana a la Comisaría de la Policía Nacional y en la parada del solar de la Subdelegación del Gobierno. En el resto se mantendrá la actual configuración, aunque arreglando el firme de las mismas, que en muchos casos se encuentra en muy mal estado.
El proyecto incluye la instalación de dos nuevas paradas para el autobús urbano en la zona de La Laguna, una en sentido de entrada a la ciudad y otra en sentido de salida.
También se prevé el desplazamiento de algunas marquesinas de espera, pendiente de aclarar su ubicación definitiva.
La eliminación en este proceso del resto de las paradas, donde el anterior gobierno municipal pretendía eliminar las dársenas para dar más agilidad al paso de los autobuses, se justifica ahora por la incidencia que este plan tendría en el tráfico de la Avenida.
Así, el informe municipal destaca que “en horas punta, donde aumenta considerablemente la intensidad del tráfico, se introduce un tiempo de retención (extra), entendiendo por el mismo el tiempo en el que el conductor que circula por el carril derecho permanece retenido tras el autobús (pues ya no existirían las actuales dársenas) en caso de que no pueda ser absorbido por el carril izquierdo”.
En la práctica, destaca el documento, “supone una disminución del nivel de servicio del vial más importante de la ciudad”, indicándose que así se han manifestado tanto desde la Policía Local como desde la Delegación Municipal de Tráfico, “que hicieron hincapié en evitar a toda costa afectar al primer tramo de la Avenida, entre Cortadura y la Fernández Ballesteros”.
Sin embargo, estos matices que al final han sido los que han tenido más fuerza para reducir de forma notable el proyecto inicial, ahora denunciado por IU en el Congreso, contrastan con los beneficios que esta operación en materia de tráfico tendría para la movilidad urbana y que se citan en el mismo informe.
“Esta plataforma peatonal ganada en las zonas de paradas de autobús facilitaría la organización y embarque de los pasajeros, delimitando la calzada y liberando más espacio en la acera, con una mejora en la accesibilidad especialmente las personas con problemas de movilidad”.
A la vez, se resalta que “el tiempo de salida del autobús de la parada, se vería drásticamente reducido ya que en ningún momento abandona el carril de circulación”, reduciendo con ello el tiempo de trayecto de estas líneas.
La limitación final de este proyecto deja fuera las mejoras en paradas que hoy funcionan de forma precaria, al situarse en zonas de la Avenida con aceras muy estrechas.
Es lo que pasa en la parada de Proserpina en la avenida Ana de Viya. Aquí se mantiene la marquesina separada de la propia parada, lo que provoca más de un problema para los usuarios del bus los días de lluvia.
Tampoco se toca la parada del Hospital Puerta del Mar, una de las de mayor utilización que, además se ve reforzada por una parada de interurbanos en una vía extremadamente estrecha e incómoda para la circulación peatonal.
De forma tradicional, las paradas de los autobuses urbanos son utilizadas por todo tipo de vehículos para realizar maniobras rápidas de bajada de pasajeros (como los taxis) o de carga y descarga.
También son habituales los casos en los que los vehículos del transporte público no acceden a la dársena en su totalidad, lo que afecta a la subida y bajada de los mismos por parte de los usuarios.
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