De regreso a casa por la Alameda

Emocionados por todo cuanto ha acontecido los últimos siete días. Algo tristes porque todo se acababa. Así, en palabras del hermano mayor del Carmen, José Francisco Trigo, se despedía ayer en la Alameda a la Patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, que emprendía el camino de regreso a Santo Domingo después de las visitas a la Castrense y al Carmen que ha cursado de manera extraordinaria la última semana. El último gesto, el último regalo (en estos días le han impuesto la medalla de oro de la Castrense o un broche con el escudo de la hermandad de Borriquita) fue un cuadro de recuerdo de su estancia en el Carmen; estancia que queda reflejada por escrito en un documento firmado por el prior de Santo Domingo, Pascual Saturio, y el párroco del Carmen, Ángel Palomino.

De nuevo la Alameda era foco ayer de atención cofrade del mes de julio. Pero en esta ocasión, la protagonista no era la habitual, sino la Virgen del Rosario, que lucía en su paso por la vía contigua a la arboleda camino de las monjas carmelitas de Argüelles. Dentro del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús -que en parte ha motivado la visita al Carmen- no podían faltar las monjas del convento de clausura, seguidoras de la santa de Ávila. Allí saludaron a la Patrona con cohetes, pétalos y cantos, en uno de los momentos más destacados de un recorrido que pasaría también por la capilla del Caminito, la iglesia de San Francisco y las parroquias del Rosario y San Agustín.

Camino así de Santo Domingo, con la música de Maestro Dueñas detrás de la Virgen, se ponía fin a una semana intensa de cultos, actos y estampas difícilmente repetibles. "Para ser sincero, no creí nunca que iba a ser tan solemne y tan participativo y que iba a haber esta cantidad tan grande de personas acercándose a la Patrona. Ha sobrepasado nuestras expectativas", afirmaba el prior de los dominicos Pascual Saturio, que se mostraba "con el corazón lleno de agradecimientos por esta semana que no olvidaremos nunca". Al párroco de la Castrense, "que con tanto cariño ha preparado la visita de la Patrona para que también se haga presente en las calles de la feligresía"; a los padres carmelitas, "porque allí nos sentimos como si fuéramos a nuestra casa y porque el acto de anoche (por el sábado) fue muy impresionante"; a las comunidades parroquiales "y a todos los que han respondido como si fuera un 7 de octubre", seguía destacando Saturio. Otro agradecimiento especial se lo llevaba Luis Rivero, que ha realizado un himno a la Patrona (el tercero en su haber en la ciudad, después de los de las coronaciones del Carmen y de María Auxiliadora) y que dirigió el acto de la noche del sábado en el que participaron pregoneros del Rosario, felicitadores de la Virgen del Carmen y la música de la camerata A Tempo, de los coros de Julio Pardo y del propio Rivero o de unas alegrías interpretadas por Iván Aragón y Laura Rivero. "Ha sido todo muy hermoso. Un mes de julio que no olvidaremos", insistía Pascual Saturio.

El dominico explicaba que la visita de la Patrona se debía a dos "circunstancias muy extraordinarias", como son el 250 aniversario de la parroquia castrense y los 500 años del nacimiento de Santa Teresa que está celebrando el Carmen, donde también de alguna forma la Patrona devolvía aquella visita de la Virgen del Mentidero en 2007 con motivo de su coronación. "Nos habían pedido estar y teníamos que estar en esas dos conmemoraciones tan importantes", explica Saturio, quien también avisaba que "el movimiento puede ser en las dos direcciones". Es decir, que en otros momentos pueden ser las entidades que tengan alguna celebración las que acudan a visitar a la Patrona a Santo Domingo. "El santuario habría que aprovecharlo más, e igual que la Virgen va a algunos sitio, la gente puede ir a Santo Domingo también", planteaba Saturio, quien aseguraba que por el momento no se contempla ninguna visita extraordinaria de la Patrona.