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La reina de Cunard escala en Cádiz

marítimas | El puerto de Cádiz suma cinco escalas más a su previsión de 2018

El 'Queen Mary 2' reapareció ayer en el puerto gaditano

El buque británico culminará dentro de dos días la vuelta al mundo que inició en Nueva York el 10 de enero

El 'Queen Mary 2', con su peculiar casco negro, quedó amarrado ayer junto a la actual terminal de contenedores del puerto de Cádiz. / Fito Carreto
Joaquín Benítez

08 de mayo 2018 - 01:36

Cádiz/La cafetería de los bajos de Comes se convirtió ayer en el cuartel general desde el que touroperadores, taxistas, buses turísticos, guías hacían planes y coordinaban sus estrategias para que a las cerca de 9.000 personas que llegaron a Cádiz a bordo de cinco cruceros turísticos no les faltara nada de nada. El objetivo, intentar sacarle el máximo jugo a esos grupos de cruceristas y tripulantes que escalan en Cádiz y así hacer visibles ese impacto económico del que tanto hablan las administraciones públicas.

A las seis y media de la mañana empezaron a verse los primeros buques que atravesaron ayer la bocana del puerto de Cádiz. Primero fue el MS Koningsdam, seguido casi de manera simultánea por el Star Breeze. Pero fue el tercer crucero en hacer su aparición el que en la jornada de ayer ponía un toque singular y elegante cargado del clasicismo que acompaña a todos los buques de casco negro: el Queen Mary 2, que, procedente de Barcelona, permaneció en Cádiz hasta las seis de la tarde, hora en la que puso proa hacia Southampton.

A bordo llevaba un pasaje compuesto por 2.495 personas, muchas de ellas adictas a la Cunard, a cuya flota pertenece el Queen Mary 2, que optaron por reservar con ellos esta vuelta al mundo que tuvo su punto de partida en Nueva York el pasado 10 de enero y que tocará a su fin en dos días, una vez que toque el puerto inglés de Southampton.

A sus 14 años de antigüedad, y con una especie de gran reforma vivida hace dos años a sus espaldas, pasea por medio mundo su elegancia imperial británica

El Queen Mary 2 es uno de los últimos trasatlánticos que transitan por los mares del mundo y fue el primero que se construyó en este siglo XXI.

En el Queen Mary 2 no viaja cualquiera. A bordo lleva un selecto pasaje que ha sido capaz de pagar entre 15.000, del billete más barato, y 50.000 euros, el más caro. La suite de lujo supera los 200 metros cuadrados de superficie. Y para no asustar a los que sueñan con viajar algún día abordo de este buque de casco negro, el pago incluye una especie de tarjeta con dinero para gastar a bordo del barco. Lo mismo vale para tomarse una botella del mejor fino que para comprar merchandasing de la Cunard.

El Queen Mary 2 no es un crucero más ni por dentro ni por fuera. Por fuera, su afilada proa que parecer mirar al cielo y sus 13 cubiertas de alto no pasan desapercibidos. Por dentro, el Queen Mary 2, uno de los tres buques de la Cunard, todos con nombre de reinas británicas, cuenta con silencio y sensación de paz en cada uno todos sus salones. Cierto es que durante su escala en Cádiz, a dos días vistas de su fin de trayecto, casi la totalidad de su pasaje optó por bajar del barco, o bien para conocer la ciudad o bien para emprender algunas de las excursiones organizadas que les llevaría, entre otros destinos, hasta Sevilla.

La naviera Cunard es la única que incluye en sus buques, por ejemplo, pista de baile al más puro estilo de los 80, y peculiar resulta que allí nadie se queda sin mover el esqueleto. La propia tripulación está "obligada" a sacar a bailar a los que opten por hacer el viaje solos. La biblioteca, con sus más de 10.000 ejemplares, se convierte en la mayor colección de libros que surca los mares del mundo.

Ni el que paga los 15.000 ni el que paga los 50.000 euros de un pasaje a bordo de este buque de chimenea roja quiere colas para nada y aquí lo consigue. Dependiendo del precio tendrá más o menos sirvientes y entrará en unos restaurantes más exclusivos y con menús más selectos. Tampoco quieren ruidos y, si puede ser, tampoco niños, aunque, a veces, en momentos muy concretos también forman parte del pasaje. Por no molestar, ni las olas pueden hacerlo. Para ello se han pagado a ingenieros que han creado algo que han bautizado como la Muralla Atlántica para evitar las posibles molestias que pueda conllevar un gran oleaje. Y de mareos, ni hablar, para ello qué mejor que sus cuatro líneas de estabilizadores capaces de evitar molestos vaivenes.

Y más rincones peculiares: en sus tres líneas de exclusivos barcos (Queen Mary 2, Reina Victoria y Queen Elizabeth) cuenta con salones de fumadores Churchill, el único lugar donde se permite fumar dentro de los barcos. Allí ofrecen tabacos clásicos como los Montecristo, además de una selecta variedad de brandis y licores.

Y que no falte el pub inglés, donde lo mismo se puede degustar fish and chips que una buena cerveza San Miguel, y, cómo no, el té de las 5, frente a una TV que siempre ofrece deportes.

Y más detalles que hacen única a esta naviera, según narra a este periódico María José Luengo, jefa de Reservas de Mundomar Cruceros, es que es la única compañía que permite mascotas a bordo. Para ello cuenta con la zona Kernnels, con lujosas jaulas en las que viajan los canes de los clientes de la Cunard. Según Luengo, experta conocedora de cada rincón de suss 345 metros de eslora, "hay clientes que no pueden viajar sin sus mascotas, por lo que encuentran un motivo más para elegir Cunard como su más fiel compañero de viaje".

Y a la reina no le falta un inmenso teatro para sus mejores shows y actuaciones o un característico planetarium que cuenta con una cúpula sobre unos asientos reclinables que traslada a sus clientes a lejanas galaxias sin salir del buque.

Cabe recordar que la reina no llegó ayer sola hasta Cádiz. Junto al Queen Mary 2 lucieron el MS Koningsdam, con 300 metros de eslora y 2.578 pasajeros a bordo; el Star Breeze, con 133 metros de eslora y 204 pasajeros; el Seabourn Quest, con 198 metros de eslora y 300 pasajeros a bordo; y, por último, junto al Queen Mary 2, el Seadream I, con 104 metros de eslora y un pasaje formado por 100 cruceristas.

El mes de mayo, con 42 escalas anunciadas, se presenta junto con abril y octubre, con 44 y 41 escalas, respectivamente, como uno de los meses más concurridos en tráfico de cruceros del presente ejercicio, para cuando se esperan llegar a las 299 escalas, según recordaron ayer desde la APBC.

El impacto socioeconómico que este tráfico deja en el entorno ronda los 34,23 euros por pasajero y día, según el último estudio realizado por la Junta de Andalucía sobre el turismo de cruceros en la región.

Desde la APBC también recuerdan otra peculiar cita, esta vez para el 10 de septiembre, fecha en la que la naviera Fred Olsen conmemora su 170 aniversario celebrando un evento histórico en Cádiz. Los cuatro barcos de su flota, Balmoral, Braemar, Boudicca y Black Watch, coincidirán en el puerto de Cádiz, con aproximadamente 4.500 personas a bordo, incluyendo los dueños de la empresa, la familia noruega Fred Olsen de gran tradición marítima como armadores, y prensa internacional.

El cuarto buque de la Cunard se botará en Fincantieri en 2022

El buque número 249 que enarbole la bandera de Cunard, desde la fundación de la compañía en 1840, se construye a día de hoy en el astillero Fincantieri en Monfalcone, Italia. y su entrega está prevista para 2022, según informan desde Mundomar Cruceros. La naviera Cunard, fundada en 1838 por el magnate británico Samuel Cunard (1787-1865). El continente americano dice deberle mucho a Cunard, ya que fue el medio de transporte elegido por más de cuatro millones de personas que optaron por emigrar a tierras americanas desde la vieja Europa. Tanto es así, que la compañía lleva a gala que uno de cada seis americanos tiene un antepasado que llegó a América a bordo de la Cunard. La botadura del nuevo buque en 2022 deja claro que es una compañía con mucho pasado y un gran futuro.

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