Rejas contra las Personas Sin Hogar en Cádiz

Una finca cuyos soportales solían ocupar Sin Techo instala unos elementos que impiden el acceso, como ya hiciera el edificio colindante hace unos años

En los bajos de la Plaza de Capuchinos se adoptó la misma solución hace unos meses

Vallas recién colocadas en el edificio de la Plaza de la Constitución.
Vallas recién colocadas en el edificio de la Plaza de la Constitución. / Julio González

Cádiz sigue poniendo rejas contra las personas sin hogar. Las acampadas permanentes que en diversos puntos de la ciudad se han convertido en habituales en los últimos años está dando lugar al blindaje de los bajos de edificios, que asoma como la única solución para evitar los problemas o incidencias que puedan estar derivadas de esta presencia permanente de personas no ya durmiendo, sino viviendo en la calle.

El último ejemplo se ha producido esta semana en la Plaza de la Constitución, en el edificio colindante con la trasera de la Subdelegación del Gobierno y con una sede administrativa de la Junta de Andalucía (Agricultura, Pesca y Medio Ambiente). En los últimos tiempos, la presencia de personas sin hogar se había convertido en algo permanente, con una acampada que cogía una mitad completa de los bajos del edificio, donde se había improvisado una especie de pequeña construcción con paredes de cartón en la que vivía una o varias personas las 24 horas del día.

Ante esta situación, la solución a la que han llegado los propietarios del edificio ha sido levantar una reja que protege el acceso a este soportal. Algo que, de hecho, hizo ya unos años el vecino edificio de la Junta cuando fue sometido a unas obras. De este modo, los que utilizaban esta finca de la Plaza de la Constitución como improvisado hogar, habrán tenido que buscar otra alternativa para pernoctar y para permanecer durante el día.

El levantamiento de estas rejas recuerda a lo que hace escasas semanas se producía también en los bajos de la plaza de Capuchinos, donde a raíz de incidentes y problemas de sucesos, de limpieza y de salubridad, el Ayuntamiento procedió a acotar y anunció la instalación también de unas rejas tras la reclamación de los vecinos, que aseguraban estar hartos de esta situación.

Y más atrás en el tiempo, la instalación de rejas también fue la solución que el Ayuntamiento (con José María González Kichi como alcalde) encontró a las diversas acampadas que se establecieron de manera permanente en las Puertas de Tierra, ante el Museo del Títere.

En todos estos casos, se repite la tónica de que las personas sin hogar no solo utilizan los espacios para pernoctar, sino que permanecen asentados durante las 24 horas al día, con los consiguientes problemas derivados de higiene, salubridad, ruidos y otras incidencias que quedaron reflejadas en ocasiones anteriores o que fueron perceptibles -incluso para la plantilla municipal- los días en que personas sin hogar ocuparon los bajos del Ayuntamiento gaditano.

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