El plan del puerto excluye viviendas en la reordenación de la vieja terminal de contenedores

La relación puerto-ciudad en Cádiz

La normativa estatal en materia portuaria descarta el uso residencial en este tipo de suelos

El hotel en la Ciudad del Mar y el aparcamiento serán las obras prioritarias

La nueva terminal y el antiguo muelle, que será objeto de una profunda reurbanización
La nueva terminal y el antiguo muelle, que será objeto de una profunda reurbanización / D.C.

Cádiz/El foro que el pasado jueves se celebró sobre la relación puerto-ciudad dejó un mensaje que, leído entre líneas, aclara a priori una de las principales dudas que quedaban sobre la futura reurbanización de la Punta de San Felipe y la terminal Reina Sofía: la construcción de viviendas en estos terrenos.

En las intervenciones que realizaron los representantes de la Autoridad Portuaria se dejó bien claro que el Plan Especial que está a punto de aprobarse se basa en la normativa del Plan de Puertos ya existente, descartándose con claridad la desafectación de este suelo, que seguirá en manos de la administración portuaria.

De esta forma, la profunda reordenación que van a sufrir los 300.000 metros cuadrados de suelo portuario, afectados por el plan de integración puerto-ciudad, no incluirá la construcción de viviendas,no incluirá la construcción de viviendas ni de renta libre ni de protección oficial.

Esta era una de las posibilidades que se habían planteado en las alternativas elaboradas por la universidad de Madrid. Uno de estos equipos técnicos puso sobre la mesa la continuidad de la barriada de la Hispanidad como una forma física de conexión de la actual ciudad con la nueva urbanización. Sin definir el número de viviendas, sí proponía la construcción de varios bloques residenciales como puerta de entrada al nuevo espacio ciudadano.

Esta posibilidad, sin embargo, se topó con el rechazo de diversos colectivos ciudadanos y, especialmente, con el voto contrario del Ayuntamiento de Cádiz.

A pesar de la evidente falta de viviendas que tiene la capital, también es cierto que el casco antiguo soporta una importante saturación pues en poco más de un kilómetro cuadrado de suelo residencial viven algo más de 30.000 personas, situación que se agravaría con la ejecución de cientos de pisos más en una zona, además, que físicamente es un cuello de botella.

El puerto de Cádiz, que previsiblemente aprobará inicialmente el Plan Especial antes de que concluya el próximo mes de diciembre, tiene claro que los suelos tienen que formar parte del puerto. Sólo a través del PGOU y previa autorización del Consejo de Gobierno se podría desafectar este suelo.

Frente a ello, el Plan de Puertos sí está abierto a otros usos. En el caso de Cádiz, además de priorizar la continuidad de espacios portuarios relacionados con el sector de los cruceros y de la náutica, también se le dará un papel relevante a la creación de grandes espacios públicos. En este sentido ya se ha anunciado que las zonas verdes previstas duplicarán las existentes actualmente en el casco histórico de la ciudad.

Equipamientos dedicados al ocio y la cultura, así como otros comerciales complementarán el diseño del que es el último suelo de oportunidad que tiene la ciudad.

Ciertamente, una operación de este calado no se ejecuta de la noche a la mañana. Por lo pronto, tan importante es lograr para su desarrollo la financiación pública como la privada. Es, por ello, un plan que necesita años de ejecución. Sólo cabe esperar que no se produzcan los parones administrativos habituales en esta ciudad. Hay que tener en cuenta que el Plan Especial pintará los usos generales pero no entrará al detalle de lo que irá en cada una de las parcelas.

Es de suponer que las dos prioridades serán la transformación del esqueleto de la Ciudad del Mar en un hotel, a punto de ser autorizado por el Gobierno, y la construcción de un macroaparcamiento para 1.500 plazas en el primer tramo de la nueva urbanización.

Entre la accesibilidad y el diálogo político

De lo conocido hasta ahora del Plan Especial del puerto para los 300.000 metros cuadrados que van a quedar vacante, destaca una evidente apuesta por la mejora de la accesibilidad dentro de la trama urbana. Por lo pronto la construcción en el acceso a estos terrenos de un gran aparcamiento, con unas 1.500 plazas, tiene un evidente carácter disuasorio y un apoyo a la peatonalización de todo el casco histórico. A la vez, la presencia del carril bici será un referente así como la hipotética llegada del tranvía metropolitano, tal vez la actuación que esté más en el aire. Y junto a todo ello, la apertura de grandes espacios abiertos para el paseo de los ciudadanos que abrirán la posibilidad de desarrollar actividades lúdicas ylúdicasy culturales al aire libre.

Junto a ello, la enorme diferencia ideológica que hay actualmente entre quienes gestionan el Ayuntamiento, de Unidas Podemos, y la Autoridad Portuaria, del PP, no ha impedido que ambas administraciones hayan sabido poner por delante los intereses de la ciudad a la hora de sentarse y dialogar sobre el futuro de 300.000 metros cuadrados de suelo portuario tan importantes para el desarrollo de la ciudad. El Ayuntamiento ha rechazado desde un principio proyectos relacionados con el ladrillo y la especulación que han fracasado en otras ciudades. Por el contrario sí apuesta por unos terrenos con vocación de generar espacios que complementen la ciudad y no atraer usos que ya existen en Cádiz o en el entorno de la Bahía.

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