La gran estrella es ya la reordenación del polígono exterior de la Zona Franca

Que la estrella del nuevo PGOU es la radical reforma del polígono exterior de la Zona Franca lo deja claro un porcentaje: el 69%, que son las actuaciones del Plan que se circunscribe a esta parte del término municipal, con cerca de medio millón de metros cuadrados de superficie.

El diseño de esta operación, que en su conjunto puede suponer unos 600 millones de euros en inversiones y que debería de estar concluida en el periodo de ocho o diez años, dependiendo de la incidencia de la crisis económica en el gasto público, ya es conocido: una remodelación total, con la apertura de calles más amplias y bien urbanizadas, la habilitación de espacios libres y con equipamientos ciudadanos, la apertura de pequeños hoteles y, sobre todo, la apuesta por la conversión de la zona industrial, hoy extremadamente degradada, en un gran escaparate económico de la actividad industrial y comercial no solo de la ciudad sino del conjunto de la provincia.

Para sacar adelante este proyecto, el Ayuntamiento y el Consorcio de la Zona Franca crearon, cuando al frente de éste estaba el PSOE, una oficina que viene funcionando desde el pasado verano.

El trabajo está siendo intenso. Se está elaborando un censo de todos los locales existentes, reflejando la situación de la propiedad y de las propias naves, a la vez que se encuentran en un estado muy avanzado las oficinas que se van a utilizar de realojo para ir avanzando en la ejecución de las obras. Al mismo tiempo que se redacta este censo, se han mantenido varias reuniones con los industriales ubicados en el polígono industrial para ver cuáles son sus intensiones y su opinión sobre este plan.

En un principio se plantea actuar sobre la pastilla de Navalips, industrias cuyas naves ya se han derribado. Aquí y en edificios anexos se pretende levantar el Centro Metropolitano de Espectáculos. Otra zona sobre la que se podría trabajar a corto plazo es la de Talleres Faro, convirtiéndose ambas en ejemplo del diseño futuro de todo el polígono.

En la etapa de gestión del socialista José de Mier al frente de la Zona Franca, cuyo equipo trabajó de forma muy estrecha con los técnicos del Ayuntamiento para impulsar este plan, éste ya destacó a Diario de Cádiz que se pretendía sacar adelante un proyecto basado en realidades y no en sueños o en compromisos imposibles de cumplir. En este sentido, destacó el interés por empresas privadas para asentarse en este suelo, primando proyectos con garantías de futuro. En base a las necesidades de estos negocios así cerraría el diseño final del polígono exterior.

El Gobierno Central del PP, del que depende el Consorcio de la Zona Franca, ya mostró en su momento su decidido apoyo para un desarrollo ágil de esta remodelación.