"Uno de los retos de la Coral de la UCA es hacer cosas nuevas cada año"
Josefina Junquera Coca | Presidenta de la Coral de la Universidad de Cádiz
La responsable de la formación dependiente de la UCA destaca la capacidad de afrontar nuevos proyectos siendo un grupo de cantores no profesionales
Tradición y novedad en el concierto extraordinario de Semana Santa en el Falla

Que Josefina Junquera sea un alma culturalmente inquieta no es casi ni noticia. Poco después de jubilarse en 2015 como profesora de Lengua y Literatura en los cursos superiores del colegio Salesianos de Cádiz, su particular amor por las artes la llevó en 2016 a hacer las pruebas para ingresar en la Coral de la Universidad de Cádiz (UCA). Las hizo junto a su marido, Ramón Vargas-Machuca. Desde entonces, ambos forman parte de este grupo cantor del que, además, Josefina Junquera es desde el año pasado presidenta tras sustituir en el cargo a Ramón Blanco. Además de llevar gestionar y el funcionamiento de la coral, Junquera ha llegado a la presidencia heredando un reciente proyecto de enjundia: la creación de una orquesta propia por iniciativa del actual rector, Casimiro Mantell. Con Juan Manuel Pérez Madueño al frente de las dos formaciones, Josefina Junquera, que también ha sido concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Cádiz y diputada responsable del área en la Diputación Provincial, analiza en esta entrevista el presente y futuro de estos dos grupos nacidos al amparo de la UCA y que el próximo sábado, 12 de abril, protagonizarán en el Teatro Falla el concierto extraordinario de Semana Santa.
Pregunta.–¿Cuáles son las funciones de la presidenta en una coral que actúa en nombre de la Universidad de Cádiz, entidad a la que pertenece?
Respuesta.–Pues el presidente, según los estatutos, tiene que hacerse cargo de la junta directiva, controlar la organización de la coral, controlar las subvenciones que se reciben; tiene voto de calidad en cuestión de empate... Y el presidente, con miembros de la junta directiva como el tesorero y secretario, tiene que procurar buscar financiación. Eso no es una cuestión de la universidad, es cuestión de la propia coral, aunque la propia universidad nos subvenciona.
P.–¿Una parte?
R.–Una parte nos subvenciona la universidad. Tenemos que estar a disposición de la universidad siempre que ella lo requiera, en ceremonias de Honoris Causa, apertura y clausura de curso... Y, además, tenemos nuestros proyectos.
P.–Los miembros de la Coral no aportan cuotas.
R.–No tenemos cuotas ni recibimos ningún dinero. Tenemos patrocinios. Por ejemplo, la Autoridad Portuaria nos ha patrocinado, la Diputación, el Ayuntamiento, que además nos incluye en la programación del Falla; también Zona Franca, con el concierto de Incubazul. Diario de Cádiz es otro de nuestros patrocinadores.
Luego, la universidad nos pide expresamente que hagamos algunas cosas, como el concierto de la plaza de España, el de la zarzuela al aire libre. También participamos en actividades como los Cursos de Verano, donde organizamos cursos para formación de los coralistas y de la gente que quiera apuntarse. O sea, tenemos un proceso de formación continua.
P.–¿Incluso durante la pandemia, ahora que se cumplen cinco años?
R.–También durante la pandemia. No estuvimos parados. Recibíamos las clases lunes y viernes, dos horas cada día, ‘online’, con Juan Manuel, el director. Y preparamos cosas; lo cantamos y lo grabamos, y él unió todo el conjunto.
P.–¿Cuáles serían los retos a los que se enfrenta ahora mismo la Coral de la UCA?
R.–Los retos serían hacer obras nuevas cada año, aunque no quiere decir que no tomemos de vez en cuando algo de nuestro repertorio fijo. En Navidad, por ejemplo, hemos hecho dos veces el Mesías, pero el director nos dijo que había que hacer cosas nuevas. Para nosotros, un reto es preparar piezas nuevas y cantarlas, una o dos veces, después de estar cinco meses preparándolo.
Y el Stabat Mater de Rossini, que vamos a cantar el día 12 en el Falla, es otro reto, es una obra complicada, es una obra difícil.
Después, un reto que se está llevando adelante es tener una orquesta propia. Eso era un reto, era una novedad que surgió a instancias del rector Casimiro Mantell, que es un melómano y nos propuso lo de la orquesta.
P.–No debe ser fácil contar con una orquesta propia.
R.–Es difícil. Y son profesionales, profesores del conservatorio, gente que ha terminado la carrera, gente que ha estado trabajando o que está en el extranjero, que los llaman para estancias de unos meses; por eso es a veces complicado. Tenemos un núcleo central, fijo, a los que tenemos que programar los conciertos, porque los músicos tienen agendas a medio y largo plazo. Entonces, en torno a ese núcleo central hay una serie de músicos que colaboran con nosotros y a los que pedimos que reserven determinadas fechas para tocar con nosotros, ya sea en Semana Santa o Navidad.
P.–La programación de conciertos de la Coral y la Orquesta de la UCA está muy clara, con Navidad, Semana Santa y alguna actuación más en el Falla, como zarzuela. Pero este año se suma un concierto dentro del ciclo de música de la Asociación Qultura.
R.–Sí, nosotros nos hemos reunido con quienes llevan la Asociación Qultura, con Pedro Fernández, y hemos acordado mantener una colaboración. Y, este año, la orquesta de la Universidad va a estar en mayo en el Falla gracias a esa colaboración que estamos teniendo con ellos. Porque, hombre, si hay una asociación que se dedica a la música y a la música clásica, y nosotros hacemos mucha música clásica, ya te digo que la fusión con Qultura es casi natural, por así decirlo. Ellos son también una asociación que se ha lanzado al vacío, y ha dicho, venga, nosotros queremos que la ciudad disfrute de estos conciertos; y nosotros estamos bajo el amparo de la universidad, el paraguas nuestro es la universidad.
P.–¿La Coral tiene grabaciones?
R.–Durante la etapa en que yo he estado, se grabó el himno de Jerez, que preparamos en la pandemia porque hicieron un homenaje a Manuel Alejandro. Entonces fuimos allí, cantamos y aquello se grabó. Eso desde que yo estoy en la coral. Pero antes sí que se ha grabado, se ha grabado mucho y se ha documentado... Y, hombre, recuperando lo de los retos, también tenemos otro por delante...
P.–¿Cuál?
R.–Está la figura de Manuel de Falla ahí, de quien el año que viene se cumplen 150 años de su nacimiento. Creo que se lo debemos a Falla. O sea, Cádiz le debe a Falla todo; y todo lo que Cádiz haga por Falla, bueno es. Es igual que si en Salzburgo no se interpreta a Mozart, así tendría también que ser en Cádiz con Falla.
P.–¿Cómo es el trabajo de Juan Manuel Pérez Madueño al frente de la Coral de la UCA y ahora, también, como director de la Orquesta?
R.–Juan Manuel Pérez Madueño es muy pedagogo, nos enseña muy bien a cantar. Nosotros tenemos varias fases dentro de lo que es la coral. A la hora de distribuir el tiempo, primero nos enseña técnica vocal, nos enseña a calentar las voces, nos enseña a hacer gorgoritos, y luego ya, cuerda por cuerda, vamos aprendiendo cada obra, y luego ya se junta todo.
P.–Sois, además, aficionados.
R.–Todos somos aficionados, independiente de que haya gente que tenga estudios de música. Esa es una de las características de la coral: que lo excelente, la música clásica, la música de minorías por antonomasia, se convierta en un bien que pueda ser escuchado, apreciado y compartido con todos los ciudadanos y con toda la gente que va a escucharnos.
Es una coral muy amplia, somos más de cien personas. Y aunque los que ingresamos no tengamos conocimientos de canto, el director nos educa la voz, él hace que podamos cantar. Esa es la grandeza de la coral. Aquí no se selecciona a gente que venga con experiencia previa o que tenga una voz privilegiada, que los hay. Hay tanto hombres como mujeres que tienen una voz magnífica. A otros, que tenemos la voz más o menos normalita y no educada, él nos la educa y hace que podamos cantar todos juntos. La democratización de la cultura empieza por ahí.
P.–¿Hay mucha disciplina?
R.–Todo está muy regulado, muy disciplinado. Nosotros tenemos siempre ensayos los lunes y viernes, dos horas cada día. O sea, cuatro horas a la semana. Pero un mes o mes y medio antes de los conciertos, como pasa ahora mismo con el de Semana Santa del próximo sábado, ya no son cuatro horas. Pueden ser seis, ocho, diez... Y además hay que conectar con los otros cantantes, los que ejercen de solistas invitados. Y tenemos unas semanas antes ensayos con la orquesta, por la mañana y por la tarde. Tenemos que escuchar a los solistas. Porque tú puedes escuchar las grabaciones, pero tienes que escucharlos en directo. Ese es el modo en que trabajamos.
P.–Además de los solistas invitados para cada concierto, hay miembros de la coral que en ocasiones actúan también como solistas.
R.–Claro, claro. Juan Manuel les va dando esa oportunidad a quienes destacan un poco más o tienen más cualidades. Igual que hay componentes de la orquesta que son compositores y estrenan sus obras en nuestros conciertos.
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