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Royal Caribbean se trae para Cádiz la actualización de su crucero Allure of the Seas valorada en más de 100 millones de euros

La remodelación a la que se va a someter el buque turístico es de gran calado

Es un proyecto que se pospuso debido al parón y la incertidumbre de la pandemia y que ahora recupera la naviera norteamericana

Navantia Cádiz es, desde 2022, el astillero que más cruceros repara en el mundo

Una de las pistas deportivas con las que cuenta el Allure of the Seas antes de verse sometido a la profunda remodelación que vivirá en el astillero gaditano de Navantia dentro de unos meses

Cádiz/El gigantismo de los cruceros y la tendencia de las navieras a hacer sus buques cada vez más grandes está provocando dos consecuencias directas. Los astilleros más pequeños se están quedando fuera del mercado porque son incapaces de contar con cantil ni con infraestructura ni personal ni empresas auxiliares con experiencia para afrontar estos nuevos buques, cuyas esloras superan ya los 350 metros, mientras que factorías como la de Cádiz y de su Bahía suben en el ránking gracias a sus instalaciones.

Sin ir más lejos, la joya de la corona se llama dique 4, un "cajón" en el que cabe un buque de hasta 385 metros de eslora (longitud), 67 metros de manga (ancho) y 15 metros de puntal (altura). Este dique forma parte de Navantia Cádiz y se ha convertido en un reclamo fundamental para que de unos años para acá las grandes navieras estén apostando por la factoría de reparaciones gaditanas no sólo para la puesta a punto de sus flotas sino, sobre todo, para llevar a cabo rehabilitaciones y reformas de gran calado, nunca mejor dicho, que llevan consigo presupuestos millonarios capaces de poner a flote (nunca mejor dicho) a cualquier empresa.

Pues algo así está pasando y va a pasar con la llegada del Allure of the Seas, uno de los buques más grandes de Royal Caribbean, a pocos metros del Icon of the seas, considerado a día de hoy el más grande del mundo, que ya, por cierto, pasó hace unos meses por el astillero gaditano para una varada técnica previa a su inauguración en Miami.

Royal Caribbean temblaba hasta hace unos días porque se encontraba con un serio problema: Uno de los pocos astilleros el mundo en el que se podía someter a una importante actualización a su Allure of the Sea estaba sometido a una serie de enfrentamientos laborales, cuyo trasfondo no le hacía demasiado gracia ni a ella ni a otras compañías de la competencia como Carnival.

El Allure of the Seas se dejará ver de nuevo por Cádiz en febrero de este año.

Pero Royal Caribbean ha despertado de esa pesadilla y se ha encontrado con que la bandera blanca luce ya en el puerto de Cádiz y que nada hay que temer, de manera que ha marcado con una equis tan grande como ha podido en su mapa estratégico para localizar al astillero de Navantia de Cádiz capital como dársena a la que traer de aquí a finales de febrero a su Allure of the Seas. Este gigantesco buque, cuya eslora es similar a más de tres campos de fútbol como el del estadio Nuevo Mirandilla del Cadiz C.F. llegará, si nada falla, y la paz sigue vigente en el astillero de reparaciones de la capital, llegará aquí el 24 de febrero y aquí permanecerá, ni más ni menos que hasta el 7 de abril (42 días de estancia, cuando una varada rutinaria suele requerir un "alojamiento" de poco más de dos semanas).

Y es que no sólo asusta su estancia sino que lo que más asusta es la inversión que va a llevar a cabo esta importante naviera, una de las que más ha hecho por el brutal desarrollo de la industria de los cruceros y sobre el hecho de que esta fórmula se haya convertido en una de las preferidas en el mundo entero para viajar a la vez que se descansa a cuerpo de rey.

100 millones de euros es lo que le costará a Roya Caribbean llevar a cabo un sueño que le obligó a dejar aparcado por culpa de la pandemia. Con ese dinero quiere renovar este barco de la clase Oasis, cuya intención es "soltarlo" en el Mediterráneo Occidental para llevar a cabo cruceritos de siete noches con salida desde Barcelona.

Durante ese tiempo, no sólo se lleva a cabo la revisión de la maquinaria, hélices, estabilizadores y demás. También se ejecutará una importante remodelación de la parte de cubierta y camarotes (la llamada zona de hotel), que puede llegar a movilizar entre 2.500 y 3.000 contratistas colaboradores.

Este trabajo se podría convertir en la varada que mayor ingresos económicos podría dejar en el astillero gaditano a lo largo de 2025, un año que se prevé convertir en uno de los mejores de su historia.

La naviera informa en su página web que con esta mejora espera triplicar las opciones de vacaciones que los cruceristas ya disponen en el interior del barco. "Allure se reinventará con lo mejor de Royal Caribbean" aseguran, con mejoras como un bar estilo 'tiki', una increíble terraza con piscina o un tobogán seco de 10 pisos de altura.

Así es el 'Allure of the Seas'

El 'Allure of the Seas' es un viejo conocido en el astillero de Cádiz. El barco tiene capacidad para acoger a 6.780 pasajeros y a unos 2.200 tripulantes. Se trata de uno de los barcos más grandes del mundo, 'hermano gemelo' del 'Oasis of the Seas'. Más que un crucero es una auténtica ciudad flotante con todo tipo de restaurantes, instalaciones de ocio, tiendas y espacios abiertos en su interior.

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