"De aquí no me saca ni la Guardia Civil"
Un paciente cuenta cómo le dieron el alta un día después de ser operado y tuvo que ingresar de nuevo al encontrarse mal AO insiste en que se dieron altas "a la ligera" para liberar camas
"Yo no me voy de aquí, me tiene que echar la Guardia Civil". Así de categórico se mostraba ayer un enfermo hospitalizado en el Puerta del Mar tras volver a ingresar horas después de que le dieran el alta en la mañana del pasado martes. "Salí de la anestesia a las cuatro de la tarde del lunes y a las diez de la mañana del martes me enviaron a casa. Una vez allí tenía muchos dolores y seguía orinando sangre", contaba el paciente ayer a este medio. Le habían intervenido para hacerle un legrado de vejiga. Ante su incómoda situación, llamó a su médica de cabecera, quien le aconsejó que volviera a Urgencias. Allí tuvo que esperar de nuevo varias horas antes de ser reingresado el martes por la tarde. "Hoy -por ayer- me dejaron caer que a lo mejor me daban el alta pronto, pero yo no me voy de aquí hasta que me encuentre bien. Tengo claro que de aquí saldré cuando no tenga dolores", se quejaba el paciente.
Otros afectados corroboraban ayer lo vivido en el hospital a principios de semana. "A mi padre le ha pasado. Fue a urgencias el martes sobre las siete menos cuarto de la tarde y no le atendieron hasta cerca de las once de la noche. Necesitaba ingreso y por falta de camas lo llevaron a observación. Pudo subir a planta esta madrugada -la de ayer- sobre las dos, después de más de 24 horas de espera", declaraba María. "No es normal que una ciudad donde la población aumenta en verano no se usen camas por falta de personal. Es inhumano, así no se puede tratar a un enfermo", denunciaba.
Ambos casos responden a la situación de colapso vivida a principios de esta semana en el área de Urgencias ante la falta de camas en el centro hospitalario. Y es que según los sindicatos Autonomía Obrera y CGT, existían 180 camas inutilizadas y se produjeron altas "a la ligera" para que varias de ellas se quedaran vacías, hecho que negó el Servicio Andaluz de Salud. El testimonio de este paciente avala la denuncia realizada por los sindicatos. Ayer, José Martínez, delegado sindical de Autonomía Obrera en el hospital universitario, indicaba que el del enfermo operado de vejiga no fue el único caso de alta el pasado martes, recordando que ese día "aparecieron de repente 20 camas libres". Martínez calificó de "enorme" la "presión" que sufren muchos médicos para dar altas con antelación. "Parece que cuanto menos tiempo esté un enfermo en el hospital, mejor. Pero hay casos que requieren tiempo y con la salud no se puede jugar. El sistema debe saber responder a casos puntuales de gran demanda sin dar altas a la ligera", añadió el dirigente sindical.
Martínez afirmó que "un hospital no puede funcionar esperando a dar altas para poder ingresar a otros pacientes, debe tener camas disponibles para casos de gran demanda. No puede tener nunca el 100% ocupado". El representante de Autonomía Obrera advirtió que aunque el SAS "insista en que las camas se pueden abrir en cualquier coyuntura parecida, no es así. Cruzaremos los dedos porque esta situación puede darse de nuevo, como ya ha ocurrido dos veces este verano. Bastaría con abrir sólo un control de los que permanecen cerrados". Como ejemplo del colapso producido, Martínez aseguró que el pasado martes "tuvieron que meter enfermos en la sala de reanimación, un lugar que debe estar libre por si llegan casos muy urgentes".
El servicio de Urgencias del Hospital Puerta del Mar se encontraba ayer más tranquilo que en días anteriores. Pacientes y familiares se concentraban en la entrada de Urgencias, aunque la sala de espera estaba casi vacía. Dentro, esperando a ser atendidos, eran muchos los ciudadanos que se quejaban de la falta de personal. María Teresa Romero, de San Fernando, comentaba que "hay menos gente trabajando en verano", una temporada en la que la ciudad se llena de turistas. Éste también es el caso de Enriqueta, ayer en Urgencias junto a su madre, con la que se encuentra de vacaciones en Cádiz y quien denunciaba que hay "falta de celadores para empujar la silla de ruedas". Por otro lado, María, también junto a su madre en uno de los pasillos, lamentaba no encontrar "a nadie que le dé la insulina a mi madre y no ha podido comer". Eran ya las cinco de la tarde.
La tardanza en la hora de pasar a consulta tras ser atendidos en triaje es una de las causas que denunciaban los pacientes en la jornada de ayer. También existía el problema de los enfermos que se encontraban esperando cama, como le ocurría a Manuela Carrasco, que llevaba ya siete horas en el hospital, tres de ellas sentada en la sala de espera hasta que la llamasen para trasladarla a una cama en planta. No era el único caso, ya que otro de los pacientes aseguraba que se encontraba "aquí metido desde las nueve de la mañana". En la sala de espera se podía ver también a un matrimonio de avanzada edad en el que el marido, tumbado en una camilla, esperaba, desde hacía varias horas, una ambulancia para poder regresar a casa.
A pesar de todo, los familiares y pacientes que se daban cita ayer en el Servicio de Urgencias afirmaban estar satisfechos con la atención recibida por parte de los médicos y enfermeros en las consultas, y comprendían la tardanza en pasar a consulta, debido a que, como comentaba Loli, acompañante de uno de los pacientes en la tarde de ayer, "en Urgencias están saturados".
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