Alfonso Guerra en Cádiz: Y todos salieron en la foto
Entrega del II Premio José Pedro Pérez-Llorca
Políticos de ayer y de hoy arroparon al dirigente "inconformista pero no rebelde" que tanto contribuyó décadas atrás al desarrollo de España
El acto del Colegio de Abogados fue todo un monumento a la oratoria en el Oratorio
Cádiz/Durante varios lustros, allá por las décadas de los 80 y los 90 del siglo pasado, Alfonso Guerra era uno de los hombres más poderosos que había en España, pero también era uno de los más temidos. Y es que, siempre a la sombra de Felipe González, Guerra dirigía con mano de hierro el Gobierno de este país y sobre todo un PSOE mastodóntico que por aquel entonces gobernaba en casi todas las instituciones públicas, y además con mayorías aplastantes.
Con su ironía y su discurso ácido, empequeñecía a sus rivales, tanto a los de la oposición como a los sectores críticos que fueran surgiendo en el seno del Partido Socialista. En aquella época, en la que podía con todos, Alfonso Guerra gustaba de recurrir a su chispa y a su ingenio para regalar frases que han quedado para la posteridad. Una de las más famosas fue aquella de "quien se mueve no sale en la foto", en lo que era un claro aviso a los más díscolos de su partido.
Pero esa advertencia era, claro, hace varias décadas. Porque ayer, se movieran o no, sí pudieron salir todos en la foto. Porque no fueron pocos los que quisieron arropar a Alfonso Guerra en un día y en un lugar tan señalados. Políticos de ayer y de hoy, muchos de Cádiz y otros venidos de otros puntos de Andalucía, estuvieron presentes para arropar al político sevillano, a este emblema de la Transición española, a este dirigente "inconformista pero no rebelde", como él mismo se autodefinió durante su intervención.
Que a la entrega de un premio acuda todo un ex presidente de la Junta de Andalucía como José Rodríguez de la Borbolla, o un ex presidente de la Junta de Extremadura como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, o un ex presidente del Parlamento de Andalucía como Antonio Ojeda, viene a corroborar que el homenajeado era alguien de peso, como efectivamente se pudo comprobar ayer.
Defensor acérrimo de la Constitución de 1978, Guerra no se está mordiendo mucho la lengua en los últimos tiempos a la hora de criticar aquellas políticas del Gobierno de Pedro Sánchez que, a su entender, no van en consonancia con el espíritu de aquella Carta Magna. Eso le ha convertido en un referente de los socialistas antiguos pero no tanto de los que mandan ahora en su partido. Pero, pese a ello, hubo una nutrida representación socialista ayer en el Oratorio de San Felipe Neri, con Jose Pacheco, Fran González, José Ramón Ortega Patricia Cavada, Óscar Torres o David de la Encina, entre otros, sin olvidar a la ex concejala de Cádiz Josefina Junquera.
Pero también desde el PP quisieron acompañar ayer a su archienemigo de varias décadas atrás. De ahí la presencia, por ejemplo, de Ana Mestre, Teófila Martínez, Bruno García, Mercedes Colombo o Juancho Ortiz.
Junto a casi todas las autoridades civiles y militares de la provincia, todos pudieron presenciar un acto emotivo en el que se recordó con cariño al gaditano José Pedro Pérez-Llorca y que, gracias a todos los intervinientes, se transformó en un monumento a la oratoria en el Oratorio.
El premio José Pedro Pérez-Llorca, que este año ha vivido su segunda edición, fue ideado por el Colegio de Abogados de Cádiz para rendir homenaje al padre gaditano de la Constitución, que era igualmente miembro de este colegio de abogados. Por ello, la presencia de letrados llegados de muchas ciudades de la provincia fue ayer la tónica general. Entre ellos estaba el isleño José Adolfo Baturone, que la próxima semana relevará a Pascual Valiente como decano de este Colegio. En Baturone recaerá la responsabilidad de elegir a un nuevo premio José Pedro Pérez-Llorca. Y visto el éxito de ayer, por la importancia del premiado, por la respuesta del público y por la calidad del acto, esa elección no parece fácil.
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