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El "salto al vacío" de María Fernández en la Central Lechera de Cádiz

La actriz gaditana, hasta ahora conocida como Mariki Fernández, estrena 'La práctica de la carne' los días 29 y 30 de noviembre

Se trata de una pieza de investigación escénica donde, con la maternidad como punto de partida, la intérprete se embarca en un inesperado viaje de autodescubrimiento

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La actriz gaditana María Fernández, con algunas de las piezas de vestuario de 'La práctica de la carne'. / Jesús Marín

Cádiz/Como "un salto al vacío", como una "pieza de investigación" que desemboca en un inesperado viaje de autodescubrimiento, abraza María FernándezLa práctica de la carne, la obra que estrenará los próximos 29 y 30 de noviembre en la Sala Central Lechera de Cádiz y con la que la actriz gaditana, conocida hasta ahora como Mariki Fernández, se desprende de todas las etiquetas para reencontrarse con ella misma y con el público.

Así, a través de la siempre compleja pero rica relación entre el arte, el cuerpo y la maternidad, María Fernández pone en pie una innovadora pieza de investigación escénica donde experiencia personal y relato ficcionado se combinan a través de "la palabra, el cuerpo, la fotografía y el collage", explica la creadora que lleva inmersa en esta producción "desde el año 2021" cuando empezó con el trabajo "de archivo e investigación".

"Al principio estuve con una compañera realizando collages digitales sobre fotos mías e iconos maternos, la Inmaculada de Murillo, la Venus de Willendorf... Reflexionando un poco la relación del cuerpo de la mujer con la maternidad pero a través de la historia, pero también cómo esas imágenes me habían podido influir a mí y a la imagen de la maternidad que yo tenía", detalla la intérprete que, posteriormente, llevó todo ese trabajo a la escena "quedando al final en la pieza un poco la parte más personal y pinceladas de todo lo demás".

Un proceso "sorprendente" hasta la propia creadora que en el desarrollo de la construcción de su pieza, ha visto cómo la maternidad se quedaba "como un punto de partida" para revelar "conflictos más profundos y personales que han influido en mi vida pero también en mi carrera artística", confiesa.

Porque para 'parir' La práctica de la carne, María Fernández ha observado y analizado su propia identidad "para no saber qué hacer con ella". "Quieres, por un lado, reventarla, quieres, por otro, transformarla; pero también buscas aceptarte, reconciliarte con lo que eres y con lo que representas... Me he puesto enfrene del conflicto de rebelarse contra la imagen pero también abrazarla. Hacer esta pieza ha sido como ponerle nombre a las cosas que hago y, a la vez, querer fugarme de mi propia etiqueta artística. Por eso he cambiado hasta mi nombre artístico, de Mariki a María, bueno, de hecho, esta pieza se iba a llamar en principio Ave María, pero lo deseché porque, como te digo, el tema de la maternidad fue quedándose sólo en un punto de partida con el que trabajar el proceso", reflexiona.

Un proceso complejo que, irremediablmente, fue tomando las hechuras de la experiencia performativa. "Además, cada vez más me estaba apeteciendo poner el cuerpo. Tenía muchísimas ganas de trabajar las artes vivas, que es algo que, además, he estado explorando de la mano de Rosa Romero y de Alberto Cortés en el proyecto de la Escuela del Sur en este último año, pero es que el propio desarrollo de la pieza me iba llevando hacia esa lugar donde al final se mezclan danza, monólogos, el elemento autobiográfico, las proyecciones y el vestuario, el vestuario es muy importante", destaca.

Porque para La práctica de la carne, María Fernández ha trabajado con el archivo fotográfico -"también el personal, el de la infancia donde, como sabes, en Cádiz el disfraz está muy presente"-, pero también con el textil, así ha tomado "trajes señeros" que han "acompañado" a la actriz a lo largo de su vida, pero transformados para el universo escénico "gracias al trabajo de Sandra García Arce", de la tienda local King Vintage. "Ella me ha hecho una pieza de vestuario increíble, digamos que a través de la ropa conseguimos repasar todas "esas máscaras" que, a veces, portamos en nuestra propia la búsqueda de la autenticidad.

De Mariki Fernández a María Fernández

Podríamos pensar que María Fernández nació en el proceso de investigación de La práctica de la carne, pero María Fernández ya existía antes de entrar en la Escuela de Arte Dramático de Málaga, donde la actriz estudió los tres primeros cursos de la carrera para culminarla en Sevilla. "Sí, fue en la escuela cuando me pusieron lo de Mariki, una compañera, para distinguirme porque había muchas marías, pero realmente en los últimos años ya he empezado a sentirme incómoda con lo de Mariki", asegura la actriz.

Mariki, el nombre artístico que ha usado casi durante 20, diez de los cuales los ha pasado fuera de Cádiz. "Después de terminar en Sevilla me fui a Barcelona, allí estuve con el clown y también perfeccionando la narrativa porque, realmente, siempre me ha gustado escribir y, en el fondo, siempre he estado escribiendo de manera paralela a mi trabajo en la escena", cuenta.

La intérprete regresó a Cádiz capital durante un año para, con la actriz Rosa Romero -"con Rosa me he estado cruzando en el camino en numerosas ocasiones", se congratula-, montar una escuela de teatro en San Fernando. "Eso duró un tiempo pero me quise ir a Granada, allí formé una compañía de clown con el que era mi compañero en ese momento y todavía ese grupo sigue funcionando. Y ya en 2013 decidí volver a Cádiz donde regresé con un monólogo que se llamó Muertas y Enterradas en el que indagaba sobre la mujer en la Historia", rememora.

Proyectos propios, colaboraciones con compañías como El Carromato, teatro de escena y teatro de calle fueron configurando su trayectoria hasta que junto a Aída Santos-Allely montó Las Ibéricas, una compañía conectada también a la experiencia en el carnaval callejero de estas actrices y con la que prácticamente han estado una década trabajando. "Y volveremos pero ahora tocaba cada una trabajar sus propios proyectos, Aida está con La Pícara de Cervantes, que le va genial y yo tenía esta querencia por meterme en la investigación escénica y en la performance. Y, bueno, veremos este Carnaval a ver qué hacemos", ríe.

Por lo pronto, ser María, María Fernández, que no es poco.

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