La sangre, el ‘gran reserva’ sanitario
Las donaciones de sangre bajaron levemente en Cádiz en 2024 y desde el SAS se insiste en la necesidad de contar con nuevos donantes, especialmente entre los menores de 30 años
La provincia registra 346 donantes de médula en un año
La sangre no se fabrica. Esta afirmación se repite casi como un mantra desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) cuando se trata de hablar de las donaciones de sangre. Las campañas puntuales de donación y los intentos de aumentar el listado de donantes habituales son continuos en un escenario, además, que no se define como alarmante pero que sí supone un toque de atención: el año 2024 cerró en Cádiz con una bajada en el número de donaciones de sangre. Recuperar las cifras y lograr nuevos donantes menores de 30 años son los retos más inmediatos. Todas las donaciones, también las de órganos, son importantes, pero las de sangre se convierten en un asunto capital desde el punto de vista de la salud colectiva, en el que nos va la vida como sociedad, y que viene a ser como el ‘gran reserva’ de la sanidad pública porque de ellas, de sus reservas en ‘bodega’, dependen multitud de tratamientos, enfermedades y situaciones de urgencia.
Porque las cifras del año pasado no son buenas. Ningún favor se hace negándolo. Las estadísticas del SAS señalan que en 2024 se registraron 30.168 donaciones de sangre en Cádiz, un 4,16% menos que en 2023, al tiempo que hubo 1.856 donaciones de plasma, lo que supuso un 2,42% menos que el anterior periodo. En total, fueron 20.529 los donantes de 2024, con una media de 1,5 donaciones al año (los hombres pueden donar cuatro veces y las mujeres tres). Los nuevos donantes fueron 3.874: un exiguo 0,05% respecto al año 2023.
Antonio Chacón es el responsable de promoción del Centro de Transfusiones Sanguíneas, que tiene sede en Jerez pero que atiende a todos los hospitales gaditanos, 14 en total entre públicos y privados, más Ceuta. El doctor ayuda a adjetivar esta foto fija que ofrecen los números: descarta las expresiones alarmante o grave y se decanta por una, quizás, intermedia pero que advierte de que es necesario actuar: “La situación es compleja”.
Y añade: “Hay que aclarar que en ningún momento va a haber problemas de suministro de productos sanguíneos a los hospitales, gracias a la Red Andaluza de Medicina Transfusional. Pese a ello, resulta prioritario hacer llegar a la población en general, y a los jóvenes en particular, que pueden donar hasta cuatro veces al año, y las mujeres tres. Nosotros debemos contar con un stock de productos por encima del 80% para tener una situación de estabilidad. Nuestro stock debe ser bastante holgado para que los pequeños stocks que hay en los hospitales se puedan ir reponiendo en la medida en que ellos vayan gastando y necesitando más cantidad. Es prioritario ahora conseguir mayor número de donaciones para mantener la demanda hospitalaria de productos sanguíneos”.
En sus comunicados sobre este tema, el SAS siempre recuerda que los tratamientos médicos de muchas personas dependen de la sangre y de sus reservas: trasplantes, cirugías, tratamientos oncológicos, enfermedades propias de la sangre... De cada donación de sangre se obtienen, como explica Chacón, tres elementos en tres bolsas diferentes: hematíes, plaquetas y plasma. “Cada elemento va a ir a un enfermo diferente. Lo más importante de la donación, un acto sencillo, corto y totalmente seguro, es que vamos a salvar vidas. Hay que pensar en los demás. Si se pudiera fabricar la sangre, pues no habría problema; sería un asunto económico. Pero no estamos en eso, no hay, incluso con las últimas tecnologías, ningún proceso de fabricación de sangre. Dependemos los unos de los otros, y esto es muy importante que lo sepa la población”.
Y del conjunto de la población, el foco está puesto, sobre todo, en los más jóvenes, en los menores de 30 años. Se trata de un sector de la población al que le cuesta donar y que, sin embargo, es prioritario para garantizar el futuro. ¿Por qué? Porque los donantes de sangre tienen fecha de caducidad: 65 años. De ahí que renovar la nómina de donantes y hacerlo por la base de la pirámide poblacional, a partir de los 18 años, se antoja fundamental para seguir garantizando las reservas.
En este objetivo, de hecho, se encuadran muchas de las acciones del SAS y de sus responsables en asuntos relacionados con la sangre y su indispensable reserva. Señala Antonio Chacón que el perfil mayoritario del donante gaditano tiene una edad encuadrada entre los 40 y los 55 años, de manera que a muchos donantes de este grupo les resta unos diez años de donaciones siempre que mantengan, como el resto de donantes evidentemente, un buen estado de salud.
“Nosotros tenemos una tendencia más bien negativa en la donación de los jóvenes -apunta Antonio Chacón-. Hay una inversión de la pirámide poblacional y entre los jóvenes tenemos pocos donantes, de forma que es prioritario captar jóvenes menores de 30 años para que se conviertan en donantes habituales. Hay que prever que los donantes actuales pueden dejar de hacerlo en el día de mañana por alguna patología o porque sean mayores de 65 años, y ahí podemos tener un problema con el número de donaciones se necesita en esta provincia”.
Como sería irresponsable quedarse sentados a la espera de que lleguen esos nuevos donantes, esa sangre nueva tan indispensable para preparar el futuro, las campañas de donación de sangre se acercan a menudo a centros educativos, facultades e institutos con personas mayores de 18 años o que están a punto de cumplirlos, para concienciar a este sector de la población que en sus manos, en sus generosos brazos más bien, se encuentra la solución a largo plazo de un posible problema: “Hay que comentar a la población en general que la sangre es un recurso limitado y que nos necesitamos los unos a los otros, que hoy podemos estar bien y mañana podemos estar en un centro hospitalario”, explica Antonio Chacón cuando quiere hacer ver que la sangre y sus reservas es un asunto de responsabilidad colectiva como sociedad, una sociedad empeñada en cuidarse y en cuidar su futuro.
Algunas claves
Requisitos para donar
Los requisitos para donar sangre son: tener entre 18 y 65 años y un peso superior a los 50 kilos, no padecer enfermedades crónicas ni tener una infección aguda, no tener anemia y no realizar prácticas de riesgo que faciliten el contagio de enfermedades como, por ejemplo, la hepatitis, la sífilis y el sida. Es obligatorio acudir con el DNI y es conveniente no ir en ayunas. No se puede hacer deporte en las dos horas antes de donar ni hacerlo 24 horas después de la donación.
Frecuencia anual
Los varones pueden donar sangre hasta cuatro veces al año, con un intervalo mínimo de dos meses entre donaciones, mientras que las mujeres pueden hacerlo tres veces al año con el mismo intervalo de tiempo. Los donantes específicos de plasma pueden acudir cada 15 días.
Cómo es la donación
Antes de la extracción se realiza una entrevista y un reconocimiento médico al donante. La extracción, un acto totalmente seguro, dura unos siete minutos aproximadamente, y después se ofrece un refrigerio.
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