Sara Baras recibe el VIII Premio Federico Joly y entrega su corazón
La bailaora y coreógrafa protagoniza una emotiva cita en el Parador de Cádiz donde este martes recogió el galardón otorgado por el Grupo Joly y patrocinado por la Fundación Unicaja
Esta distinción reconoce la carrera plagada de éxitos de una artista que siempre ha tenido a su Cádiz presente
Sara Baras: "Cádiz está muy presente en mi baile, en mi persona y en mi corazón"
Cádiz/Cuando hace casi tres años el padre de Sara Baras falleció, además de una enciclopedia de lecciones vitales, un rosario de buenos recuerdos y un amor que todavía se filtra en sus creaciones, a la bailaora y coreógrafa le fue legado “un archivo impresionante lleno de recortes de periódicos” que recorrían su carrera, “y muchos de ellos”, esos que la queridísima gaditana todavía contempla con especial cariño, “llevan el aroma de Diario de Cádiz”. Esos titulares conjura, a esa memoria sentimental se encomienda, y su corazón es el que entrega la excepcional creadora cuando recibe, emocionadísima, el VIII Premio Federico Joly de manos de José Joly, presidente del Gupo Joly, y del director general de la Fundación Bancaria Unicaja, patrocinadora de la distinción, Sergio Corral.
Fue este martes 15 de octubre, en el Parador de Cádiz, durante el transcurso de un agradable almuerzo en el que la sociedad gaditana celebra un premio “merecido y muy justo”, un premio “muy bonito”, como se venía a escuchar a poco que se pusiera en el oído en cada corrillo momentos antes de comenzar el acto.
Un premio a “un zapateado hipnótico”, a “más de 25 años de compañía (el Ballet Flamenco Sara Baras) profesional”, a “tres premios Max, al Nacional de Danza, a la Medalla de Oro de Andalucía, a la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, a la Gaditana del Año, a la Hija Predilecta de Cádiz”, a la mujer que, en fin, “ha hecho más grande y más universal el flamenco” y que “lleva la esencia de nuestra tierra en la sangre y ha paseado el nombre de Cádiz por escenarios de los cinco continentes”, tal y como glosa el presidente del jurado del galardón, el pintor Hernán Cortés, en su discurso.
Sara Baras, desde su asiento, se estremece. No será el único momento en el que se quiebre y le broten las lágrimas. Bajo y encima del escenario. Sara Baras se emociona y se muestra, como diría momentos después la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, “como es”, “tan nuestra”. Como siempre ha sido desde el inicio de su, ya, dilatada trayectoria en el mundo del arte.
También ríe el palíndromo del duende. Ríe cuando Hernán Cortés recuerda la simpática anécdota de hace ya casi una década remontándose al momento en el que ambos recibieron la Medalla del Día de la Provincia. “El frío húmedo que corría en nuestro rincón de aquel escenario. Era un día de viento y lluvia, como hoy, y los dos fuimos víctima de lo mismo, la maldita corriente”, refiere con ingenio el presidente del jurado de la distinción que usa “una de las principales amenazas que se cierne” sobre los gaditanos, el miedo a las “siempre inesperadas, traidoras y difíciles de combatir corrientes”, como una fina metáfora de los no pocos obstáculos que se tienen que librar para conseguir la excelencia. Una cota a la que la galardonada con el Premio Joly de 2024 ha llegado sin duda alguna. “Artista, coreógrafa y empresaria, además de activista en diversas causas solidarias, nuestra galardonada ha roto muchas barreras y moldes (...) Es una gran artista que este premio reconoce y subraya y cuyo jurado me honro en presidir. Se lo entregamos desde lo más profundo de nuestro sentimiento y con nuestro más sincero agradecimiento”, corona Hernán Cortés al que las congratulaciones le son devueltas por duplicado, con un sincero abrazo y con las palabras que acierta a hilar la premiada en uno de los momentos más emotivos del encuentro.
Porque si Sara Baras emociona bailando, un hecho contrastado y consabido, también lo logra clamando. El beso al cielo a la memoria de su padre que tanto “celebraría este premio”; el protocolo que desbarata, en una naturalidad sin mácula, al saludar por los nombres de pila desde el escenario a los convocantes y autoridades presentes; la carta de amor a su hermana Patricia, “la compañera incansable” que le brinda “su apoyo, su cariño y su fuerza” en todo momento (“Triki, te quiero”); el mensaje para sus princesas Rett “siempre presentes” en todas sus intervenciones públicas, permanentemente instaladas en su alma y en su cabeza; la imagen de su maleta abierta siempre dispuesta a conquistar nuevos escenarios, pero donde siempre echa “un trocito de Cádiz”; una tierra, su tierra, que le alborota hasta los vuelos de las faldas que, en no pocas ocasiones, le han confeccionado Tere Torres y Javier Cosano (“ahí me acuerdo de ti, Tere, ahí me acuerdo de ti, cariño”) ... Paco, “nuestro queridísimo Paco de Lucía”, el “genio irrepetible” al que Sara adora y reivindica incluso en su último espectáculo, Vuela...
Todas esos nombres, todos esos pensamientos ordenados y materializados en frases, son los que dan vida a un discurso que pronuncia no sin antes tomarse un momento, no sin antes respirar, para metabolizar las misivas de Hernán Cortés, de José Joly y de Sergio Corral, que anteceden a la galardonada en el acto que está conducido por José Antonio Hidalgo, director de Diario de Cádiz.
“Muchas gracias por todo lo que habéis dicho. Muchas gracias por este reconocimiento que como gaditana me llena de una satisfacción enorme. Debo reconocer, viendo a los premiados anteriores –José Manuel Pascual, Pedro Pérez-Llorca Zamora, Rafael Manzano, Luis Isasi, Augusto Delkáder, Inés Arrimadas y Anne Hidalgo– que me veo abrumada rodeada de otros gaditanos que también han proyectado lo nuestro más allá de Puerta Tierra. Es un inmenso honor formar parte de esta lista de gaditanos a los que respeto y admiro profundamente”, comienza la gaditana a articular su intervención con ese tipo de emoción contenida en la voz que llega directamente al cerebro de quien la escucha.
“Vuelo con los pies en la tierra porque es difícil soltar estas raíces”, quiere contestar Sara Baras a un titular (La bailaora que alzó el vuelo con los pies siempre en la tierra) publicado hace unos días en un Diario de Cádiz al que –¡vaya regalazo que nos hace!– liga definitivamente con la memoria de su padre, ese que “como buen militar” guardaba todos los recortes en los que su hija salía desde que empezó a bailar “y los ordenaba con una cuidadosa voluntad y una dedicación regia”, rememora.
Un Diario de Cádiz de cuya “importancia actual e importancia desde hace más de 150 años” no se atreve a hablar “porque me quedaría corta”, dice, pero del que destaca su “siempre defensa de la libertad de prensa y del derecho de los ciudadanos a la información en este Cádiz que es cuna de la libertad”.
“Termino dando las gracias como gaditana orgullosa de serlo. Llevé la bandera de la libertad y bailé nuestra Constitución bicentenaria rodeada de todo lo que para mí tiene sabor a Cádiz”, también se reconoce la mujer que ha “vivido el flamenco desde niña en una tierra de la que emana este arte único e inimitable, la misma tierra de nuestro queridísimo Paco de Lucía –ahí aparece el maestro–, somos paisanos de un genio irrepetible al que yo personalmente adoro”.
Y continúa Sara Baras abriendo esa maleta de sus viajes donde nunca falta Cádiz y confesando que en su “corazón” y en su “alma” asoman “la esencia de esta ciudad asombrosa”. “Hoy recibo este premio por ser su hija, esa que nunca se va porque siempre vuelve, como las olas del mar que acarician mis pies aun estando lejos, como el levante y el poniente, que agitan caprichosos los vueltos de mi vestido”, recrea, y es como si la viéramos bailar sobre escena.
“Cádiz, gracias; gracias, Grupo Joly por esta distinción y gracias por haceros eco siempre en la lucha de los que más lo necesitan. Siempre habéis sido un altavoz cuando he demandado vuestro apoyo para todas estas princesas Rett a las que tengo la suerte de amadrinar y a las que desde aquí, otra vez más, les mando un beso gigante”, vuelve la creadora a maridar sus valores y preocupaciones con la propia labor periodística de este grupo de comunicación.
Generosa, Sara Baras, que viene a recibir un premio y entrega su corazón. Un premio que comparte. Con su “familia”, con “el flamenco”, con su “compañía”, con su público “para el que no tengo nunca palabras suficientes para agradecerle”.
“Muchísimas gracias por este premio que llevaré dentro de mi corazón. Viva Cádiz y viva el flamenco”, culmina entre aplausos.
José Joly, presidente del Grupo Joly: "Estamos muy honrados de premiar a una gaditana de su talla"
José Joly, presidente del Grupo Joly, honra un año más la memoria de su tatarabuelo, Federico Joly, con la concesión del Premio que lleva su nombre, el nombre del fundador de Diario de Cádiz. Un galardón que este año ha cumplido su octava edición reconociendo “una carrera que durante tantos años se ha visto respaldada con enorme éxito por públicos muy diversos y en teatros del mundo entero”. La trayectoria de Sara Baras.
“Estamos muy honrados de premiar a una gaditana de su talla”, asevera el alma mater del grupo de comunicación andaluz que crecío desde las raíces del fundacional lema, “independientes por carácter”, con el que nació Diario de Cádiz el 16 de junio de 1867.
Tres siglos ha visto (y contado) el rotativo que, de alguna forma, son resumidos por José Joly en la primera intervención de este VIII Premio Federico Joly para colocar a la libertad de prensa, y a el Diario, en ese lugar a veces incómodo pero necesario: “La libertad de prensa está para proteger a los gobernados y no a los gobernantes, la mejor Ley de prensa es ninguna”, apuesta.
Sergio Corral, director de la Fundación Unicaja: "Sara Baras ha escrito una de las páginas más brillantes de la danza"
"La tenacidad, el afán de superación, la humildad, la humanidad y el arrojo”, que quedan constatados en la brillante carrera de Sara Baras, son destacados por Sergio Corral, director de la Fundación Unicaja, en sus palabras antes de entregar a la bailaora y coreógrafa el VIII Premio Federico Joly, que la entidad bancaria patrocina desde su primera edición.
“Para nosotros, la Fundación Unicaja, es un orgullo seguir apoyando al arte y al periodismo y, cómo no, a esta ciudad y a esta provincia que también son nuestras”, asegura Corral “muy satisfecho” con el destino de esta octava edición del galardón a una artista “que ha escrito una de las páginas más brillantes de la danza internacional de las últimas décadas”.
De esta forma, y además de subrayar su faceta más solidaria, el director general señala “el respeto, la audacia, la pasión y el inconformismo” que han forjado la carrera de Baras “llena de hitos impresionantes pero que seguro que se enaltece con el homenaje y la letra pequeña que subyace a este premio que es el reconocimento de un medio” que la ha visto “nacer y consolidarse”.
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