Un sencillo y barato invento para que los alumnos pasen menos frío
Educación
El colegio Profesor Juan Carlos Aragón coloca planchas de policarbonato en las ventanas que aseguran la ventilación de las aulas a la vez que mitigan la incidencia del viento y la lluvia
Los días de viento y lluvia es difícil dar clases en los colegios gaditanos. Los alumnos se ponen los chaquetones y los papeles vuelan. Las medidas contra el coronavirus obligan a ventilar el aire de las aulas, pero en el colegio público Profesor Juan Carlos Aragón han dado con una idea que, a la vez que mantiene la ventilación de los espacios educativos, mitiga la incidencia del mal tiempo en los escolares. Buena, bonita y barata. El director del colegio, Miguel Ángel Guillén, explica que se trata de “planchas de policarbonato que se colocan en el raíl de la ventana y la cubre más o menos a la mitad”. De esta manera, “por arriba sigue habiendo ventilación y el aire sigue corriendo ya que la plancha ocupa poco menos de la mitad del hueco de la ventana”.
La imaginación al poder. “Las trajimos para el huerto y una profesora las adaptó al raíl de una ventana. Así nos dio la idea”, admite. 60 ventanas de este centro ubicado en la barriada de La Paz, antiguo colegio Andalucía, cuentan con este eficaz apaño. “No llega a 200 euros el coste de las planchas”, reconoce Guillén. Y con la mano de obra más barata: los profesores y el conserje, que es un manitas.
Una vez ideado este sistema, quedaba por comprobar de manera científica si la instalación de estas planchas permitía mantener en las aulas los niveles de dióxido de carbono necesarios contra el Covid-19. El colegio contactó con una licenciada en Ciencias Ambientales de la Universidad de Cádiz para que midiera los niveles y diera el visto bueno a la idoneidad del invento. El informe realizado por la experta no dejaba lugar a dudas. “La instalación de las planchas de policarbonato no modifican la ventilación en el aula de forma significativa (el área que queda libre es suficiente), con la ventaja que instalarlas mejora el confort térmico dentro de la misma, sobre todo para el alumnado que se encuentra más cerca de la ventana. En las condiciones climatológicas del día de hoy, la ventilación cruzada creada en pasillos y aulas gracias a su orientación y distribución, es suficiente para mantener los niveles dentro de las clases muy por debajo del límite indicado de 645 ppm”, certificaba.
De esta manera tan económica un colegio público es capaz de hacer frente a la epidemia y de combatir las inclemencias meteorológicas.
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