¿Tiene sentido un parque tecnológico en el puerto de Cádiz? Casos de éxito y de fracaso

Expertos arquitectos y urbanistas ponen ahora sobre la mesa la posibilidad de que la apuesta más acertada para el suelo del puerto no pase por una “piscinita”, un auditorio o un hotel en "suelo maldito"

El parque tecnológico de Málaga se ha convertido en todo en un referente en España

El puerto de Cádiz contará con un auditorio, un museo y 5.000 metros de platós para el rodaje de series y películas

Una verja sigue separando la zona industrial y logística del Muelle de Cádiz de la trama urbana de la ciudad.
Una verja sigue separando la zona industrial y logística del Muelle de Cádiz de la trama urbana de la ciudad. / Jesus Marín

Cádiz/En España, la transformación de suelo portuario ocioso en parques tecnológicos ha sido una estrategia adoptada por diversas ciudades para fomentar la innovación, atraer inversiones y revitalizar economías locales. Sin embargo, el camino hacia el éxito no ha estado exento de desafíos. A continuación, exploramos algunos casos emblemáticos que ilustran tanto los logros como los fracasos en esta iniciativa.

Casos de Éxito

1.- El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) de Málaga es posiblemente uno de los pocos y de los grandes éxitos en los que la interacción puerto y ciudad han dado resultados positivos. Pero, tal y como indicaba en días pasados el arquitecto y urbanista Manuel González Fustegueras, nada tienen que ver los dos millones de metros cuadrados que ocupa este caso de éxito de la vecina Málaga con los 300.000 metros cuadrados que, en un futuro más o menos próximo, quedarán liberados en el puerto de Cádiz tras la mudanza del último de los contenedores desde el Muelle Reina Sofía hasta la nueva terminal de carga que ocupa suelo ganado al mar a muy pocos metros de Navantia.

El parque tecnológico de Málaga se ubica en las cercanías del puerto de la ciudad, el PTA se ha convertido en un referente en el sur de España. Desde su creación en 1992, ha atraído a más de 600 empresas, incluyendo grandes nombres como Oracle y Siemens.

En parte, el éxito de esta experiencia, según fuentes consultadas, fue la combinación de su proximidad al puerto y a la Universidad de Málaga, lo que ha facilitado la transferencia de conocimiento y la creación de sinergias entre empresas y el sector académico. El PTA ha generado miles de empleos y ha impulsado la economía local.

2.- El Parque Tecnológico de Valencia, también conocido como Parque Tecnológico de Paterna no se ubica directamente en el puerto, aunque su cercanía ha permitido aprovechar infraestructuras logísticas. Este parque se ha sido clave para el desarrollo de empresas tecnológicas en la región. De ahí que la experiencia haya tenido como resultado la generación de empleo y riqueza tanto para la ciudad como la región.

En este caso, la colaboración con el puerto de Valencia ha permitido a las empresas acceder a servicios logísticos eficientes, lo que ha favorecido su crecimiento y competitividad en el mercado internacional. De aquí se desprende y se deduce que la sinergia y el buen entendimiento entre las distintas administraciones sean del color político que sean, resulta fundamental.

En el caso del puerto de Cádiz, durante muchos años el Muelle ha trabajado con sus cargas, sus tráficos y sus pasajes totalmente de espaldas a la ciudad. Los tiempos han cambiado y la Autoridad Portuaria ha modificado sus tesis y ya no observa su lámina de agua como única fuente de ingreso sino que tiene el punto de mira en las concesiones casi como principal fuente de ingresos.

Así se desprendió igualmente en el foro que tuvo lugar este martes en el salón de la sede de la Fundación Cajasol de la plaza de San Antonio organizado por el Foro Hércules formado por ex concejales ya retirados del mundo políticos que aglutinan visiones, en muchos casos, poco actualizadas y acordes a los tiempos que corren que distan bastante a los que discurrían cuando alguna vez se sentaron en un escaño del edificio del Ayuntamiento de Cádiz.

En este foro, la arquitecto y urbanista Teresa Bonilla, que llegaba a Cádiz después de no pisar la ciudad durante años, y con una cierta animadversión con San Juan de Dios, sobre todo tras su última experiencia vivida con los inicios de este proceso de integración puerto-ciudad.

El puerto, es decir Teófila Martínez, acudía a ella en 2017, según ella misma explicó ante el numeroso público que asistió a este encuentro “para que les hiciera unos dibujitos que le gustaran al Ayuntamiento sobre lo que se podría hacer en el suelo que quedaría libre tras la mudanza de los contenedores”.

De manera paralela se activó un proceso de consulta ciudadana en la que Cádiz, sus vecinos, sus colectivos sociales, su Universidad, etcétera expusieron qué querían y qué no querían que se hiciera sobre el suelo “ocioso” (este término nunca le llegó a gustar a Teófila Martínez ni como alcaldesa ni como presidenta de la APBC).

A resultas de ese proceso se tomaron unas notas y unas conclusiones que tanto el puerto, como el Ayuntamiento como la propia Junta de Andalucía guardaron en el cajón de los asuntos pendientes. Cada administración volvió a sus despachos y lo que quedaron en la memoria colectiva de esos ciudadanos que participaron en ese proceso consultivo fueron los “dibujos” de Teresa Bonilla con grandes norias, un estadio de fútbol, jardines, aparcamientos, hostelería, edificios emblemáticos... Algo que la arquitecta quisiera borrar de su mente si éxito, por lo que se pudo deducir en el foro organizado en Cajasol: “Una de las cosas que más me ha dolido fue una de las peores experiencias profesionales de mi vida. El Ayuntamiento (en 2017 gobernaba José María González con el urbanismo en manos de su concejal Martín Vila) dejo tirada a la ciudad

3. El Parque Científico y Tecnológico de Gijón. Este parque sí se desarrolló en terrenos cercanos al puerto de Gijón, aprovechando el espacio ocioso para fomentar la innovación. Podría ser un caso similar al que visionaban Manuel González Fustegueras y Teresa Bonilla, ya que éste caso de éxito se levantó sobre 100.000 metros cuadrados de suelo, la tercera parte de los 300.000 que el puerto pone a disposición de la ciudad en todo este proceso de integración.

El de Gijón se considera un caso de éxito, ya que ha logrado atraer a startups y empresas de base tecnológica, contribuyendo a la diversificación económica de la región y generando un ecosistema de innovación que es, al fin y al cabo, el caldo de cultivo para un desarrollo industrial y esa generación de riquezas y de puestos de trabajo que necesita la Bahía de Cádiz.

Por desgracia son muchos los casos de fracasos, tal vez más que los casos de éxitos de parques tecnológicos que han quedado congelados en el tiempo y que han sido considerados como auténticos fiascos y como pérdidas de oportunidad tanto para el puerto como la ciudad.

Casos de fracaso

1. Parque Tecnológico de Huelva. Se planteó la creación de un parque tecnológico en terrenos portuarios ociosos en Huelva, pero el proyecto no logró despegar.

Fuentes consultadas por este periódico consideran que el posible fracaso de esta oportunidad sobrevino por la falta de inversión y el escaso interés de las empresas para establecerse en la zona, lo que llevaron a que el proyecto quedara estancado. Además, la desconexión con la comunidad empresarial local y la falta de infraestructuras adecuadas fueron factores determinantes en su fracaso.

2. Parque Tecnológico de Ferrol.

Se intentó desarrollar un parque tecnológico en terrenos del puerto, pero el proyecto no alcanzó los objetivos esperados.

A toro pasado siempre es fácil hablar de lo que se hizo mal y de lo que se debería haber evitado pero, al parecer, fue la falta de un plan estratégico claro y la escasa colaboración entre las administraciones públicas y el sector privado lo que dio como resultado una baja atracción de empresas. A pesar de las inversiones iniciales, el parque no logró consolidarse nunca como un hub tecnológico.

3. Parque Tecnológico de Algeciras. Es también conocido como Parque María Cristina, situado en pleno centro de la ciudad de Algeciras, un espacio aproximadamente rectangular y una extensión que se aproxima a los 30.000 metros cuadrados.

El plan inicial era crear allí un parque tecnológico, aprovechando el suelo portuario ocioso, pero el proyecto no se materializó y sigue buscando ayudas europeas y cómplices que quieran apostar por este proyecto.

¿El motivo del fracaso? La falta de infraestructura adecuada y la competencia con otros parques tecnológicos en la región limitaron su viabilidad. Además, la percepción negativa sobre la seguridad y la calidad de vida en la zona desincentivó a las empresas a establecerse allí.

En definitiva, tras este somero y escueto repaso se deduce que la utilización de suelo portuario ocioso para la creación de parques tecnológicos en España presenta un panorama mixto. Mientras que algunos proyectos, muy pocos, entre ellos el PTA de Málaga han logrado sobrevivir con éxito y con buenas expectativas de futuro y han conseguido convertirse en motores de innovación y desarrollo económico. Mientras tanto, otros han fracasado debido a una serie de factores que van desde la falta de inversión hasta la desconexión con las necesidades del tejido empresarial local.

Factores Clave para el Éxito

La sinergia entre administraciones públicas y empresas privadas es fundamental. Los casos de éxito, como el Parque Tecnológico de Andalucía, han demostrado que una buena coordinación puede facilitar la atracción de inversiones y la creación de un ecosistema empresarial dinámico.

A su vez, la disponibilidad de infraestructuras logísticas y tecnológicas es crucial. Los parques que han prosperado suelen estar bien conectados y equipados, lo que permite a las empresas operar de manera eficiente.

En el caso potencial del puerto de Cádiz, ese parque industrial nacería en una especie de península de la ciudad mal conectada en la actualidad que sería difícilmente conectable al entramado del casco histórico, ya que es tan sólo accesible desde la avenida del Puerto y por Canalejas.

La proximidad a Universidad es cierto que corre a nuestro favor, ya que la cercanía a instituciones académicas fomenta la transferencia de conocimiento y la innovación. Esto ha sido un factor determinante en el éxito de parques como el de Málaga.

La competencia con otros parques tecnológicos en la región limitan su éxito

De ahí que si es cierta la tesis de Fustegueras y Bonilla de que en Cádiz solo sobrevive la Administración, la Universidad y el sector sanitario, algo tendríamos ya a nuestro favor. A pesar de todo, la Universidad de Cádiz así como la Junta de Andalucía tendrían que aclarar si realmente se quiere apostar en firme por el cinturón universitario en la capital gaditana.

Lo que sí corre en contra del proyecto de integración puerto-ciudad de Cádiz es que los especialistas consideran que es necesario un enfoque claro y bien definido desde el inicio del proyecto. ¿Cuándo empezó realmente a hablarse de este proceso de integración?

onas deportivas, ocio, tecnología o un parque temático de Carnaval eran algunas de las ideas expuestas al público por el puerto de Cádiz en torno a 2016, hace ya nueve años.
onas deportivas, ocio, tecnología o un parque temático de Carnaval eran algunas de las ideas expuestas al público por el puerto de Cádiz en torno a 2016, hace ya nueve años. / Jesús Marín

Cabe acordarse de un Rafael Barra, junto a su consejo de administración. En su boca y en la de empresarios punteros de la comunidad portuaria se escuchaban declaraciones como que el puerto no podía ceder ni un metro cuadrado de su suelo a la ciudad.

Eso dista mucho ahora del plan del puerto de Cádiz y de su estrategia planeada para los próximos años en la que ya se sabe, y así está por escrito, qué se puede y qué no se puede instalar en esos 300.000 metros cuadrados de suelo.

Los fracasos a menudo se deben a la falta de un plan estratégico que contemple las necesidades del mercado y las características del entorno.

Desafíos a superar

Como casi en todo, la proliferación de parques tecnológicos en ciertas regiones puede generar competencia desleal y dispersar recursos. Es importante que cada parque encuentre su nicho y se especialice en áreas donde pueda destacar.

De esta manera, a la hora de ofrecer un parque tecnológico en suelo portuario gaditano habrá que tener como referencia la cercanía del de Málaga, el de Huelva y el de Algeciras, hayan sido casos de éxito o no.

De todas formas, si se quiere invertir y promover la idea de la generación de empleo y riqueza y oportunidades para el gaditano habrá que preocuparse por la imagen que se ofrezca de cara al potencial inversor. Eso puede influir en la decisión de las empresas de establecerse aquí. De hecho, los parques que se han enfrentado a problemas de percepción, como el de Algeciras, han tenido dificultades para atraer talento y empresas.

Y volvemos con la sostenibilidad pero es inevitable ya que es uno de los factores que más condicionan a día de hoy el futuro de un proyecto y de una inversión. Los proyectos que no integran estos principios pueden enfrentar resistencia por parte de la comunidad y dificultades en su implementación.

De una manera o de otra y a modo de conclusión, a medida que España avanza hacia una economía más digital y sostenible, la reutilización de suelo portuario ocioso para parques tecnológicos seguirá siendo una opción más. Viable o no pero una opción más. Sin embargo, es fundamental aprender de los errores del pasado y aplicar las lecciones aprendidas para maximizar las oportunidades de éxito.

La clave estará en fomentar un enfoque integral que contemple no solo la creación de infraestructuras, sino también la construcción de un ecosistema colaborativo que involucre a todos los actores relevantes: administraciones, empresas, universidades y la comunidad local. Solo así se podrá transformar el suelo portuario ocioso en un verdadero motor de innovación y desarrollo económico para el futuro de España y en este caso para Cádiz y su Bahía.

La experiencia acumulada en la creación de parques tecnológicos en suelo portuario ocioso en España ofrece una valiosa oportunidad para repensar el desarrollo urbano y económico. Con un enfoque adecuado, estos espacios pueden convertirse en centros de innovación que no solo beneficien a las empresas, sino que también mejoren la calidad de vida de las comunidades locales. La historia de cada parque es un recordatorio de que el éxito no es solo cuestión de recursos, sino de visión, colaboración y compromiso con el futuro.

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