"Nos sentimos aislados"
El retraso en las subvenciones deja a las personas sordas sin intérpretes
"Ahora mismo estamos en una situación de exclusión social, nos sentimos aislados". "En los cinco últimos meses, la situación es dramática en cuanto a la atención a personas con discapacidad auditiva", se lamenta Adán Sánchez Jiménez, presidente del Centro Integral de Personas Sordas de Cádiz, Albor.
Adán Sánchez asegura que se encuentran "desamparados". Tienen un gran retraso en el pago de las subvenciones públicas, principalmente por parte de la Junta de Andalucía. Detalla que la administración autonómica acaba de sacar en abril la convocatoria de subvenciones para el año 2015. "No pueden hacer una convocatoria con un año de retraso porque las entidades tienen que seguir trabajando sin recursos", señala el presidente de Albor, añadiendo que el Ayuntamiento de Cádiz canceló los convenios que tenía con las asociaciones y todavía están esperando que saque subvenciones.
Esta falta de recursos hace que peligren los servicios que ofrecen a las personas sordas. De hecho, el más importante, que es el de intérprete de lengua de signos, no existe desde el mes de enero.
Estos intérpretes los aportaba Albor pero eran sufragados por el Ayuntamiento de Cádiz, para que las personas con discapacidad auditiva pudieran hacer cualquier gestión, tanto en el banco, como en las administraciones, el médico o en una entrevista de trabajo; porque hay muchas situaciones en las que una persona sorda no puede ir sola, ya que se encuentra con problemas de comunicación.
"Ahora mismo, existe una desigualdad aguda y grave. Hoy por hoy, cualquier persona sorda se está encontrando con problemas que hace años que no tenía. Estamos volviendo a los años 80, cuando había que recurrir a familiares o terceras personas para poder comunicarse. Se ha perdido todo lo que se había conseguido en los últimos años", indica Adán Sánchez, explicando que esas terceras personas no dominan totalmente la lengua de signos y no siempre pueden ir de acompañantes porque tienen sus propias obligaciones.
Afirma que en algunos casos, los usuarios pagan de su bolsillo un intérprete cuando tienen que realizar alguna gestión, pero la mayoría no se lo puede permitir.
Asegura que han acudido tanto a la Diputación de Cádiz como al Ayuntamiento y a la Junta, donde han presentado sus proyectos y necesidades, y hasta ahora no han recibido ninguna respuesta.
Antonia Jiménez, usuaria de Albor, cuenta que le preocupa la falta de intérpretes para poder realizar sus gestiones. Dentro de poco se someterá a una intervención quirúrgica y tiene que acudir a un hijo suyo, que está estudiando, para poder comunicarse con el médico.
A Antonio Martínez le pasa algo parecido. Tiene que hacer las gestiones en el banco o el centro de salud con su hija, que no domina la lengua de signos, por lo que la comunicación no es fluida. Destaca también la falta de intimidad, que sí tendría con un intérprete. Pero no puede costeárselo.
Carmen Muñoz lamenta que hayan quitado el servicio de intérprete 24 horas, porque se ha encontrado con alguna emergencia y ha tenido que recurrir a familiares que no dominan al cien por cien la lengua de signos, lo que dificulta la comunicación.
Por todo esto, Albor exige "respuestas a las necesidades de la comunidad sorda. Principalmente poder seguir con el servicio de intérpretes", según Adán Sánchez, a quien le preocupa que los usuarios se sientan aislados por la falta de esta figura. Asegura que entiende la situación actual de crisis: "Somos flexibles, pero no podemos permitir que las personas sordas se encuentren como hace años. Hay que cumplir unos mínimos".
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