Serie 'El gran salto': las claves de un producto “muy creíble”
La serie de Atresplayer ha supuesto un reto en cuanto a contar una historia reciente que está en la memoria del país
'El gran salto': el estrecho límite vital entre el éxito y el fracaso
Entre los muchos puntos que se destacaron en este encuentro en torno a la serie ‘El gran salto’ en la Fundación Cajasol de Cádiz, resaltó por encima de todos el de la credibilidad. Ha sido un reto contar una vida como la de Gervasio Deferr tan compleja y seriamente rota por unos años y, además, una historia tan reciente cuyas imágenes están aún en la memoria de muchos espectadores. Un reto que sus responsables entienden superado gracias a la estructura de los episodios, que narran lo ocurrido con oportunos saltos temporales; a la combinación de imágenes reales con otras de ficción, sobre todo en las pruebas olímpicas, y a la exigente preparación física y mental de Óscar Casas para dar vida a este personaje tan real como humano. El acto de Cajasol contó con la proyección del segundo trailer de la serie, una equilibrado resumen de los cinco episodios que demuestran que, efectivamente, la credibilidad de la serie parece una prueba superada.
La historia del medallista olímpico español no está contada de manera cronológica. Desde un presente situado en el momento en que a la madre de Gervasio sufre un infarto, con el deportista hundido en su vida, la serie viaja continuamente de ese pasado a ese presente ofreciendo un relato dinámico y veraz. Como explicó el director, Roger Gual, esta decisión obligó a determinados esfuerzos, como rodar primero la parte de la etapa joven de Deferr y, luego, la etapa más adulta
Pero es que para hacer creíble la serie había que tener en cuenta que se trataba de un relato contemporáneo, con apenas dos décadas de historia, y que está en el recuerdo de la sociedad española. Los responsables del proyecto tenían claro que necesitaban material audiovisual de archivo, real, que se completara con las imágenes de ficción y que contara con la voz que durante décadas mejor ha comunicado los éxitos del olimpismo español: Paloma del Río. Dicho y hecho. Ha sido, en resumen, una mezcla de “artesanía y tecnología”, explicaron.
¿Y la tercera pata de la credibilidad? Pues el personaje, el protagonista: “Hay veces en la serie en que es difícil distinguir entre Óscar y Gervasio; hay escenas llenas de credibilidad que siguen sorprendiendo”. Así, Óscar Casas se preparó a conciencia para este papel. Lo hizo físicamente, con deporte y dieta; vocalmente, con sesiones con personal especializado; y mentalmente para ponerse en la piel de un hombre que había vivido tan dura experiencia y con el que tuvo la suerte de prepararse el personaje. El papel de Casas, acompañado de un elenco muy coral, es básico para la veracidad de esta historia de éxito, fracaso y superación.
Un Óscar Casas, además, que al final del encuentro fue sometido por el moderador Francis Gallardo a un breve y divertido test de supuesto ‘gaditanismo’, carnavalero e histórico, que el actor encajó con humor y que superó con mucha perspicacia y solvencia.
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