El servicio de limpieza de la ciudad, abocado a su sexta prórroga

El varapalo del Tribunal de Contratación llega a poco más de dos meses de que finalice la prestación del servicio

El proceso se retrotrae al mes de septiembre

Un operario del servicio de limpieza baldeando las inmediaciones del Teatro Falla. / Lourdes De Vicente

La adjudicación del contrato de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos de la ciudad es el cuento de nunca acabar. Más de cinco años de retraso acumula la renovación de este servicio esencial, el que más dinero necesita del Ayuntamiento; plazo que se ve agrandado con procedimientos que por dos veces ha tumbado el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales y que, en la práctica, supone volver atrás sobre los pasos dados con la consiguiente pérdida de meses en el camino.

En el último caso, la decisión del Tribunal de Contratación estimando parcialmente el recurso interpuesto por la empresa Acciona contra la adjudicación a Cointer implica que el procedimiento que ya se daba por concluido tiene que volver al menos al mes de septiembre del pasado año. Así, se ha resuelto retrotraer las actuaciones “al momento inmediatamente anterior a la resolución que consideró justificada la oferta de Cointer Concesiones S.L.”; y esa resolución se produjo el 9 de septiembre de 2020, cuando la mesa de contratación acordó “aceptar la justificación y la oferta presentada por la empresa Cointer Concesiones S.L. en base a lo indicado en los informes técnicos y jurídicos elaborados en relación a la justificación de la oferta en posible anormalidad”.

Queda ahora en el aire qué procedimiento habilitará el Ayuntamiento para resolver las dudas que sostiene el Tribunal de Recursos Contractuales, que pide a la mesa de contratación que “analice nuevamente la viabilidad de la oferta” de Cointer “previos los trámites que considere oportunos y de acuerdo con lo expuesto en los fundamentos de derecho de la presente resolución”.

El procedimiento, por tanto, vuelve ocho meses atrás para volver a enquistarse en una reunión que ya de por sí fue conflictiva ante las dudas que los informes técnicos planteaban tanto a las representantes de los grupos PSOE y Ciudadanos como a la entonces secretaria general suplente (recientemente cesada del cargo), que en aquella sesión planteó serias dudas “respecto de si la oferta pudiera ser considerada modificada y por tanto tuviera que ser inadmitida”, proponiendo la solicitud de nuevos informes jurídico y económico más completos que los existentes.

Teniendo en cuenta todo esto, el ya de por sí lento avance del procedimiento de adjudicación de este servicio y el plazo de poco más de dos meses para que finalice la prestación actual del servicio (el 31 de julio), todo hace indicar que la limpieza viaria tendrá que recurrir a una sexta prórroga, que al igual que las cinco anteriores se planteará al Pleno del mes de julio por otro año más. “Por un período no superior a un año mientras se procede a la licitación y posterior adjudicación del servicio”, reza en el texto que cada julio se eleva a pleno desde el año 2018 (cuando finalizó la prórroga máxima de dos años desde la culminación del contrato el 31 de julio de 2016).

Difícilmente el equipo de gobierno será capaz de volver al estado procedimental del 9 de septiembre, reformular los informes, resolver las dudas de Cointer, y reiniciar desde ahí todo el proceso de nuevo para firmar con Cointer (o con la empresa que resulte finalmente) antes de ese 31 de julio que marca a día de hoy el fin de la prestación del servicio de limpieza por parte de la UTE que desde el 1 de agosto de 2006 lo realiza.

Por ahora, los miembros de la mesa de contratación están a la espera de una próxima convocatoria para resolver en función de lo dictaminado por el Tribunal de Recursos Contractuales que por segunda vez tumba el procedimiento seguido por el Ayuntamiento para adjudicar este contrato.

Más de 5 millones de euros perdidos

La prácticamente inevitable prórroga del contrato más allá del 31 de julio supone, entre otros contratiempos respecto a la prestación del servicio, un agravio económico que puede superar en este tiempo los cinco millones de euros.

16.459.306,92 euros paga actualmente el Ayuntamiento al año en facturas de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos; importe que ha aumentado notablemente en los últimos años respecto a los 13.731.199,75 euros fijados en el contrato de 2006 con la UTE Sufi Cointer. Y 15.347.115,09 euros anuales es el precio estipulado en la oferta de Cointer e inicialmente aprobada por el Ayuntamiento. Es decir, 1.112.191,83 euros anuales menos que lo que se paga actualmente.

Por tanto, el retraso en la resolución de este contrato lleva aparejado un lastre económico que supera ya los cinco millones de euros; cifra nada desdeñable para la economía municipal.

Además, la ausencia de contrato tiene también un efecto directo en el servicio, que sigue prestándose con vehículos y maquinarias adquiridos en el año 2006; es decir, con casi quince años de antigüedad, un plazo excesivo para este tipo de infraestructuras que además funcionan a diario.

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