Sindicato de Inquilinas de Cádiz: “Antes de llegar a una huelga del alquiler, queremos negociar con los propietarios”
Una organización de ámbito estatal viene a sumarse al amplio frente abierto en la ciudad contra la especulación inmobiliaria y la turistificación
Sus portavoces, Andrés Pradillo y Claudia Ochoa, explican sus objetivos
Sindicato de Inquilinas de Cádiz: “No dejaremos que nos echen; vamos a frenar el precio de los alquileres”
Más de 2.000 personas se manifiestan en Cádiz contra "el turismo masivo que nos echa de nuestras casas"
![Los portavoces del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz, Andrés Pradillo y Claudia Ochoa.](https://static.grupojoly.com/clip/6e10888d-fbe8-484b-b17f-790d5f2cad3b_source-aspect-ratio_1600w_0.jpg)
Cádiz/Los alquileres han subido en los últimos diez años más de un 50% en Cádiz. La media está por encima de los 900 euros. La capital gaditana es la tercera andaluza más cara, después de Málaga y Sevilla. Las viviendas vacías son cerca de 4.000 y las destinadas a usos turísticos, 2.500. El 10% pertenece a grandes tenedores, con más de diez viviendas. Más de 20.000 vecinas y vecinos viven de alquiler. Ante esta situación y estos datos que manejan, Andrés Pradillo y Claudia Ochoa, gaditana ella, recién llegados de Madrid, son los portavoces del recién constituido Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz. Claudia se hizo cargo de la presentación, pero en esta posterior entrevista, le cede la palabra a Andrés.
Pregunta.–Imagino que ustedes también habrán vivido la misión casi imposible de encontrar un alquiler asequible en Cádiz...
Respuesta.–Claudia Ochoa (C.O.): Sí, sí, claro [pone cara de: si yo le contase...] Esa idea de que la gente que tiene un trabajo estable no padece este problema es absolutamente falsa. Ni siquiera el hecho de ser funcionario y de disfrutar de una situación económica estable te garantiza que vas a tener acceso a una vivienda. La situación del alquiler en Cádiz es espantosa. [Tenemos unos barrios presos y víctimas de la especulación inmobiliaria, donde unos pocos controlan y tienen en su poder las viviendas y las fincas de nuestra ciudad. Son ellos quienes deciden qué hacer y qué no. Son también los que nos explotan en trabajos precarios en la hostelería. Son ellos los que dirigen, más que cualquier gobierno municipal, las políticas inmobiliarias y son ellos quienes mandan en Cádiz, dijo durante el primer acto de la organización en la ciudad].
P.–¿Cuáles son sus objetivos aquí en Cádiz?
R.–Andrés Pradillo (A.P.): Trabajé durante dos años con el sindicato en Madrid. Sabiendo que la realidad de Cádiz es otra, por supuesto, el objetivo es traer acciones que han funcionado allí o en Málaga, donde también llevan varios años trabajando en estos asuntos, y que tiene muchas similitudes con Cádiz respecto al problema de la turistificación, de los pisos turísticos.
P.–¿Se plantean convocar una huelga de inquilinos?
R.–A.P.: Creemos que una huelga de inquilinos es algo que tenemos que construir y que en cualquier caso sea una respuesta a que no se acepten nuestras demandas. Si el alquiler en unos años no baja, a lo mejor tendremos que bajárnoslo nosotros porque no llegamos. Ahora mismo, con el sindicato recién lanzado en Cádiz, no sería posible. Pero es una herramienta histórica. En 1931 se hizo una huelga de alquileres en Barcelona. 100.000 familias dejaron de pagar el alquiler y consiguieron en ese momento que todos los caseros bajasen los alquileres. En Sevilla se hizo antes otra en 1919. A lo mejor nosotros tenemos que hacerla en un momento en el que los alquileres rondan los 1.000 euros de media en España y suponen entre el 50% y el 60% del salario de muchas familias trabajadoras.
P.–Previamente, además de presionar a las administraciones, ¿se plantean negociar con los propietarios?
R.–A.P.: El sindicalismo históricamente se ha tenido que reunir con la patronal y evidentemente ha tenido que negociar desde una posición sólida, de fuerza. Nosotros aceptamos negociar con la patronal de los pisos turísticos y con quien haga falta.
P.–Pero el precio del alquiler de las viviendas residenciales está directamente en manos de sus dueños...
R.–A.P.: Claro, esa es una de las cosas que denunciamos. Que no haya ningún tipo de regulación sobre el alquiler y que sea el mercado –que ya sabemos muy bien quién es el mercado– quien dicte a qué precios se ponen los alquileres va en detrimento de quienes tenemos que destinar la mitad de nuestro salario, de nuestro trabajo, a pagar un alquiler. Nuestro objetivo, por supuesto, es sentarnos con la patronal inmobiliaria, que tiene mucho poder, que tiene mucha fuerza. A nosotros nos encantaría sentarnos a negociar. El problema es que ahora mismo nos ningunean porque en general la situación es de impunidad absoluta y por eso los precios están como están.
P.–¿Ha habido ya contactos de este tipo en otras ciudades?
R.–A.P.: En Madrid, por ejemplo, tenemos una huelga de alquileres parcial contra un fondo buitre, contra Nestar-Azora, que es el tercer tenedor más grande de España, que tiene cerca de 8.000 viviendas y llevamos meses y meses diciéndoles: vamos a sentarnos a negociar. Y con otros fondos buitre y con otros grandes propietarios, igual. El problema es que no quieren sentarse a negociar porque solo el mero hecho de reconocer a la otra parte, al sindicato y a los inquilinos e inquilinas va en detrimento de sus intereses. Nosotros estaríamos encantados de que nos reconociesen como interlocutor válido.
P.–¿Cuál sería el estado ideal de la vivienda para el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos?
R.–A.P.: Nosotros creemos que la vivienda no tiene que ser un bien de mercado, tiene que estar desmercantilizada, no puede ser un bien con el que mercadear y hacer negocio. A nosotros nos parece que el derecho universal de acceso a la vivienda implicaría que todo el mundo pudiese tener una y eso a veces implica que algunos ganen un poco de dinero porque eso siempre va en detrimento de que el resto podamos acceder en condiciones dignas.
R.–C.O.: La vivienda no debería ser un bien de mercado del que obtener beneficios.
P.–A su juicio, tendría entonces que ser toda pública ¿no?
R.–C.O.: Bueno en un mundo ideal, sí claro. O autogestionada.
R.–A.P.: Autogestionada por cooperativas de vivienda, que hay muchos ejemplos históricos. Tenemos la suerte de que la sanidad y la educación sean gratuitas, quiero decir públicas, porque las pagamos con nuestros impuestos, que sean de acceso universal. Defendemos que la vivienda sea también de acceso universal y esté garantizada, ya que tan habla Pedro Sánchez de que la vivienda es el quinto pilar del estado del bienestar.
P.–Pero hasta en las cooperativas que promueven viviendas los pisos son de propiedad individual…
R.–A.P.: Bueno, hay distintos tipos de cooperativa. En las que conozco yo tú eres usuario de la cooperativa, le pagas y es la cooperativa quien tiene la propiedad colectiva del inmueble. [Se trata de las cooperativas de cesión de uso, en las que la propietaria es una entidad sin ánimo de lucro]. Creemos que solución no es que España se llene de este tipo de cooperativas, porque eso es imposible. Queremos que haya mecanismos para que el acceso a la vivienda, de manera pública y social, de manera comunitaria, esté garantizado. Y que no haya gente en la calle y que no haya gente que no llega a fin de mes porque la vivienda es el mayor gasto que tienen ahora mismo los españoles.
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