¿Para qué sirve el dique cajonero más grande del mundo?
El 'Kugira' volvió a Cádiz después de permanecer varios meses en La Coruña construyendo seis cajones que servirán para construir un aeropuerto en Filipinas
Cádiz/Ampliar un puerto para ganarle suelo al mar o cualquier otra gran infraestructura similar requiere hacerse cargo de unos trabajos que, además de ser muy costosos y largos en el tiempo, conllevarían un coste medio ambiental que sería mucho mayor si no fuera por los diques cajoneros flotantes, capaces de fabricar suelo por módulos y, además, hacerlo cerca del lugar en el que se van a utilizar.
Así fue cuando se fabricó la nueva terminal de contenedores, pero en el caso del Kugira, que ha permanecido hasta finales de marzo en La Coruña, los cajones los hizo en aguas gallegas y, desde allí, serán transportados hasta el sudeste asiático, que servirán para la construcción o ampliación de un aeropuerto en Filipinas.
La 'Kugira' descansa ya en el Muelle 5 del puerto de Cádiz hasta donde fue remolcado por dos buques de Boluda, el Hispania y el Ginger, en una travesía que ha durado semana y pico.
Una 'ballena' al servicio de la construcción
El cajonero Kugira (‘ballena’ en japonés) es el más grande del mundo y es propiedad de la empresa Acciona. Mide el equivalente a un edificio de 18 pisos (56 metros de altura, 74 metros de largo y 49 de ancho). En el Kugira, trabaja un equipo de entre 140 y 200 profesionales altamente especializados las 24 horas del día, los siete días de la semana, y puede manufacturar cajones de hormigón de hasta 24.000 toneladas. Esto significa que en tan solo un mes, puede crear de la nada un dique de abrigo o un muelle de atraque de 200 metros.
La fabricación de los cajones empieza con la construcción de la base (solera) sobre la que se levantarán las paredes del cajón. La armadura de esta solera se realiza sobre una superficie plana flotante (pontona), en la que se teje el armazón que servirá de soporte al hormigón. Completado el montaje, se introduce en el dique flotante y se hormigona. Una vez completado el hormigonado de la solera, se baja el encofrado, que actuará como molde para las paredes, y se comienza el hormigonado por bombeo a través de tres plumines alimentados por camiones hormigonera, que transportan el hormigón desde su lugar de fabricación. El encofrado se desliza mediante un sistema similar al usado en empuje de puentes, permitiendo hormigonar las paredes de forma ininterrumpida. Con esto se consigue mayor precisión en el deslizado, del orden de milímetros. Además, la capacidad de flotación del Kugira le permite levantar un cajón de 18.000 toneladas y hacerlo totalmente en seco.
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