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Enfoque de Domingo: Palomas urbanas
Mediante comederos tipo tolva instalados en azoteas públicas o privadas, se les administra a las palomas de las bandadas más problemáticas un anticonceptivo impregnado en el grano. La nicarbazina consigue que la puesta no llegue a término durante el tiempo que la consumen. Requiere de personal especializado.
Las palomas anidan en ellos, donde se les cambian los huevos por otros de plástico de manera que los siguen incubando sin que continúen naciendo pichones. Además, juegan un papel educativo, ya que acercan al ciudadano a estas aves mientras se le informa mediante paneles del sistema de control de la población.
Se propone registrar a los alimentadores espontáneos y dotarlos de una autorización para que les den de comer cerca de los comederos con anticonceptivos y los palomares. Se integrarían en un plan de voluntariado, con cursos de formación. Otra posibilidad es que sea personal municipal el que asuma la labor.
Estos centros municipales serían los encargados de atender a los ejemplares heridos o enfermos de los palomares, a imagen y semejanza de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA). En los municipios que existen, la mayoría se limita a la recogida de mascotas exóticas que han sido abandonadas.
Resulta imprescindible cerrar los huecos de los edificios, empezando por los municipales y continuando con los privados. Se hace con mallas rígidas metálicas, una vez se ha comprobado que no quedan aves dentro. Una campaña de información municipal e incentivos a los propietarios completan esta fase.
El plan de gestión ética de las palomas urbanas debe plasmarse en la Ordenanza Municipal de Protección Animal para evitar que los particulares puedan seguir contratando empresas de control de plagas con licencia para la captura y el sacrificio. Ambas prácticas tienen que ser terminantemente prohibidas.
Fuente: Mis Amigas las Palomas.
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