No todo rueda en el 'skatepark' del Paseo de Santa Bárbara de Cádiz

Equipamientos

La mayoría de usuarios están “contentos” por “al menos tener un sitio” para practicar su deporte, pero reconocen que tiene “varios fallos” como “el suelo” que “no se ha arreglado”

El espacio, la pista azul a la espalda del Parque Genovés, lleva una semana en funcionamiento

Detalle del suelo sin arreglar del nuevo 'skatepark' del Paseo de Santa Bárbara.
Detalle del suelo sin arreglar del nuevo 'skatepark' del Paseo de Santa Bárbara. / Julio González

Cádiz/De manera discreta, sin inauguraciones, ni presentaciones públicas, el pasado fin de semana se retiraron las vallas que cercaban el que hoy es el primer skatepark de la ciudad de Cádiz, situado en la pista azul del Paseo de Santa Bárbara. Un espacio que los usuarios, tanto de este deporte como del patinaje, venían demandando “desde hace mucho tiempo” por lo que están “contentos” por, “al menos, tener un lugar” donde practicar sus habilidades aunque, reconocen, no todo rueda en este espacio que ha estado en obras desde el pasado mes de abril.

“No estamos ciegos, claro, tiene sus fallos y desperfectos, y el resultado pues no es del todo el que hablamos”, aclara Jose Prado, un skater gaditano que, además de estar probando la pista casi desde el primer día de uso, ha estado implicado en la redacción del proyecto impulsado desde la concejalía de Deporte del Ayuntamiento.

El suelo no lo han arreglado así que, además de que resbala, tiene muchísimas grietas y boquetes que, bueno, al final son peligrosos para practicar estas actividades”. La frase textual no es de Prado –el joven declararía otra muy parecida–, sino de Joaquín, un patinador en línea de 54 años que lleva “cinco años” aficionado a este deporte. “También he estado hablando con los chavales de los skates y por lo que dijeron es que parece que al Ayuntamiento no les daba el presupuesto para arreglar el suelo. ¡Vaya chapuza!”, se queja.

Efectivamente, Prado confirma las palabras del patinador y suma que en el proyecto original, “que los planos los tenemos porque los hizo otro amigo nuestro”, informa, los módulos estaban “mucho más separados que los que estamos viendo”. Es decir, que el skatepark ha quedado “más pequeño” de lo que esperaban.

Hay que recordar que las obras de este espacio a la espalda del Parque Genovés fueron adjudicadas por el Consejo Rector del Instituto Municipal de Deportes por un importe de 34.077,83 euros y un plazo máximo de ejecución de dos meses. “Y, al final, se han llevado cuatro y, por lo que yo he estado mirando de otros proyectos en otras localidades de la provincia, es que esta cantidad es insuficiente para hacer un skatepark digno”, opina Joaquín.

Prado, y el grupo de skaters que durante esta semana han estrenado el nuevo equipamiento, son algo más optimistas. “Yo veo la pista en mal estado y la iluminación que es malísima, aquí estaban fundidos varios focos de esas farolas y ha abierto el skatepark y nadie ha venido a cambiarlos, pero, sin embargo, es que sé de dónde venimos. Venimos de no tener nada, de buscarnos la vida en las plazas, en mi caso de toda la vida en la plaza de Mina, o allí en las Cuatro Columnas en Extramuros. Lo único que había era el bowl de Puntales pero no nos sirve a todos”.

Y es que además de que la rampa situada en el pabellón Manuel Irigoyen sólo está destinada a la práctica del vert skating, prescindiendo de la mayoría de módulos de calle, “tiene un horario definido y, bueno, la mayoría de nosotros pues tenemos cosas que hacer durante el día, trabajos, estudios, y solemos venir a patinar de noche o en huequitos que tengas en el día, que no siempre se adaptan a un horario tipo”, especifica.

Por ello, Prado celebra la consecución de este skatepark “con módulos de skate de calle, que es lo que la mayoría de la gente de Cádiz de mi generación ha podido practicar” aunque “no sea un espacio perfecto”.

Con todo, el mayor peligro que el skater ha detectado en esta primera semana de uso es “que hay gente que confunde este espacio con un parque infantil”. “A nosotros no es que nos molesten los niños, de hecho, como ves, ahora mismo hay varios chiquillos aquí practicando el skate y cada uno con su nivel, pero eso es diferente a, como hemos estado viendo, padres que dejan por aquí a los niños corriendo, o con las bicis, o con unos patines o skate pero jugando. Y para eso tienen la pista amarilla justo aquí al lado. Y lo digo por ellos, porque el skate, al fin y al cabo, entraña su peligro. Rodamos rápido, vamos haciendo trucos, saltando, y no queremos que nadie se lastime”, argumenta.

Por ello, “y en vistas que nadie del Ayuntamiento venía a indicar en algún lugar unas mínimas normas de uso”, los skaters de Cádiz han confeccionado y colgado uno propio. Y tiene hasta su gracia.

Las normas de uso "de sentido común"

  1. La basura a la papelera, que para eso está.
  2. No pintar mierdas en el skatepark (graffitis y takeos).
  3. Los módulos no son ni asientos, ni uso de parque infantil.
  4. Si un módulo no desliza, ponle cera, que se rompen (skaters)
  5. El skatepark no es para fumar y beber, para eso está La Punta.

Firmado por los propios skaters locales.

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