Soledad Becerril recibe el premio José Pedro Pérez-Llorca en la cuna gaditana del constitucionalismo
El Colegio de Abogados de Cádiz reconoce su labor política en los momentos "cruciales" de la Transición española
La galardonada señaló que el paso de la dictadura a la democracia "no fue una revolución, sino un tiempo en el que se encontraron españoles de uno y otro lado"
Alfonso Guerra recoge el Premio Pérez-Llorca en nombre de "la generación que hizo posible la Transición"

En la cuna del constitucionalismo gaditano, el Oratorio de San Felipe Neri, el Colegio de Abogados de Cádiz ha rendido honores a Soledad Becerril (Madrid, 1944) entregándole el III premio José Pedro Pérez-Llorca, un galardón que reconoce "los valores emanentes de la Constitución a quienes la hicieron posible", según palabras del decano de los letrados, José Adolfo Baturone. Un premio que "ratifica" el compromiso con los valores constitucionales" del que hizo gala el gaditano Pérez-Llorca, uno de los padres de la Carta Magna de 1978. Becerril sucede a Miquel Roca y Miguel Herrero de Miñón, galardonados en la primera edición, y Alfonso Guerra, en la segunda.
Baturone destacó la contribución de Becerril "a que la Constitución sirviera de base para la democracia", recordando su presencia en todos los momentos "cruciales" de la Transición primero como diputada de UCD por Sevilla y luego como la primera mujer ministra, de Cultura, desde la Segunda República, nombrada por Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno, en 1981. Baturone destacó asimismo la fuerza de las mujeres en la Transición y en los primeros compases de la democracia. Y se refirió a la actualidad política "porque necesitamos más que nunca a personas con los valores y principios de nuestra homenajeada".
Miquel Roca, uno de los siete padres de la Constitución actual y miembro del jurado de este premio, expuso que Pérez-Llorca "nos susurró de alguna manera las virtudes de Soledad y le hicimos caso, convencidos de que en este momento, hoy, ahora y aquí la figura encaja con la finalidad del premio que se otorga". Se retrotrajo a una Constitución de 1978 "que fue una tarea colectiva en la que los ciudadanos necesitaban referentes para los cambios y Soledad lo era".
El ex político catalán destacó que Becerril fue "referente de la voluntad del servicio al bien común". Y añadió, dirigiéndose a la galardonada, que "ser referente tiene esta servidumbre y rogamos que con la excusa del premio lo sigas siendo".
Soledad Becerril fue muy cariñosa en sus palabras hacia José Pedro Pérez-Llorca, político, diplomático y jurista español nacido en Cádiz fallecido en Madrid el 6 de marzo de 2019. Quiso hacer hincapié en el artículo 139 de la Constitución Española, de máxima actualidad, que dice que el Estado debe velar "por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular". Asimismo, que las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas "no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales".
Becerril, en un acto repleto de autoridades civiles, militares y judiciales, habló de una Transición "que no fue una revolución, sino un tiempo en el que se encontraron españoles de uno y otro lado". Una etapa "magnífica, el mejor periodo en los últimos 300 años de España".
Evocó los inicios de la UCD con Adolfo Suárez como pegamento de distintas corrientes políticas, jugando "un papel importante para desmontar el régimen anterior". Ensalzó también la posición del entonces Rey Juan Carlos, que "pilotó y dirigió" la Transición y "supo desprenderse de los poderes otorgados por el régimen anterior para ser moderador y árbitro".
Aquella Transición de la Dictadura a la democracia "supuso el sentido de una nación en la que todos caben y un ejemplo para los actuales momentos que me atrevo a decir que son preocupantes".
Quiso rememorar su etapa municipalista primero como concejala y luego como alcaldesa de Sevilla por el PP, entre 1995 y 1999, aludiendo a la noche "amarga" en la que ETA, en pleno centro de la ciudad, asesinó al concejal Alberto Jiménez Becerril y a su mujer Ascensión García. "Merecen un recuerdo, así como las 864 víctimas de ETA", precisó.
Tampoco se olvidó de su último cargo público, el de Defensora del Pueblo entre 2012 y 2017, siendo la primera mujer en ocupar esta posición en España. Y en este ámbito recordó, precisamente, cómo recomendó al Congreso, después de hablar con las víctimas, que el terrorismo tuviera cabida en los libros de texto.
Cerró el acto Lorenzo del Río, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, quien resumió que Becerril encarna "los principios vigentes y necesarios de la Constitución de 1978", a través de un premio "que es un acierto". Finalizó asegurando que "todos apostamos por la Constitución siempre".
El jurado de este premio estuvo compuesto por Miquel Roca, Alfonso Guerra, Pedro Pérez-Llorca, José Joly Martínez de Salazar, José Manuel Jareño, Pascual Valiente, Teófila Martínez, María Jesús Gallardo y Eugenio Ribón Seisdedos.
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