Teófila Martínez, la alcaldesa del cambio de siglo
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Lideró el PP andaluz y fue candidata a presidenta de la Junta en 2000 y 2004, en los años de confrontación con Manuel Chaves
Fue alcaldesa de Cádiz desde 1995 a 2015. Un periodo de transformación evidente para la ciudad. Idolatrada por muchos y odiada por algunos. Carismática y con carácter, además de tozuda y muy trabajadora. Esta serie, que arrancó con Carlos Díaz, llega al capítulo 50 con la mujer que fue por dos veces la alcaldesa más votada.
María Teófila Martínez Saiz (Santander 1948) estuvo muy unida a su familia desde la infancia. Su padre, José María Martínez Val, era ferroviario. Trabajaba en Renfe, pero también tenía dos pequeños talleres para barriles de mineral de ocre. Su madre, Felicidad Saiz Canales, era autónoma. En la familia había dos niñas, Teófila y Montserrat, que actualmente reside en Madrid.
Se mudaron a Guarnizo para estar cerca de la familia materna. Teófila fue a un colegio público de Cianca. Recorría cuatro kilómetros en bicicleta para ir a las clases. Regresaron a Santander. Estudió el Bachiller en el colegio de las Mercedarias, aunque el Preuniversitario lo cursó en el instituto Santa Clara. Cuando decidió que quería ser aparejadora, su padre pidió destino en Madrid. Trabajó en Chamartín y Aranjuez.
Teófila Martínez estudió Arquitectura Técnica en Madrid. Cuando terminó la carrera, siguió en la capital y trabajó en una empresa de distribución de materiales de construcción, donde asesoraba a clientes para las obras.
Se casó joven, cuando tenía 23 años. Su novio, Santiago Cobo, tenía entonces 25 años. La boda fue oficiada en la capilla de la estación ferroviaria de Navacerrada. El matrimonio Cobo Martínez ha tenido un hijo, Javier, que les ha dado ya dos nietos: Marina, de seis años, y Santiago, de cinco.
Su esposo trabajaba en el sector hotelero. En 1977 llegó a El Puerto de Santa María, pero se trasladó a Venezuela, con el compromiso de que cuando regresara le arrendarían el hotel Puertobahía, de Valdelagrana. Teófila acompañó a su marido a Venezuela. Allí aprovechó ella para trabajar con ingenieros y formarse en la rehabilitación de equipamientos.
En 1980, cuando volvieron a España, empezó una nueva vida. Mientras su marido se dedicaba a la actividad empresarial en el sector hotelero (también fue presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz), ella se interesó por la política, como militante en la AP que presidía Fraga.
En esos primeros años 80, Teófila trabajó como arquitecta técnica en Chiclana y montó una cooperativa para mantenimiento de edificios. También colaboró en trabajos del hotel de Valdelagrana. Hay que decir que en aquellos años ella ya tenía una idea muy clara de la militancia. Era muy militante, muy de su partido.
En 1983 ya era secretaria provincial de AP en Cádiz y concejala de Urbanismo en El Puerto. A pesar de no ser incompatible, renunció a sus actividades privadas en la construcción, para evitar malos entendidos. Entre 1987 y 1990 no tuvo ningún cargo en AP. Ese periodo coincidió con el liderazgo de Hernández Mancha, con quien mantuvo desavenencias.
En 1989 encabezó la lista de AP en Cádiz y fue elegida para el Congreso de los Diputados por vez primera. AP se refundó para la creación del PP, con el nuevo liderazgo de José María Aznar, y ella se comprometió muy activamente. También en organizaciones como Mujeres para la Democracia.
En el Congreso de los Diputados fue portavoz de Obras Públicas desde 1990 a 1993. Ese año fue nombrada coordinadora de las comisiones del Grupo Popular. Al final del 94 entró en la Ejecutiva Nacional del PP. Cuando se planteó la campaña de las municipales del 95, Aznar contó con mujeres para encabezar las listas. Fueron las llamadas Chicas del PP.
Para Cádiz la apuesta fue Teófila Martínez. Ella piensa que se lo ofrecieron porque era muy conocida. Según algunas encuestas, Teófila ya era conocida en 1995 por el 92% de los gaditanos. Así llegó su primer triunfo arrollador. Ha ganado cinco elecciones municipales con mayoría absoluta. En 2003 y 2007, con porcentajes en torno al 60%, fue la alcaldesa más votada en capitales de provincia. En 2015, fue la más votada, aunque sin mayoría absoluta, y perdió la Alcaldía al apoyar el PSOE a José María González Santos, candidato de Por Cádiz Sí Se Puede.
Los 20 años de Teófila en la Alcaldía pueden valorarse según los criterios políticos de cada cual. Pero es indiscutible que tuvo un proyecto de ciudad y lo llevó a cabo. En los cinco primeros años inició una transformación con las obras del soterramiento y la nueva avenida de Astilleros, además del nuevo barrio de los terrenos ociosos. Y las gestiones para el proyecto del segundo puente.
Recuerda que el Ayuntamiento aportó el 20% en el soterramiento. Se había encontrado con una ciudad dividida en tres: dos a cada lado de la vía y otra en el casco antiguo, que estaban separadas por el tren. El complemento era la avenida transversal, que dejó encauzada. Otros logros que se pueden considerar importantes de su gestión son la rehabilitación de edificios históricos como la Cárcel Real y los cuarteles, o el uso de los castillos para el Bicentenario. El patrimonio municipal aumentó con otros edificios, como los depósitos de tabacos. Adoptó medidas sociales para personas en precario, mayores, mujeres, etcétera. En cuanto a las celebraciones del Bicentenario, cree que se hizo todo lo posible, en tiempos de crisis, y que será recordado. Destaca que en el PSOE la persona que más colaboró fue la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.
Entre las espinitas que le quedaron clavadas está el plan de la Plaza de Sevilla. Sostiene Teófila que fue un gran perjuicio el retraso de la Junta, que lo tuvo seis años paralizado, además del conflicto de la Aduana. Le sigue doliendo la actitud de la Junta. Dice que todos los acuerdos los negociaron los técnicos municipales, y que algunas veces los engañaron. "Nunca puse pegas a los acuerdos con la Junta, eso es falso. Pero al revés sí", afirma, recordando el Museo del Carnaval o Puerto América.
Eran años de confrontación política directa. Teófila fue candidata del PP a la Presidencia de la Junta en 2000 y 2004. En el periodo de 2000 a 2008 fue parlamentaria andaluza y senadora. Presidió el PP andaluz desde 2000 a 2004. Era la rival de Chaves.
En 2008 terminó su periplo autonómico y volvió al Congreso de los Diputados, donde sigue. No ha abandonado su proyecto de la Plataforma Logística del Sur de Europa, por lo que pertenece a las comisiones de Exteriores y Cultura. Además, es la presidenta de la Comisión de Educación, que tiene como principal objetivo conseguir un pacto educativo en España.
No se olvida de Cádiz. Sigue en contacto con asociaciones y personas, en un momento en que cree que la ciudad no avanza, por falta de ideas. ¿Y se volverá a presentar en 2019 para la Alcaldía? Cuando se lo pregunto sonríe. Dice que en cualquier lugar en que se encuentre estará "peleando por Cádiz". De momento, no es que sí, ni es que no. Nadie la debería descartar. Al menos, no todavía.
La política es demasiado rácana, demasiado subjetiva, demasiado visceral. Cuando se escriba la historia de Cádiz con perspectiva nadie le regateará sus méritos a Teófila Martínez. Es seguro que tendrá una calle y otros honores que nadie ha pedido aún. Pero ella no ha ingresado en el panteón de los políticos ilustres, sino que está en activo. Con todo lo que eso significa. Su tiempo ha sido el de Cádiz. Es una vida entre dos siglos.
Vocación política en Venezuela
La decisión de participar activamente en la política la tomó Teófila Martínez cuando residía en Venezuela. Allí estuvo desde 1978 a 1980, acompañando a su marido, Santiago Cobo, que ya trabajaba en negocios de hoteles. Antes de viajar, en 1977, Teófila había participado como interventora de AP en las primeras elecciones democráticas. Pero entonces no era militante del partido que presidía Manuel Fraga. Mientras ella se encontraba en una Venezuela diferente a la actual, en España comenzaba la Transición con el Gobierno de la UCD de Suárez y la aprobación de la primera Constitución. Cuando regresó, en 1980, se afilió a AP. Empezó en El Puerto como militante de base, haciendo pancartas y pegando carteles. También comenzó a acudir a mit
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