La subida de las hipotecas dificulta a los jóvenes la compra de un piso en Cádiz

El mercado inmobiliario se ha mantenido estable en la ciudad de Cádiz durante la primera mitad de este año. Tras el más que importante crecimiento en ventas que se había producido tras el final de la pandemia, la subida de los tipos de interés ha modificado en parte el mercado.

La peculiaridad de Cádiz, como ciudad con el suelo casi agotado y con mínimas promociones, permite que se mantenga un buen número de operaciones de compraventa, aunque las promociones de nueva planta se reducen cada vez más en número ante la falta de suelo y el alto coste de la rehabilitación de fincas en el casco antiguo, donde aún se puede habilitar nuevas residencias.

El considerable aumento del coste de las hipotecas, terminando una etapa a la baja que muchos aprovecharon para adquirir una nueva vivienda, está afectando fundamentalmente a las parejas jóvenes o a quienes tienen recursos limitados y no pueden afrontar los pagos mensuales que ahora exigen los bancos, destaca Álvaro Pedreño, director gerente del Grupo Inmobiliaria Hispania, uno de los más importantes del sector en el sur de España.

"Se está notando en este periodo un descenso de operaciones de compra de vivienda relacionadas con la financiación bancaria. El coste de las hipotecas está afectando a quienes buscan su primera vivienda, que son fundamentalmente los jóvenes", se destaca a la vez que se recuerda que está aún pendiente de poner en marcha el aval de la administración para los menores de 35 años, con la financiación del 15% del crédito hipotecario.

"Esta medida ahora sí que es muy necesaria. En Cádiz, donde los precios de los alquileres siguen siendo muy altos, cuando se opta por comprar se choca con la necesidad de afrontar el pago inicial, que es muy complicado para las parejas jóvenes que no tienen estos recursos. La ayuda que aún no ha salido adelante sí les permitiría a muchos dar este primer paso", indica el gerente de Hispania.

Álvaro Pedreño recuerda que, en todo caso, existe la posibilidad de obtener un préstamo bancario de tipo mixto, entre el precio fijo y el variable. Este permite mantener unas cuotas más asequibles durante una primera etapa, a la espera de que los tipos de interés vuelvan a bajar.

Frente a ello, la estabilidad que se constata en el mercado gaditano se logra gracias a las operaciones, constantes, de compras que se cierran sin necesidad de acudir a la financiación bancaria. En estos casos se centran fundamentalmente en pisos amplios, de precio medio-alto que o bien se paga con los recursos propios del comprador, o a través de quienes antes han procedido a la venta de su vivienda.

Frente a estos tipos de clientes, Cádiz sigue atrayendo a un comprador de fuera, ya sea de otra provincia como del extranjero. Aunque menos, aún hay inversores que adquieren fincas completas en el casco antiguo para reformarlas y tener allí su residencia. Nombres conocidos de la política, la cultura y la empresa son ya vecinos de la capital durante buena parte del año. Y con su estancia, venden el nombre de Cádiz y las ventajas de vivir en esta ciudad, entre sus amistades.

A otro nivel económico, desde la Inmobiliaria Hispania se destaca la existencia de este cliente “externo” que ya no solo busca un piso en Cádiz como segunda residencia, ya los hay que compran casa en la ciudad para vivir en ella buena parte del año. Son, normalmente, muy selectivos, aunque a parejas extranjeras no les importa adquirir casas en zonas de menor valor a cambio de tener sol. Y si tienen espacio de uso en la azotea, mucho mejor.

Con todo ello, la demanda existe y seguirá existiendo en una ciudad con atractivos pero con falta de oferta inmobiliaria. Con esta premisa, los precios apenas se han movido en los últimos meses. Incluso desde Hispania se detecta un "leve crecimiento" en algunas ofertas de hasta el 2 y el 3%.

Estas subidas se concentran, en todo caso, en los pisos considerados como “exclusivos”, tanto por su superficie útil como por sus complementos (garaje, terraza...) y más si son viviendas reformadas recientemente que están "para entrar a vivir", por lo que lo que puede costar de más se contrarresta en la ausencia de inversión de obras en la nueva propiedad.

Aquí se recuerda que en los dos últimos años los costes de obras se han disparado entre un 15 y un 20%, además de los complicado que resulta encontrar a un contratista con la agenda libre.