Balas de plata
Montiel de Arnáiz
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Los datos estadísticos que publican mensualmente los institutos oficiales, las empresas de tasación y los que manejan las grandes inmobiliarias coinciden en la constante subida de los precios de la vivienda en Cádiz capital, tanto de alquiler como de compra.
Más matizada en los últimos meses, la subida se apunta cada año varios dígitos, mientras que los pisos de segunda mano se ponen a la venta con precios que, para una residencia de tamaño medio y en buen estado, no bajan de los 300.000 euros.
Las nuevas promociones ya en marcha, las que se anuncian en los próximos meses y las que se podrán construir en los escasos terrenos que van quedando libres en la ciudad, no van a bajar los precios en la ciudad. Tal vez permitirán moderar los costes, pero se tiene claro desde el sector que éstos no van a reducirse.
Siempre se ha hablado, como justificante de estos precios en la capital, la existencia de una demanda que desborda la oferta existente (aunque ésta haya crecido en los tres últimos años). A la vez, la falta de terrenos ha disparado el precio del suelo, cuyo coste lógicamente repercute posteriormente en el precio de venta de las nuevas viviendas.
A todo ello se le une un nuevo problema, que ha llegado para quedarse. Y sin posibilidad de marcha atrás.
Lo adelanta Ramón Rodríguez de Trujillo, fundador de la Inmobiliaria Hispania, una de las empresas referentes del sector en toda Andalucía.
"El precio de la vivienda está subiendo, pero no de forma especulativa, como en otras ocasiones. Antes había una ola, pero al caer los precios se relajaban. Ahora no pasa. Ahora sube también porque se han disparado los precios de los costes de construcción o reforma de las viviendas. Ha subido el coste de la mano de obra y, sobre todo, el precio de los materiales de construcción. Y, también, la energía. En conjunto todo ha subido una media del 50%”. Y con estos datos, "difícilmente van a rebajarse los precios de los pisos aunque la demanda baje", advierte Rodríguez de Trujillo.
¿Hay alguna forma de reducir estos costes y, con ello, intentar relajar los precios inmobiliarios? El empresario gaditano considera que sí es factible.
"Hay que reinventar el modelo de construcción que se realiza en España, lo que beneficiaría a colectivos ciudadanos con menores ingresos. Todo va por flexibilizar el código técnico de construcción e introducir las viviendas industrializadas, algo que no es novedad ni en buena parte de Europa ni en los Estados Unidos, pero que en España apenas se desarrolla".
¿Qué es una casa industrializada? Es aquella cuya ejecución se realiza hasta en un 80% en una fábrica o un centro especializado y luego se transporta al lugar donde se va a levantar para ensamblar todas las piezas
Este proceso agiliza los tiempos de construcción y reduce los posibles fallos en la obra.
¿Y tienen la misma calidad que la tradicional obra de ladrillo y hormigón? "Las calidades no son mejores, son diferentes. Son construcciones, viviendas, que cuentan con una mayor eficiencia energética (uno de los grandes déficit del parque de vivienda de Cádiz, que es uno de los más envejecidos del país, según los datos del INE. Además, la Unión Europea es cada vez más exigente a la hora de cumplir una serie de parámetros de protección ambiental)".
A la vez, destaca Rodríguez Trujillo, se logra un mayor grado de insonorización. "Son edificios más inteligentes, más fáciles de reparar y más baratos en caso de necesidad de obras y, por todo ello, con un mejor precio final en relación con el resultado".
El empresario inmobiliario destaca que hoy el coste de una promoción de protección oficial está por encima de los 1.500 euros el metro cuadrado. Con la vivienda industrial el precio caería a los 1.000 euros el metro cuadrado, con lo que redundaría lógicamente en el precio final, a la baja respecto a una obra “tradicional”.
Se destaca en este sentido que acometer proyectos de vivienda pública reduciría notablemente los costes y, con ello, incrementaría el parque de vivienda a levantar con una inversión más baja que la que sería necesaria con los modelos actuales.
Esta nueva modalidad, en España, tiene una peculiaridad: "No son viviendas pensadas para tener los edificios en pie todo un siglo. Al cabo de este tiempo se desmontan y se ejecutan de nuevo, con el coste muy limitado. Hay que tener en cuenta que las edificaciones actuales en ese mismo siglo de vida han necesitado varios proyectos de reforma, costosos y más ahora, para evitar su degradación".
Esta modalidad va a ser la gran protagonista de la próxima edición de la Feria de la Construcción que se va a celebrar en Madrid.
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