Joaquín Benítez
Luces y sombras en navidad
Suelo industrial en Cádiz
Las obras que está realizando Torrot en su planta de Cádiz situada en los terrenos de la antigua Altadis, que pertenecen a Zona Franca, se encuentran en estos momentos paralizados de manera momentánea, según la empresa.
Torrot quiere instalarse en la planta baja de la antigua fábrica de cigarros (puros) que tenía la tabaquera y una pequeña porción de la primera planta. Esto significan unos 7.000 metros cuadrados, un porcentaje ínfimo de los 104.000 metros cuadrados totales que hay en todo el recinto.
Altadis fue adquirido por la Zona Franca de Cádiz en el mes de junio de 2015 por 37,5 millones de euros y se convertía en el principal pulmón industrial de futuro en la capital gaditana. Sin embargo, esto era como comprar un piso al que hay que añadirle al precio de compra el dinero de las obras. En el caso de este complejo industrial que se ha incorporado al recinto fiscal de ZF se cifra en 23,05 millones para poner en marcha todos los activos.
En una visita realizada esta semana (ver galería gráfica) con la delegada del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Victoria Rodríguez, ésta decía que “Altadis tiene un gran potencial para Cádiz y el Consorcio pero la operación y la ocupación no es como echar un huevo a freír”. En este caso, añade que “nos tenemos que mover con prudencia financiera” por lo que se están faseando todas las actuaciones para ir poniendo poco a poco las cosas a punto.
También están tirando de ingenio. Las empresas que hasta ahora se han instalado allí o estaban en proyecto se les prepara la nave que vayan a utilizar adaptando unas instalaciones de hace 30 años a la modernidad que requiere una de hoy en día. Así se hizo por ejemplo con la de Alestis.
Sin embargo, Victoria Rodríguez resaltó que hay una oferta de una empresa para instalarse en la APT (Almacén de Productos Terminados), que se encuentra en el principal edificio en forma de U y en el que también está Alestis. En total son 6.493 metros cuadrados que sólo falta que la oferta pase por el Comité Ejecutivo de Zona Franca para que se haga oficial.
En este caso, lo que se hace es que la propia empresa es la que se encarga de acondicionar la nave y después tendrá un período de carencia sobre el arrendamiento.
Si se cuenta esta empresa que se va a adjudicar en los próximos días, se encuentran funcionando a pleno rendimiento Alestis, que está en la antigua planta de preparación de ligas ocupando 14.428 metros cuadrados. A ellos hay que añadirle la de Torrot, que estaba en obras, y que ocupa esos casi 7000 metros cuadrados. De este modo, actualmente se encuentran comercializados y se les ha dado salida a unos 27.430 metros cuadrados, lo que supone un 22,62% del total.
La primera que llegó, Friking (franquicia de camisetas) y contrató 3.688 metros cuadrados. Primero se instaló en la planta de paletizado internacional y después en la nacional, pero finalmente se marcharon a otro lugar.
En la visita en la que pudo estar este periódico se puede comprobar que el recinto es gigante y que las naves se encuentran diseñadas para una empresa tabaquera, en muchos casos, aún con maquinaria y elementos para la logística de Altadis. No obstante, Victoria Rodríguez es optimista con que en el futuro sigan llegando empresas para instalarse en este recinto.
Las dificultades con las que se han encontrado es que estas instalaciones, además de su antigüedad, forman parte de una única unidad industrial, por lo que para su separación en módulos requieren importantes inversiones para la redistribución eléctrica, abastecimiento de agua y saneamiento y redistribución de canalizaciones de telecomunicaciones entre otros.
Aparte de la compra de los terrenos a Imperial Tobacco, la Zona Franca ha tenido que invertir ya más de 3,7 millones de euros en distintas obras que han ido desde unas obras para la integración del antiguo Altadis en el recinto fiscal, la primera fase de la instalación eléctrica, la adecuación de las instalaciones tanto para Alestis como para Torrot y el cambio de todo el alumbrado público de la zona a LED.
Sin embargo, no todo lo que hay es aprovechable. Hay tres estructuras que se llamaban Centro de Añejamiento que son una especies de naves con unas inmensas estructuras de hierro para paletizados que son inservibles y que hay que eliminar. En total hay tres hechas y están los terrenos de otras tres que no se llegaron a construir. La Zona Franca ha sacado a concurso la venta de toda esta chatarra para dejar expeditos los terrenos. El problema es que no hay muchas empresas que sean capaces de hacerse con tanto volumen de material. Los cálculos de la Zona Franca es que habría que invertir otros 13 millones en levantar esas naves en ese lugar.
Pero hay también muchísima maquinaria industrial del proceso de tabaco, como las de expandido por ejemplo, que también se han puesto a la venta. En el caso de que no se les consiga dar salida, pasarían también al concurso de la chatarra.
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