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Un superyate de lujo con 96 invitados escala este lunes en el puerto de Cádiz

Marítimas

El Emerald Sakara visita por primera vez el Muelle de la capital con casi un centenar de norteamericanos y 76 tripulantes

Desde 2.000 euros costará viajar en el crucero más grande del mundo, el Icon of the Seas

El crucero de los millonarios llega al puerto de Cádiz

El Emerald Sakara, un superlujo dentro del sector de los yates. / Julio González

El puerto de Cádiz ha recibido este lunes otro superlujo. En esta ocasión se trata del Emerald Sakura, un superyate de lujo de la naviera Emerald Cruises que hace una escala de dos días en su trayecto entre Málaga y Portimao con 96 invitados a bordo.

Peculiar resulta que en las pocas referencias que aparecen en internet sobre este peculiar buque que visita este lunes Cádiz es que siempre se habla de invitados en vez de cruceristas, con lo que consiguen subirle un grado en la escala de la exquisitez y el lujo.

En esta ocasión llega al puerto gaditano acompañado de otros dos buques que no dejan de ser vistosos y peculiares. Por ejemplo, el Seadream II, un pequeño crucero operado por SeaDream Yacht Club, que se encuentra en servicio desde 1985.

Anteriormente se llamaba Sea Goddess II y operaba por Cunard. A esto le siguió una transferencia a Seabourn en 2000, donde se convirtió en Seabourn Goddess II. En 2001, el barco fue vendido a Sea Dream Yacht Club, en cuyas manos está desde ese momento.

A Cádiz ha llegado procedente de Málaga y confía en llegar este martes a Sevilla o incluso este mismo lunes por la noche, dependiendo de las mareas, que son las que mandan en el Guadalquivir, ya que partirá de Cádiz sobre las cuatro de la tarde.

Este yate de lujo es un barco gemelo del SeaDream II, y al igual que ocurre con el Emerald Sakura, por su tamaño, es perfecto para descubrir los puertos más selectos del mundo, tengan más o menos espacio para su escala o más o menos calado, como ocurre con Sevilla. Este velero es uno de los buques más preciados por la calidad y el esmerado servicio por parte de la tripulación, que ofrece casi un servicio personalizado a aquellos que optan por elegir un viaje a bordo del SeaDream II. No en vano, su ratio de tripulación es casi de un tripulante por cada pasajero.

El Seadream II se encuentra este lunes atracado en el Muelle Ciudad del puerto de Cádiz / D.C.

Tan personalizado es el servicio a bordo que, si el crucerista así lo desea, puede acompañar al chef a hacer la compra en el mercado del puerto en el que se encuentre. De hecho tiene un eslogan que dice "Yachting, not cruising", o sea navegar en tu propio yate, y no hacer cruceros.

El velero de lujo cuenta con piscina, dos bares, restaurante principal, buffet-restaurante en cubierta, camas balinesas, spa, librería-sala de internet, deportes acuáticos (kayak, esquí acuático, canoas etc.) sala de cartas, simulador de golf, y casino.

El otro barco que acompaña al superyate de lujo Emerald Sakura es el Viking Sea, que llegó al puerto de Cádiz a las ocho de la mañana procedente de Valencia y protagonizará una parada en el Muelle gaditano hasta las seis de la tarde, que será cuando pondrá destino a Funchal (Madeira).

Viking Sea es el segundo barco construido por Fincantieri para la división marítima de Viking Cruises. Su lanzamiento en mayo de 2016 lo convirtió en el mayor barco bautizado en Londres. Con menos de 50 mil toneladas, Viking Sea es un barco considerado de tamaño mediano, con mucho espacio para los huéspedes.

A bordo del Viking se puede disfrutar de un todo incluido y las escalas ofrecidas son generalmente largas, con pernoctaciones frecuentes, que no es el caso de su estancia en Cádiz en un lunes en el que sólo será el Emerald Sakura el único que pernoctará en Cádiz al llegar al muelle de la capital el lunes procedente de Málaga y con destino Portimao, hacia donde partirá a las doce del mediodía de este martes. Aquellos que conocen este Viking Sea afirman que el que lo visitan no puede perderse el Star Theater, en la proa, "un lugar relajante durante la navegación y con una proyección fascinante durante el particular show ofrecido a los pasajeros".

En cuanto a este superyate de lujo, tiene un gemelo que es el Emerald Azzurra, ambos fueron cuidadosamente diseñados para permitirnos acceder a puertos pequeños donde otros de su tipo no pueden. A su vez la naviera no marca prácticamente límites a los itinerarios de este buque de lujo, ya que lo mismo entra por el Mediterráneo, que visita localidades del Mar Adriático, del Mar Rojo y del Caribe así como de América Central.

En la web de Un Mundo de Cruceros afirman que "desde las islas griegas, Italia y la Riviera francesa, hasta Turquía, Egipto, Israel, Jordania y las islas bañadas por el sol del Caribe, viaja por algunos de los mares y costas más célebres del mundo con lujo contemporáneo, atracando cerca del puerto y brindando más oportunidades para explorar de forma independiente y fuera de los caminos turísticos".

Con una eslora de 110 metros, todo un mundo para el centenar de invitados que es su capacidad máxima, dicen que es fácil que todos ellos consigan preservar su intimidad a bordo, ya que hay espacio de sobra para todos.

En esta misma web afirman que "Cada una de las suites y camarotes se convierte en tu propio refugio privado, donde todo lo que necesitas está al alcance de tu mano. Relájate en un entorno espacioso y moderno, disfrutando de una colección de lujosas comodidades, mientras navegas hacia algunos de los puertos más pintorescos de la Tierra".

Otra arribada por el mal tiempo

Es la tercera arribada en la Bahía de Cádiz en tres semanas. Las continuas borrascas y el mal tiempo reinante, a pesar de que parece que este lunes ha dado una tregua, ha provocado que muchas embarcaciones, unas por un motivo y otras por otro, hayan preferido quitarse de en medio para evitar males mayores: el malestar, mareos para sus pasajeros, en el caso de los cruceros, y el peligro de deslizamientos de carga como ha ocurrido recientemente con dos cargueros, uno que se encuentra aún cobijado en La Cabezuela y otro que abandonaba precisamente este lunes la Bahía después de permanecer frente a la Alameda cargado de una impresionante estructura.

En esta ocasión es el Wind Star, otro pequeño yate/crucero que se encontraba este lunes atracado en el Muelle Alfonso XIII, en la terminal de contenedores de Concasa. Este crucero ha tenido que adelantar por culpa del tiempo su llegada a Cádiz, ya que realmente tenía prevista su entrada en Navantia este jueves, 9 de noviembre, donde permanecerá prácticamente durante un mes (hasta el 3 de diciembre), para someterse a una serie de arreglos y reparaciones.

La reparación de embarcaciones de lujo es, al parecer, otro nicho importante de negocio que se le abre a la factoría gaditana de reparaciones de Navantia en Cádiz, lo que le hace completar una apretada agenda que terminará pronto un exitoso año cargado de trabajo, tanto para los empleados de la propia factoría como para los de las empresasa auxiliares de la Bahía de Cádiz.

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