¿Por qué tarda tanto el presupuesto del Ayuntamiento de Cádiz?

Bruno García, en un Pleno del Ayuntamiento de Cádiz. / Jesus Marín

El presupuesto de 2024 que parece resistírsele al gobierno de Bruno García tiene lecturas diferentes. Una primera lectura es política, con el error -posiblemente pagó la novatada- de anunciar desde su llegada que estaba trabajando en un presupuesto que se espera desde octubre y la posterior precipitación con ese raquítico avance que presentó a la oposición y a los medios en marzo. Y otra es técnica, o real, de dar cobertura a todo lo que necesita la maquinaria que de por sí es el Ayuntamiento con institución y a todo lo que quiere hacer el nuevo gobierno municipal.

La parte política anda, como es lógico, señalando continuamente ese retraso que acumulan unas cuentas que iban a estar en octubre para cumplir -por primera vez en Cádiz, hay que apuntarlo- la ley, que establece que el presupuesto debe estar aprobado antes del 1 de enero. ¿Y por qué no está el presupuesto? ¿Qué pasa con las cuentas del Ayuntamiento de Cádiz?

El problema que ha encontrado el gobierno de Bruno García a la hora de establecer el destino de los ingresos en estos doce meses de los que ya solo quedan ocho (y bajando) es que el apartado de gastos era mucho mayor que el de ingresos; y eso imposibilitaba cerrar el documento. Ante este escenario, ya ha insistido el alcalde en que se ha optado por buscar esos ingresos por todo tipo de vías, pasillos y vericuetos de la Casa Consistorial y de la legislación local, autonómica y estatal, en lugar de meter la tijera y recortar partidas. Eso unido al enorme incremento de por sí que genera, por ejemplo, el capítulo de Personal, donde el gobierno de Kichi pactó un nuevo Acuerdo Regulador con la plantilla que se traduce en un incremento de 10 millones de euros al año que no tenían la ciudad ni el Ayuntamiento.

Una de esas vías ha sido la del remanente del año anterior, que nunca en la historia del Ayuntamiento había estado liquidado con tanta antelación (de hecho, el de 2022 se aprobó en agosto de 2023). Pero para que tenga efecto en el presupuesto de 2024 ese destino aprobado el viernes de los 17,3 millones de euros no ejecutados el pasado año todavía tiene que esperar el Ayuntamiento a que el acuerdo plenario tenga validez y esos 15,3 millones de euros destinados a amortizar deuda sean ingresados en los bancos. Solo entonces los técnicos tendrán confirmación de que determinadas obligaciones fiscales estarán ya cumplimentadas, rebajando las respectivas partidas de gastos en el presupuesto, permitiendo así cuadrar ingresos y gastos, como lleva intentando el PP en todos estos meses.

Y es que fuentes municipales insisten en la premisa impuesta por el alcalde desde el primer momento de “no renunciar a nada” en el próximo ejercicio económico; y recuerdan el aumento del servicio de Ayuda a Domicilio, la “aportación real a Valcárcel”, aunque está sujeta a la venta de la parcela del Campo de las Balas; la vivienda, abriendo de nuevo la partida a la expropiación, para lo que habrá una partida concreta ya a disposición; o la mejora de los Servicios Sociales para cubrir todas las necesidades.

Por eso, pese al retraso de tantos meses, aseguran las fuentes consultadas estar “tranquilos” con esto del presupuesto. Tranquilidad que se basaría en el convencimiento del resultado que se está consiguiendo de las cuentas, y también en el hecho de que las últimas gestiones realizadas con el remanente de 2023 permite cuadrarlo todo. Ahora ya solo queda rematar el expediente e iniciar su tramitación definitiva.

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