La tasa turística en Cádiz: al menos 2 millones de euros para el Ayuntamiento para recuperar todas las fortificaciones
EL DEBATE SOBRE EL TURISMO
Este impuesto pagado por los visitantes permitiría recuperar parte del patrimonio histórico de la ciudad
La decadencia de las murallas de Cádiz
Cádiz fulmina en 2023 en número de usuarios de hoteles
La imposición de una tasa turística a los hoteles en Andalucía va pareja a la valoración de la Junta sobre este nuevo impuesto. Hoy, a decir del presidente Juanma Moreno, no entra en sus planes poner en marcha esta tasa, aunque siempre es posible un cambio de opinión pues el debate sobre su viabilidad o no sigue abierto. La propia administración regional ha elaborado una encuesta según la cual hay una mayoría de andaluces que se muestra contrario a esta medida.
La tasa, en marcha en numerosas ciudades europeas y en algunas localidades españolas, busca incrementar los ingresos de las ciudades más afectadas por una presencia más o menos masiva del turismo. En muchas de estas localidades este dinero se dedica al mantenimiento del patrimonio o a inversiones de carácter social. Sólo en Barcelona, se han destinado 11 millones de euros, procedentes de esta recaudación, en 48 proyectos urbanos de distinto calado.
La izquierda en Cádiz ha intentado sin éxito poner en marcha esta tasa. La ciudad ha incrementado de forma más que notable la presencia de visitantes en estos últimos años. Visitantes que gastan en la ciudad, tanto en la hostelería como en el comercio, pero que también "la gastan", con el uso de determinados servicios públicos. O la simple visita a sus museos, gratuitos en el caso de los municipales y autonómicos.
Esta apuesta ha chocado con la negativa del PP, en el poder local desde hace un año. Un voto contrario que ha ido matizándose a medida que la misma Junta abría esta posibilidad.
El sector hotelero se muestra radicalmente contrario a la imposición de esta tasa. Considera que el visitante ya paga por su estancia en la ciudad por lo que incrementar los precios podría afectar al propio sector.
Reticencias o apoyos a esta medida, lo cierto es que una tasa turística en Cádiz supondría un importante ingreso extra anual al Ayuntamiento, no muy sobrado de fondos.
La cuantía del mismo dependería, lógicamente, del número de turistas que pernoctasen en la ciudad y del coste final de la tasa. Allí donde ya funciona hay dos posibilidades: una con un coste fijo para todos los alojamientos de la localidad y otra, con un precio variable atendiendo a la categoría del hotel.
El coste de la tasa, según la categoría de los hoteles
Haciendo un ejercicio de suposición, y poniendo una tasa media de 2 euros por noche y cliente, podría suponer unos ingresos anuales para la ciudad de cerca de 2 millones de euros.
En 2023 los hoteles de Cádiz alcanzaron un total de 681.399 pernoctaciones. A estas hay que añadir las 75.000 cuantificadas en los apartamentos turísticos. Y quedarían por fijar las noches pasadas en los cientos de pisos turísticos que siguen funcionando en la capital. Con ello, en números redondos, la cifra podría ser de un millón de pernoctaciones en un año y, con ello, un ingreso de 2 millones de euros limpios para la hacienda local.
Aunque en este debate no se incluye el turismo de cruceros, este sector al alza en la ciudad también podría ser un nicho de ingreso extra. El año pasado fueron más de 600.000 visitantes los que arribaron al puerto de Cádiz. Con una hipotética tasa de 50 céntimos por persona (no pasan la noche y, en algunos casos, apenas están unas horas en la ciudad), se obtendrían otros 300.000 euros.
Si, en este juego de hipótesis, se destinasen todos los fondos obtenidos por la tasa turística al patrimonio de la ciudad, tan escaso de inversiones públicas, la recuperación del mismo se aceleraría de forma más que notable, garantizando actuaciones en todas las fortificaciones de la ciudad que hoy están en el aire.
El Ayuntamiento ha acudido a los fondos europeos y al 2% Cultural del Estado, para intentar obtener 5,3 millones de euros para actuar en todo el frente de la muralla de Puerta de Tierra, que en su conjunto ofrece una imagen de abandono, necesitado de importantes obras para evitar males mayores.
Aún sin este dinero, la tasa turística permitiría ejecutar en tres años todas estas obras. Y si se obtuviesen fondos externos, el dinero permitiría iniciar la recuperación del resto de las fortificaciones, entre ellas el castillo de San Sebastián.
Con todo ello, el Ayuntamiento podría concentrar el presupuesto anual dedicado a patrimonio a mejorar sus museos o poner en marcha otros equipamientos, como el dedicado a la historia del comercio marítimo.
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