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Un tesoro hasta ahora desconocido

La tribuna cofrade

El primitivo Cristo de la Vera-Cruz, que está en la casa de hermandad, es la primera obra que aparece en España hecha con pasta de papel y tela encolada l Un investigador pide que se restaure

Un tesoro hasta ahora desconocido

08 de febrero 2009 - 01:00

ESTUVO muchos años escondido, olvidado, bajo el suelo de la iglesia de San Francisco. Un buen día su junta de gobierno decidió rescatarlo de la cripta y devolverlo a la vida en la casa de hermandad. Y ahora ha llegado un gran experto a descubrir la importancia y el valor histórico y artístico que tiene y que hasta el pasado jueves nadie sabía. La cofradía de Vera-Cruz guarda uno de sus mayores tesoros, de su patrimonio más valioso, colgado en una de las paredes de su local de la calle Conde de O'Reilly.

Se trata del primitivo Crucificado de la hermandad, el único referente de su estilo y técnica conocido hasta ahora en España. Esto lo ha dado a conocer ahora Pablo Francisco Amador, profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de Méjico y uno de los más reconocidos especialistas de los llamados Cristos de papelón o de caña.

CRISTO DE CAÑA. Pablo Francisco Amador explica que bajo este nombre se engloban "las esculturas que se realizaban en Europa a finales de la Edad Media". Como elemento destacado de ellas prima el poco peso, ya que Amador asegura que fueron concebidas para procesionar. Las imágenes eran realizadas con tela, papel y pasta de madera, "como el Cristo del Museo de Sevilla que realizara en 1575 Marcos Cabrera", explica Amador. Se aplicaba una técnica basada en moldes, por lo que se consigue la rápida ejecución de imágenes y, como puntualiza el profesor mejicano, que las obras sean casi idénticas.

Posteriormente, estas imágenes se llevarían a América, donde le aplicaban en su elaboración los materiales y técnicas que ya conocían en sus culturas. Así, por ejemplo, empieza a realizarse estas imágenes con caña de maíz; o en Michoacán se usa la baba de orquídea como pegamento y también el colorín, una madera de balsa autóctona de Méjico.

VERA-CRUZ. Bajo este contexto en el que se realizó el primitivo Cristo de la Vera-Cruz, Pablo Francisco Amador destaca que se trata de una variante con respecto a lo habitual. "Se realiza con los mismos recursos pero se utiliza con pasta de papel y tela encolada", explica. Estos materiales se conocen en la escuela peruana o colombiana, pero hasta ahora no había aparecido en España. "Por eso el Cristo de la Vera-Cruz tiene tanta importancia", argumenta Amador, quien además hace referencia a la profunda devoción que este Crucificado tenía en la ciudad durante los siglos XVI, XVII y XVIII, "cuando los gaditanos impidieron algún que otro intento de sustituir la imagen por una nueva", comenta.

Sobre el Crucificado considera que pese a los materiales con que fue realizado, "es una pieza singular y de cierto mérito", destacando sus dimensiones, la ligereza y "cierta ingenuidad al tallado". Amador informa de la existencia de piezas similares en Europa y América del Sur, "pero en España es la primera de la que hay constancia".

LA IMPORTANCIA. Este dato que los cofrades de Vera-Cruz conocieron el jueves, ¿qué trascendencia tiene?. Según este investigador mejicano, "eso quiere decir que Cádiz posee un patrimonio singular".

Pablo Francisco Amador está convencido de que tendrán que aparecer más obras similares, que se suman a las ya existentes en la provincia, como un Cristo que hay en Bornos o el Divino Indiano de Chiclana, "que son obras vitales para el arte iberoamericano y mejicano".

Pero la existencia de este primitivo Cristo de la Vera-Cruz y su importancia histórico-artística que hasta el jueves pasaba desapercibida, trasciende lo cofrade, lo religioso e incluso el arte. El Crucificado de pasta de papel y tela encolada que se conserva en la casa de hermandad es muestra del mercado de obras de arte que ya existía hace siglos, en los que Cádiz era la puerta de Occidente para Iberoamérica. Un hecho que cobra aún más relieve en estos años próximos a la celebración del Bicentenario de 1812 y lo que ello conlleva en cuanto a la unión de Cádiz, España y Europa con Iberoamérica.

EL FUTURO. Una vez conocida la importancia y trascendencia de la pieza a la que los gaditanos y los cofrades de Vera-Cruz le rindieron culto hace siglos, ¿qué debe hacer ahora la hermandad?. Pablo Francisco Amador lo tiene claro: "ellos han valorado y conservado la imagen durante todos estos años; ahora, lo próximo debe ser estudiarlo y recuperarlo".

Esa es la encomienda que ha dejado a los cofrades de Vera-Cruz este profesor del instituto mejicano, que en su estancia en Cádiz ha podido estudiar y analizar el Cristo. Un Crucificado que tuvo mucha devoción en su historia, que después pasó muchas décadas enterrado en San Francisco y que desde hace años ocupa un lugar especial en la casa de hermandad.

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