El Testaccio haliéutico o pesquero del Gades romano sigue a la espera de licitar su gestión
El espacio lleva más de un año musealizado, pendiente del pliego que permita licitar la explotación por parte de una empresa externa
El recorrido cuenta con proyecciones audiovisuales, una maqueta en 3D de la ciudad romana y piezas de la excavación
La imágenes del Testaccio haliéutico de Gades
El montículo de unos 20 o 30 metros de altura que en época romana avistaban a los lejos aquellos barcos que llegaban a Gades desde el Canal Bahía Caleta, el denominado Testaccio por el paralelismo al de Roma, lleva más de un año musealizado y pendiente de su apertura en el sótano del edificio del Olivillo.
Hace tiempo que este espacio de unos 150 metros cuadrados protagonizado por la sección de unos 7 metros de altura de la estratigrafía de esta gran montaña de residuos que impulsó Balbo el Menor en torno al 50 a.C, está preparado para las visitas, a la espera del procedimiento administrativo que lo ponga en funcionamiento. Concretamente, el vicerrectorado de Empleabilidad y Emprendimiento de la UCA está preparando el pliego para sacar la licitación para explotar la gestión, explica Darío Bernal, responsable del proyecto de excavación e investigación.
En todo este tiempo, eso sí, el espacio arqueológico se ha mantenido con vida, gracias a las visitas puntuales al hilo de eventos culturales y visitas de expertos, como el pasado verano en la Noche de los Investigadores.
¿Cómo se formó el Testaccio?
Aquella montaña fue el resultado de la descarga de desechos de aquellas embarcaciones de ánforas rotas o inservibles, un lugar donde se vertían los restos de la potente industria pesquero conservera, de garum, de producción de púrpura, tintorerías, y de industria auxiliar portuaria, junto a otros restos de animales e incluso humanos, y residuos de todo lo que suponía la azarosa vida en esta parte de la ciudad, “donde se gestionaron los residuos sólidos de Gades entre las épocas de los Cornelios Balbos y Nerón, como ocurría en las importantes ciudades romanas”, explicaba en una visita ofrecida a este medio Darío Bernal, responsable del proyecto de excavación e investigación.
Un vertedero, en otras palabras, que fue hallado en 2019, y que ha resultado de gran interés arqueológico para investigar sobre la vida cotidiana de Gades, con el resultado de su musealización en los sótanos del edificio El Olivillo, en el actual Centro de Transferencia Empresarial, como gran hito de la Universidad de Cádiz –en colaboración con la Junta de Andalucía–.
La musealización del Testaccio de Gades
El museo cuenta con 150 metros cuadrados y gira en torno a una sección de 7 metros de altura -de los casi 30 que alcanzaba- en la que se ve la estratigrafía de aquella gran montaña de residuos.
En el recorrido se exhibe una museografía discreta y evocadora, con varias ideas más potentes en torno al Gades romano que completarán al resto de espacios museísticos de la época como son el Teatro Romano y el Museo de Cádiz.
Concretamente, en el hall del edificio se puede ver una maqueta en 3D de la situación geográfica y se proyectará un vídeo sobre la excavación también a vista de dron, para acceder ya por la rampa trasera del edificio a la zona musealizada. Es aquí ya en el sótano donde un gran panel muestra la imagen de la zona del Canal Bahía Caleta –que abarca del Balón a la Viña– con la ladera del Testaccio que mira hacia él, y donde se observan curiosidades como la propia anchura del canal, la disposición de los malecones perpendiculares, la alternancia de la playa con zonas de acantilados o las plataformas secas con cantiles de piedra.
Tras visualizar esta curiosa imagen el visitante se adentra en una rampa que lo lleva hasta esta sección de la gran montaña de residuos, junto a la que se exhibirá otra proyección sobre cómo se obtenía la púrpura de las cañaíllas, pues a sus pies puede verse un conchero con cientos de miles de ellas. Para completar el discurso museográfico se ha realizado una selección de materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones procedentes el Museo de Cádiz, que se exhibirán en las vitrinas junto a réplicas y otros recursos museográficos cuyo objetivo es profundizar en tres aspectos de la historia antigua de Gades como fueron las dos fases importantes de los Cornelio Balbo, “que lo revolucionaron todo en Cádiz”, y la alto imperial, pues fue esta última en la que Gades fue importante a nivel internacional; así como la industria de producción de púrpura -con la que se teñían las capas de los emperadores- y la importancia económica y comercial de Cádiz, que fue la razón de ser de este montículo.
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