Las nuevas tiendas de marcas andaluzas salvan a la calle Columela de Cádiz del peligro de la decadencia

La apertura de Silbon hace apenas unos días y la inauguración de Scalpers este fin de semana marcan la recuperación de la calle Columela de Cádiz como uno de los referentes del comercio del casco antiguo.

Estas dos marcas se unen a Pepe Pinreles, ya en funcionamiento en la misma vía desde hace un tiempo, como referentes del nuevo comercio con adn andaluz que está tomando posiciones estratégicas en el sector en la última década en el conjunto del país.

La llegada de Silbon y Scalpers ocupan locales históricos de Columela, uno de ellos, el ocupado por la segunda firma, que ha costado sacarlo al mercado al salir en un primer momento con una elevada renta mensual, que con el tiempo tuvo que rebajar.

Suponen, además, un respiro para la que siempre se ha considerado como Milla del Oro del comercio gaditano, aquella donde los escasos locales que quedaban vacíos se los rifaban empresas nacionales e internacionales. La pandemia y, sobre todo, la apuesta de las grandes cadenas por la venta por internet provocaron una profunda crisis en esta arteria, que llegó a acumular media docena de locales vacíos, algo inaudito en su historia.

Ahora, el resurgimiento le llega gracias a capital andaluzas. Y a empresas muy vitalistas que no llegan a las dos décadas de existencia.

Silbon nació en Córdoba en 2009. Primero para ropa de caballeros que una década después se amplió para niños y mujeres. Ahora apuesta por las eco-colecciones e incluso por un proyecto gastronómico iniciado en su ciudad natal.

La firma abrió hace unos años en una pequeña tienda en la calle Nueva, que ahora mantiene dedicado a la mujer. La de Columela es para hombres. La compañía cuenta en España con cerca de un establecimientos además de estar presente en El Corte Inglés.

Scarpels ha tendido una expansión mucho más potente. Con Sede en Sevilla (ciudad en la que estas dos marcas acaban de inaugurar dos grandes macrotiendas), se puso en marcha en 2007. Hoy mueven más de 150 millones al año, con cerca de 300 tiendas (algunas en otros países del mundo) y más de un millar de empleados.

En cuanto a Pepe Pinreles, además de su nacimiento en Sevilla tiene también raíces gaditanas. Su mercado más limitado, al centrarse en calcetines, lo superan con una dinámica oferta que está siempre atendta a la actualidad, para diseñar nuevos y divertidos modelos.

Columela perdió hace tres años a todas las tiendas que tenía el grupo Inditex en la calle, entre ellas su principal marca, Zara, a pesar de sus buenos resultados de venta. Varios de los locales que dejó vacíos ya están ocupados por otras firmas, como Scarpels. Sin embargo, sigue sin poder alquilarse la gran tienda de Zara Mujer que ocupaba todo un edificio en el corazón de Columela.

Con tres plantas y cerca de 1.500 metros cuadrados de superficie, salió al mercado por 25.000 euros de renta al mes. El edificio, que en su día llegó a ser propiedad del grupo gallego hasta que lo vendió a una empresa madrileña, no acaba de tener salida, debido a su amplitud y coste. Habrá que ver cómo evoluciona el mercado y si no acaba transformándose en un edificio para viviendas.

Ya hoy las marcas que en su día pujaron por buscar suelo en Cádiz, como paso con H&M, han reculado por diversos motivos. Como pasó con Inditex, que solo tiene ya en la ciudad a Stradivarius, ahora se vuelven a buscar grandes locales en las superficies comerciales del exterior de las ciudades y, sobre todo, se apuesta por la venta por internet.

Con todo, en Columela aguanta Mango, otra de las grandes del textil nacional, así como tradicionales marcas gaditanas que mantiene su apuesta por su ciudad.

El siguiente paso es apostar por un comercio gaditano, con ofertas novedosas y diversas que den una imagen de variedad a Cádiz frente a otras zonas comerciales colonizadas por las mismas firmas.