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La transformación del antiguo Highbury, ¿una idea para el Nuevo Mirandilla?

Cádiz CF

El mítico estadio del Arsenal, en Londres, se convirtió en 650 apartamentos de lujo y un gran parque

El Cádiz CF busca suelo en la capital para construir un estadio nuevo de 35.000 espectadores

El estadio Ramón de Carranza pasa a llamarse Nuevo Mirandilla

La fachada de la tribuna este del antiguo estadio de Highbury, en Londres, transformada en apartamentos de lujo. / R.B.

Cádiz/En la última entrevista que ha concedido el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, a Diario de Cádiz ha vuelto a dejar muy claro que una de las ideas que tiene el club para seguir creciendo dentro de LaLiga EA Sports (la Primera División del fútbol español) es tener un nuevo estadio en propiedad que permita paliar las deficiencias del actual Nuevo Mirandilla.

Con menos de 20 años de vida y con una importante inversión tanto del Ayuntamiento de Cádiz como de la Zona Franca, este recinto deportivo ya no cumple con las necesidades de la entidad, según su máximo mandatario, tanto en aforo como en espacio y las posibilidades de generar negocio más allá de los partidos que acoge los fines de semana.

Un enfoque, el de un recinto con vida los 365 días del año, que ya se está implantando en muchos clubes de fútbol al estilo americano. Nuevos ingresos que permiten crecer y dotar de mayores recursos a la principal pata de este negocio, que es lo que determina la pelota cada domingo.

Pero dentro del interés que tiene el Cádiz CF por independizarse y volar solo, algo que puede hacer en la actualidad debido a la buena situación deportiva y económica de la entidad amarilla pero que hace dos décadas era impensable, hay un daño colateral al que habría que dar salida. Este no es otro que dotar de actividad al Nuevo Mirandilla. El principal problema que tiene la actual construcción es que se ideó con un recinto comercial y de oficinas dentro de un estadio de fútbol, lo que limita en demasía sus posibilidades de crecimiento y transformación, algo que está sufriendo actualmente el propio club para poder adaptar el recinto a sus necesidades presentes y futuras.

Partiendo de la base de que la inversión pública fue muy importante para que la ciudad y el equipo contarán con un estadio moderno, un problema se puede convertir en una oportunidad si aparecen dos cosas: ideas e inversión.

Si se diera el caso de que el Cádiz CF abandonara el Nuevo Mirandilla y construyera un estadio en la ciudad, un espejo en el que se puede mirar para la transformación del estadio es lo que hizo el Arsenal con el mítico Highbury.

La Highbury Square Stadium, situada en donde se encontraba el césped del antiguo estadio del Arsenal. / www.highburysquare.com

El club gunner se marchó a su actual estadio, el Emirates Stadium, en el año 2006. Con este cambio se pasó del misticismo de los legendarios campos ingleses, en los que se respiraba el auténtico fútbol, a la modernidad de unas instalaciones con todas las comodidades posibles, tanto para el público como para los futbolistas y el propio club para mejorar y ampliar sus posibilidades como empresa. Deportiva, pero empresa en tiempos de la globalidad.

Con 60.704 asientos, el Emirates Stadium casi doblaba a escasos 500 metros de distancia los 38.500 espectadores que podía acoger el antiguo Highbury. Aunque la esencia creada en 1913 por el arquitecto escocés Archibald Leitch, autor de estadios legendarios en las islas británicas como Anfield, Celtic Park, White Hart Lane, Ibrox Park, Villa Park, Goodison Park, Hampden Park, Hillsborough, Twickenham o Landsdowne Road, entre otros, no se podía mantener en favor de la modernidad, la comodidad y las nuevas tecnologías.

Esta vieja esencia del fútbol británico le sirvió al Arsenal para dotar de una nueva vida a su antiguo estadio. Dentro de la operación inmobiliaria que se realizó para la construcción del Emirates Stadium, el antiguo Highbury aún se mantiene en pie, pero transformado en 650 apartamentos de lujo que se inauguraron en el año 2010, cuatro años después de su clausura.

Así, la estructura de las cuatro gradas se ha transformado en cuatro edificios de viviendas, eliminándose los graderíos pero respetándose su composición alrededor del lugar que ocupaba el césped del antiguo estadio del Arsenal. Este espacio se ha transformado en una enorme plaza ajardinada, la Highbury Stadium Square, en donde se encuentra parte del pasto que pisaron las estrellas del conjunto londinés.

Las viviendas, con unas terrazas acristaladas con vistas al que fue el antiguo césped de Highbury, se vendieron por un precio en torno a las 660.000 libras esterlinas.

El interior de una de las viviendas situadas en el antiguo Highbury. / www.highburysquare.com

Además de su transformación en apartamentos de lujo, el componente histórico del antiguo Highbury se mantiene vivo al respetarse en la construcción la fachada de Art Deco de la tribuna East Stand, convirtiéndose también en un atractivo turístico para las personas que visitan esta zona situada al norte de Londres. Esta es la parte más visible desde el exterior del recinto, aunque también se ha respetado en su construcción la portada de la grada West Stand.

Esta transformación de Highbury es un ejemplo de nuevos usos que se le pueden dar a los antiguos recintos deportivos manteniendo su historia. ¿Sería esto aplicable en el Nuevo Mirandilla? Todo es posible, siempre que aparezcan las ideas y la inversión.

Uno de los edificios de viviendas situado en una de las gradas del antiguo Highbury. / www.highburysquare.com

Hay que tener en cuenta que el Nuevo Mirandilla es un recinto que actualmente tiene diversos usos, más allá del deportivo. Así, en su interior alberga dependencias judiciales, oficinas de diferentes organismos de la Diputación de Cádiz, un gimnasio, un hospital, un supermercado, comercios, un aparcamiento subterráneo y, en un futuro, un nuevo hotel.

Todo lo que se pudiera hacer allí, si algún día se hiciera, se tendría que realizar respetando a los actuales propietarios e inquilinos. A partir de ahí, con un buen proyecto es posible la transformación de los actuales graderíos en nuevas dependencias o viviendas alrededor de un gran parque público en el espacio en donde se sitúa actualmente el césped, siempre que no fuera posible la construcción de nuevos edificios en este lugar

En la actualidad, a menos que existan pasos decididos, todo puede sonar un poco utópico por la escasez de suelo que sufre Cádiz capital, sobre todo por la cantidad de metros cuadrados que se necesitan para la construcción de un nuevo y moderno estadio.

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