Así transportaba los camarones y los pasteles que luego vendía en playas de Cádiz

Sin las mínimas condiciones higiénicas y sanitarias, simplemente en el maletero de un vehículo que, especialmente en meses de verano, suelen estar más expuestos a las altas temperaturas. Así es como trasladaba el hombre que fue denunciado el domingo por el Servicio de Playas de la Policía Local de Cádiz los productos que luego vendía por las playas. Lo localizaron en la playa Victoria con camarones y varias cajas pasteles pero ejercía la venta ambulante por diferentes playas de la ciudad.

Según informó el Ayuntamiento de Cádiz, el hombre carecía de licencia para ejercer esta actividad y tampoco tenía permiso de conducción por lo que los agentes procedieron a instruir diligencias judiciales. Además al hombre, que en un primer instante ofreció datos falsos, le constaban más de 80 antecedentes policiales.

Licencias de venta ambulante para la playa en Cádiz

La venta ambulante en las playas de la ciudad no sólo está regulado por las preceptivas autorizaciones que aprueba año tras año la Junta de Gobierno Local. Las actividad además sólo se puede realizar en un periodo concreto del año (entre el 1 de junio y el 30 de septiembre) y quienes la practiquen tienen que cumplir unos requisitos.

Para este verano 2023 el Ayuntamiento de Cádiz aprobó la concesión de un total de 72 licencias repartidas entre la playa de la Caleta, Santa María del Mar, la Victoria y Cortadura.

• En la Caleta estaba prevista la concesión de cuatro autorizaciones para patatas fritas, frutos secos sin cáscara y latas, dos para carritos de 2x1 metros y otras tantas para carritos de 1x1 metros.
• Para el tramo comprendido entre las playas de Santa María del Mar, la Victoria y Cortadura se destinaron 18 autorizaciones para patatas y frutos secos sin cáscaras, 48 autorizaciones para la venta de latas de refrescos, cervezas y agua y dos para aviones de corcho, todas ellas de 1x1 metros.

Los criterios de adjudicación valoraban haber ejercido como vendedor ambulante en el último año, en los últimos cinco años y estar adherido al Sistema Arbitral de Consumo en la actividad de venta ambulante.

Los aspirantes debían disponer del certificado del curso de manipulador de alimentos, vestir camiseta o camisa blanca, pantalón blanco y gorra blanca y llevar visible la tarjeta que les identifica como vendedores autorizados. En el caso de los vendedores de patatas fritas y frutos secos, deben llevarlas en canastos de mimbre; las latas de refrescos, cervezas y agua debían estar en neveras portátiles de color blanco.