El tren , algo más cerca de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz
8 millones de euros costará que el ferrocarril conecte el trazado general con la dársena portuaria recién construida y aún sin uso atravesando todos los días la Carretera Industrial
La logística y la sostenibilidad imponen que la nueva terminal cuente con un tren
La nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz se convertirá en un muelle multifuncional
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz acaba de sacar a licitación la construcción e instalación de los ramales de acceso ferroviario a la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz.
Es un gran e importante paso que tarde o temprano había que dar para conseguir que el tren llegue a la aún sin estrenar dársena portuaria, de manera que esta ya nazca, si fuera posible, con una conexión ferroviaria que podría evitar su muerte por asfixia.
Por factores tanto logísticos como de rentabilidad como de sostenibilidad el puerto necesita de un tren. La Cabezuela está ya a un paso de contar con ese medio de transporte que una ese núcleo industrial con el resto del mundo a través de unas vías que se consideran necesarias para su mayor rentabilidad y desarrollo.
Así la APBC, dentro de su Plan Estratégico contempla la potenciación del tráfico lo-lo (contenedores) en la dársena comercial de Cádiz. Para ello se planteó hace años la construcción de una nueva terminal de contenedores, un adecuado acceso a ella y unos ramales de ferrocarril que permitan su conexión con la Red Ferroviaria de Interés General española (RFIG) que viniera a sustituir la que a día de hoy regenta la compañía Concasa-Boluda en el Muelle Reina Sofía.
Los planes del equipo técnico y directivo de Teófila Martínez, presidenta de la APBC, contempla un acceso ferroviario que partirá de un desvío ubicado metros antes de llegar a la estación de Cádiz donde se ubica el actual ramal de acceso portuario, modificándose su trazado para trasladar el mismo de la dársena comercial a la nueva terminal de contenedores, construida sobre un relleno ganado al mar y muy cerca de la factoría de reparaciones de Navantia en Cádiz.
Con fecha 16 de septiembre de 2016 la Autoridad Portuaria de Bahía de Cádiz contrató ya los servicios de asistencia técnica para la redacción del Proyecto de Construcción de los Ramales Ferroviarios en la Nueva Terminal de Contenedores de Cádiz a la empresa Consultrans.
Tras la emisión de una versión preliminar del proyecto de fecha de marzo de 2017, el servicio quedó en suspenso por las incidencias acaecidas en la ejecución del túnel de acceso a la nueva terminal, que dieron lugar a la resolución de las obras. Este túnel sigue siendo un problema y realmente hasta que no se ponga fin a sus problemas y se termine de construir, no será posible que el ferrocarril llegue hasta la nueva dársena portuaria, ya que sus vías deberán pasar por encima del futuro túnel.
Respecto al proyecto emitido en 2017, puede decirse que quedó pendiente de una revisión general, la definición de algunos elementos auxiliares y la redacción del proyecto de la segunda fase, correspondiente a un ramal secundario en la zona de la nueva terminal.
Hace prácticamente un año se dio otro paso con la aprobación de la orden de ccontratación de lamodificación del servicio para la redacción del proyecto.
La modificación del proyecto del acceso ferroviario debe adaptarse a las nuevas necesidades surgidas desde su primera emisión, a las obras ya ejecutadas en la zona, los nuevos precios y ajustarse a las vigentes normativas que le sean de aplicación, según se indica en el pliego técnico de esta licitación.
El segundo ramal inicialmente contemplado en la versión de 2017 parece que finalmente no será necesario, aunque se realizará una prolongación de la playa de vías en un plazo muy cercano, para lo que se licitará un servicio independiente en una segunda fase.
El citado acceso se divide en dos partes, la primera a ejecutar por ADIF, entre el desvío de la estación de trenes de Cádiz en la RFIG y la valla de cerramiento del Muelle.
Dicho tramo es realmente muy corto, ya que consta sólo de 111 metros que se desarrollan atravesando la Avenida de Astilleros, también conocida como Carretera Industrial. La segunda parte, objeto del presente proyecto de construcción y correspondiente a la fase 1, se desarrolla entre la valla de cerramiento y la nueva terminal de contenedores, es decir ya en suelo portuario. La historia ha demostrado ya con creces que cuando una obra ha dependido exclusivamente de la APBC se ha llevado a cabo con más celeridad y disciplina. La prueba estuvo en el trazado ferroviario de La Cabezuela, donde la obligación de la Autoridad Portuaria era tener listo el trazado o las vías del tren desde la valla de acceso al Muelle puertorrealeño hasta La Cabezuela. De ahí para fuera, hasta conectar con el trazado general y nacional del ferrocarril corrría de cuenta del Gobierno de la Nación. Y fue esta segunda parte la que falló y quedó interrumpida y dejada de la mano de Dios durante casi 20 años debido a varios factores como la quiebra de la UTE de empresas que se iba a hacer cargo de la obra, como por el Covid, por crisis económicas o simplemente por cambio de planes o prioridades.
Pero esa es ya otra historia y el tren de Puerto Real podrá tardar más o menos meses pero ya tiene un viaducto, un trazado y lo que le faltan son ya trámites burocráticos. señalización y pruebas de seguridad.
En el caso de la nueva terminal de contenedores no se quería caer en el mismo fallo y tanto la APBC como la empresa Concasa, perteneciente ya a la nómina de Boluda, tenía claro que no quería una terminal sin tren y que veía la llegada del ferrocarril como una condición sine qua non para llevar a cabo una mudanza que dejara libre el suelo del Muelle Reina Sofía.
Este instante es uno de los momentos más esperados por la APBC, por el Ayuntamiento y por la propia ciudadanía porque hará posible que la integración entre el puerto y la ciudad se convierta ya en una realidad después de un porrón de años.
El ramal ferroviario quedará conectado con la red general una vez que Adif ejecute el tramo de enlace de unos 111 metros.
En el pliego técnico que ha sacado la APBC se indica que coatempla dos fases de ejecución, una primera objeto del presente proyecto, que se iniciará en un punto del límite del recinto portuario con la ciudad y contará con la longitud suficiente para albergar convoyes de unos 500 metros de longitud, con la idea de, en una fase posterior conseguir una playa de vías que haga posible que estos convoyes alcancen una longitud de 750 metros.
8 millones de euros
El valor estimado del contrato para este enlace ferroviario es de poquito más de ocho millones de euros sin contar impuestos y más de 9,5 millones si se cuentan.
El trabajo, que incluye no sólo la construcción de las vía férreas sino también la señalización pertinente tanto horizontal como vertical como luminosa, cuenta con un plazo de ejecución de 14 meses a contar a partir del 1 de enero de 2025, de manera que no será hasta mediados de 2027 cuando la nueva terminal de carga cuente definitivamente con un tren.
Cabe recordar que esta actuación conllevará la reconfiguración y redistribución del actual aparcamiento de Navantia localizado en la entrada a las instalaciones el puerto, ya que será atravesado por el trazado de la vía única proyectada para el paso del tren. Esta nueva configuración hará que todo cambie en este aparcamiento, ya que se llevará a cabo un reacondicionado de sus espacios.
No hay que olvidar que el paso del tren requerirá más de cuatro metros y medio de anchura libre por lo que el actual aparcamiento quedará partido en dos. Con todo ello el total de plazas final se quedará en 364 estacionamientos con una dimensión mínima de 5 metros de ancho y 2,5 metros de anchura. Además habrá que reorganizar también la mayor parte de los viarios interiores.
Y es más, el paso del tren por este aparcamiento requerirá también según el proyecto definido por la propia Autoridad Portuaria un paso a nivel o de protección en un punto de conflicto para evitar que un coche quiera cruzar la vía justo en el momento del paso del ferrocarril.
Ya hablaremos para 2027...
Los plazos con los que se maneja la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz alejan aún más en el calendario ese trazado ferroviario sin el que Boluda tiene claro que no se trasladará hasta la nueva terminal de contenedores, de manera que esto hará que la mudanza se posponga hasta 2027, y hasta esa misma fecha no se pueda pensar de manera plena en una integración plena entre el puerto y la ciudad.
Se podrá hacer un nuevo hotel en la Punta de San Felipe, si de aquí a entonces se ha conseguido que el Gobierno central haga que su Consejo de Ministros permita el uso habitacional u hotelero de suelo hasta ahora considerado portuario. Así que nada es fácil ni desde la valla del Muelle para adentro ni de la valla para fuera.
Los gestores políticos parece que aún no han aprendido y. a la vez que se niegan a sembrar fechas que puedan quedar grabadas en las hemerotecas de los medios de comunicación o ya de las redes sociales, siguen levantando expectativas y vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
La propia Teófila Matínez afirma siempre que el puerto de Cádiz cuando tiene agua no tiene cubo y cuando tiene cubo no tiene agua. Y para evitar eso intenta luchar contra todos los molinos de viento para que la burocracia eche a perder sus sueños, pero ella misma sabe qué es posible y que no lo es, almenos en lo concerniente a las fechas.
Sabe que si no hay túnel, no hay tren y si no hay tren no habrá mudanza de Concasa o de Boluda. Y si no hay mudanza pues no podrá llevar a cabo con plenitud la integración del puerto y la ciudad.
Y tanto ella como el resto de administraciones tienen ya unos pliegos técnicos por delante desarrollados por sus propios trabajadores que dicen que la empresa que vaya a hacer realidad la conexión ferroviaria de la nueva terminal de contenedores tiene de plazo 15 meses a contar desde el 1 de enero de 2025, lo que aleja las fechas y nos encontraremos ya con algunos detalles de esa integración, algunos pavimentos levantados, algunos pliegos de licitaciones por salir o recién salidos y poco más.
A peasr de todo, la propia Teófila Martínez y representantes de diversas administraciones ya advierten con rotundidad que en proesos similares al de Cádiz como pueden ser las integraciones de puertos y ciudades como las de Barcelona o Bilbao han tardado a razón de 30 años y, de hecho, aún no se han dado por finalizados, de manera que nada les sorprenderá.
Y es más, se han llevado a cabo algunos trabajos relacionados con la electrificación de los muelles, a la vez que la presidenta de la APBC sigue gritándole a Madrid que si Red Eléctrica Española no cumple con su parte y dota de potencia y fluido eléctrico a Cádiz no será posible que el puerto de Cádiz tenga algo más de un enchufe con el que apenas se podrá dar fluido eléctrico a uno de los gigantescos cruceros que atracan cada día en el Muelle gaditano. Como mucho dará, según fuentes solventes, para dar luz a un ferry de los de Canarias así que ya hablaremos para 2027.
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