El tren le da el verano a Cádiz: sin plazas y precios altos, con muchas averías y más de un retraso

Quienes se montaron en el Alvia el pasado martes en la estación de Cádiz a las seis de la tarde con destino a Madrid, tal vez tenían previsto cenar tranquilamente en un restaurante de la capital española, pues el tren tenía su hora de llegada sobre las diez y media de la noche. Buenas hora en plena noche de verano.

Sin embargo, lo planes se estropearon cuando el Alvia alcanzó la estación de Madrid-Atocha pasada la 1 de la madrugada. Con siete horas de eterno viaje, como los Talgo antiguos de los años ochenta. A esa hora, como mucho se podía encontrar abierto un VIPs para poder cenar.

No es este el último chasco que el tren ha dado a los usuarios entre Cádiz y Madrid y viceversa. Esta siendo este mes de julio, en plena temporada alta de verano, un periodo nefasto para el transporte ferroviario en la Bahía, que se une a los numerosos problemas que el uso de este medio de comunicación ocasiona al pasajero gaditano, y a quien nos visita, desde hace ya años.

Que el ministro de Transportes, Óscar Puente, mencionase a Cádiz en una multitudinaria rueda de prensa ofrecida tras la llegada de los nuevos Avril al norte de España (los trenes más modernos de la flota de Renfe), así como la entrada en servicio de la alta velocidad con Asturias y Galicia, nos había despistado.

Cuando Puente, junto al presidente de la compañía, reconoció la relevancia que para Renfe tenía la línea entre Cádiz y Madrid, por su elevado pasaje a pesar del maltrato de estos años, mencionando también una conversación con un amigo que le advertía de lo imposible que era encontrar una plaza libre en tren entre ambas ciudades, suponíamos que en nada el servicio iba a recuperar trenes, horarios y eficacia perdidos incluso con la pandemia y nunca recuperados.

Ya el verano empezó mal cuando, tras anunciarse el refuerzo del trayecto entre las dos ciudades (durante cerca de cinco años solo funcionaron tres viajes por sentido. Incluso en algunos años funcionó un quinto y hasta un sexto en los fines de semana de verano), llegó el Alvia extra limitado a cuatro días de la semana.

Se esperaba también que Cádiz se beneficiase con la llegada de los trenes Alvia que ya han pasado por una profunda renovación y modernización. Pero tampoco. El servicio se ha seguido prestando con trenes que aún tienen que pasar, en su mayoría, por revisión. Y de ahí las numerosas averías (de estas unidades o de otras) que se han ido acumulando, en uno u otro sentido, en estas semanas de verano.

El penúltimo ejemplo se produjo este martes. La avería de un tren a la altura de Villanueva de Córdoba, trastocó el horario del Alvia que salió de Cádiz a las 18:10 minutos de Cádiz, y que tendría que haber llegado a Atocha a las 22:40.

El mismo martes, incluso los Cercanías (que mantienen un buen cumplimiento de sus horarios) se vieron afectados por una avería en la red en la zona entre Jerez y Jerez Mercancías, acumulando retrasos de hasta 20 minutos.

Por si fuera poco, siguen faltando trenes (la constructora Talgo acumula años de retraso en la entrega de nuevas unidades Avril). La falta de unidades, e incluso las averías, podrían asumirse si se contasen con plazas más que suficientes para atender la demanda. Que además provocarían una rebaja de los precios. Ya lo advirtió el amigo de Óscar Puente, con escaso éxito. Hay que tener en cuenta que a falta de trenes es imposible poner refuerzos en los trayectos ya existentes. Estas dobles composiciones sí se han visto estos días, como buena noticia, en trenes de Media Distancia entre Cádiz-Sevilla-Córdoba y Jaén, habitualmente con mucha afluencia de pasaje.

Precios al alza

Frente a ello, la Larga Distancia sigue maltratada en la Bahía.

El pasado lunes entraron en servicio los nuevos 106 de Renfe, utilizando la línea de alta velocidad entre Madrid, Asturias y Galicia.

Respecto a Asturias, con menor número de habitantes que Cádiz y con un tirón turístico en verano sustancialmente más bajo que el nuestro, se han puesto en servicio cinco viajes diarios por sentido (en Cádiz, tres o cuatro según el día de la semana), tanto con AVE-Avril o con Avlo. Los primeros tienen capacidad para 521 pasajeros, los segundos se llegan a las 600 plazas. En Cádiz, el Alvia con una solo composición, apenas oferta 299 plazas por viaje.

Esta precariedad provocó que, como dijo el amigo del ministro, siga siendo muy complicado encontrar billete entre las dos capitales, y más si se espera a última hora. Esta misma semana ya hay trenes completos, todo lo contrario que pasa en Asturias y Galicia. Y, con más demanda y poca oferta, los precios suben. Para un trayecto en kilómetros más o menos igual los billetes con destino a Asturias oscilan entre los 39 y los 90 euros, cuando en Cádiz hay que pagar entre los 94 y los 109 euros.

Salvo la Confederación de Empresarios, alguna crítica puntual de la Diputación y la entrada en el juego del PP (hoy en la oposición), no hay más voces en la Bahía que exija una solución inmediata al problema ferroviario que se sufre desde hace años.