El Tribunal Constitucional celebra a Cádiz como "la ciudad del constitucionalismo español"

Cádiz/Una vez más, en los complejos e intrincados mecanismos que rigen el devenir de la Historia, la causalidad vuelve a imponerse a la casualidad. Y causas, desde luego, no le faltan a Cádiz para ser, una vez más, celebrada como "la ciudad del constitucionalismo español". En esta ocasión, y con estas palabras, lo hace el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, que recuerda que el Pleno jurisdiccional extraordinario que este 18 de marzo ha tenido lugar en el Oratorio San Felipe Neri es "el tercero" realizado fuera de la sede oficial del órgano en Madrid en sus 45 años de vida e, insistimos, no por casualidad, el segundo que acoge Cádiz, que ya abrazó esta cita durante el bicentenario de la Constitución de 1812.

"Dado que la Constitución es la razón de ser de nuestra institución, no había mejor lugar para celebrar este acontecimiento que Cádiz, porque la ciudad de Cádiz es la ciudad del constitucionalismo español. En la ciudad que hoy nos acoge se sentaron las bases del Estado de Derecho contemporáneo. Tal día como un 19 de marzo de 1812, las Cortes de Cádiz aprobaron precisamente aquí, en este imponente oratorio de San Felipe Neri, la primera Constitución propiamente española, la Constitución de Cádiz, conocida cariñosamente como La Pepa, y la tercera Constitución del mundo", ha destacado el máximo representante de este órgano fundamental de nuestro Estado de Derecho durante un acto institucional consumado al término de la sesión plenaria en la que se ha dado un paso más en el reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres con el reconocimiento del recurso de amparo demandados por cuatro madres trabajadoras de familias monoparentales.

Una cita, la institucional, presidida por el propio Conde-Pumpido donde el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, y el alcalde de Cádiz, Bruno García, también han querido conjurar al espíritu del Doce para hacer frente a los desafíos sociales y políticos actuales. Una Constitución, la "menos duradera y accidentada de la historia española", que, en cierta manera, ha pervivido en la actual Carta Magna que, como ha recordado el presidente del Tribunal Constitucional, este año cumplirá 47 años, una fecha "muy importante" porque está cerca de convertirse "en la Constitución más larga" de las siete que forman parte de la historia de nuestro país.

Efectivamente, razones tampoco faltaban para que el Tribunal Constitucional saliera de casa para contagiarse y acordarse de que "los principios fundamentales e indispensables hoy en día para nuestra democracia" –la soberanía nacional, la independencia judicial, la propia fundación del Tribunal Supremo, la separación de poderes o la garantía de los derechos y las libertades individuales– se instauraron por primera vez, y aunque fuera de una forma fugaz, en la Constitución de Cádiz.

Por eso entendemos "la profunda emoción" que han sentido Conde-Pumpido y diez de los doce magistrados que componen del Tribunal Constitucional, que son los que han decidido acudir a la sesión extraordinaria celebrada en la capital gaditana, con parada ayer en la vecina y también constitucional San Fernando. Junto a ellos, numerosas autoridades políticas, civiles y militares, en una no menos extraordinaria tregua del mal tiempo, han sido testigos del posterior acto institucional, entre ellas, la alcaldesa de San Fernando, la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, la presidenta de la Autoridad Portuaria, el Defensor del Pueblo, el rector de la Universidad de Cádiz, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, su fiscal jefe, el Presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz y el fiscal jefe de la provincia.

Para todos ellos, y para conjunto de la sociedad española a la que sirven, Conde-Pumpido ha conectado los legados de las Cortes de 1812 y de los debates que dieron lugar a la Constitución de 1978 para que no olvidemos que "el pluralismo y el espíritu de diálogo pueden dar lugar al consenso y a grandes acuerdos democráticos".

"Un consenso que, necesariamente, requiere de respeto hacia las instituciones, hacia los derechos fundamentales y hacia los cimientos de nuestro Estado social y democrático de derecho”, ha precisado el presidente del Tribunal Constitucional que se ha animado a precisar que nuestra Constitución actual ya "ha derrotado" a "los tres principales enemigos que pueden existir en una sociedad democrática", es decir, un golpe militar, en el año 81; el terrorismo, "que causó causó centenares de muertos durante décadas"; y "un intento de secesión del territorio español que se produjo en octubre de 2017 y que también fue vencido por la acción conjunta de la sociedad española y por la intervención de los tribunales, el Tribunal Constitucional y de una institución que algunos decían que no iba a servir para nada, el artículo 155", ha reivindicado.

En este mismo sentido se ha pronunciado el consejero de Justicia que ha referido "el papel determinante" del Tribunal Constitucional "para la preservación de la unidad de España" y su obligación de actuar "con rigor y prudencia, garantizando el respeto a los principios y valores que nos cohesionaron como sociedad". "No son tiempos fáciles para el constitucionalismo, España se encuentra en una etapa crítica de su transformación administrativa, la consolidación de nuestra estructura territorial y del reequilibrio del peso entre los poderes del Estado. Justo ahí el Tribunal Constitucional tiene un papel crucial defendiendo, como ya lo hicieron los padres de la Constitución del 78, que por fin España tenga una Constitución de todos, sin adjetivos que excluyan a una parte de los españoles", ha sumado.

En este contexto dibujado durante su intervención, José Antonio Nieto ha reiterado que "al igual que hace más de 200 años" Cádiz se convirtió "en el último bastión de la soberanía española y en el refugio de las Cortes que redactaron la primera Constitución del país", Andalucía sigue hoy "comprometida con los valores constitucionales de 1812 y 1978, a los que seguimos leales a pesar del lastre de los populismos, la polarización y el sectarismo", opina.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, aunque también ha aseverado que la actual Carta Magna "se ha tenido que enfrentar a grandes desafíos, incluso aquellos que han querido incumplirla por ansias separatistas", se ha congratulado por la "fortaleza" de nuestra Constitución que "refleja las singularidades de los distintos territorios que la conforman"

Además, Bruno García ha preferido destacar como "uno de los principales retos" a los que ahora se enfrenta el texto constitucional es el de ser "abrazado por los jóvenes". "Ahí está nuestro mejor presente y futuro", ha dirigido la mirada el primer edil de la ciudad que no duda en que el "espíritu constitucional sigue vivo en el corazón de Cádiz". "Nuestra historia constitucional es un legado que asumimos con orgullo en favor de la democracia, la libertad y la modernidad de España", ha defendido para concluir su discurso con la lectura del artículo 13 de la Constitución de 1812, ese que obliga "a todas las personas que tenemos responsabilidades públicas", se autoimpone recitando que "el objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad pública no es otro que el bienestar de los individuos que lo componen". "Que así sea", anhela cerrando un ejemplar del texto que ha regalado a CándidoConde-Pumpido que integrará esta pieza en la curiosa colección de textos que custodia el Tribunal Constitucional.

Nada es casual, todo es causal en el devenir de las grandes y de las pequeñas historias, por eso todas merecen ser recordadas. Las de hace dos siglos y las de hace 45 años.