Mil nuevas habitaciones hoteleras en un sector en plena incertidumbre
El turismo en Cádiz
La ciudad tiene en marcha o pendiente de iniciar varios proyectos de gran calado con la duda de qué pasará con las millonarias inversiones una vez concluya la pandemia
El histórico déficit de plazas hoteleras en Cádiz estaba en fase de solución. Lento, pero el proceso se había puesto en marcha tras tantos años de espera y de proyectos fallidos. Actualmente hay, entre actuaciones ya en marcha y otras en previsión, más de un millar de nuevas habitaciones, esenciales para asentar la apuesta turística de la capital.
Así estábamos hasta que llegó la pandemia. Como la mayor parte de nuestra vida, las obras que se estaban ejecutando se han paralizado en mayor o menor medida. Los calendario de los proyectos que ya estaban ejecutando cadenas como Hotusa ya no valen. Ahora todo se retrasa de forma indefinida.
Pero el problema no son las operaciones ya en marcha que puedan retrasar su finalización, el problema va ser el incierto futuro que pueden tener proyectos que o bien acaban de comenzar o que, sobre todo, están pendientes de inicio.
En el sistema económico del país, la pandemia ha afectado de forma radical al sector turístico. Por primera vez en nuestra historia han tenido que cerrar todos los hoteles. Los turistas han huido en desbandada, con lo que ello supone de descalabro económico para las empresas hotelera.
Cuando la pandemia pase a la historia, y aún se tardará, quedará por recuperar al turismo, lo que no será sencillo y sí muy costoso. Y en este proceso Cádiz, aunque desde hace dos o tres años se estaba convirtiendo en una ciudad de moda, sin duda jugará un papel secundario ante capitales más potentes para los grupos turísticos.
En esta situación se encuentran hoteles como el previsto por Barceló en el edificio del vestíbulo de Adif. Si el desarrollo del Plan Plaza de Sevilla hubiera avanzado al ritmo previsto las obras de este edificio ya estarían en marcha. Pero si antes de la crisis sanitaria y la económica que se barrunta ya estaba parado ,se supone que tardará en ejecutarse. Al fin y al cabo Barceló había previsto una inversión millonaria para poner en servicio 180 habitaciones.
En la misma situación estaba el macro hotel previsto en el antiguo edificio de la Ciudad del Mar en Puerto América. Aquí la inversión sí estaba medianamente definida, con 30 millones de euros para 250 habitaciones y un hotel de 5 estrellas, el primero de la ciudad. La Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento estaban ultimando la tramitación administrativa para el inicio de las obras.
El desalojo de Tiempo Libre ya estaba en marcha al iniciarse la alerta sanitaria. Se han visto camiones con el material de la antigua residencia, aunque se supone que todo se parará. En este caso la inversión anunciada ronda los 25 millones de euros, para un hotel con 268 habitaciones.
Zaragoza Urbana, dueña del Hotel Playa, tiene pendiente desde hace años el hotel en un extremo de la manzana de Valcárcel. No ha anunciado inversión pero sí capacidad, 120 habitaciones. Esta compañía aragonesa no tiene, sin embargo, mucha prisa en poner en marcha este hotel por lo que sin duda su calendario tendrá muy en cuenta la evolución de nuestra economía.
Hotusa ya estaba trabajando en el nuevo hotel en la antigua casa palacio de Benito Cuesta, en el Callejón del Tinte, con 40 habitaciones, y en el palacete de Veedor donde irán apartamentos. Es de suponer que todo seguirá adelante pues los trabajos en ambos edificios están muy avanzados, sin embargo habrá que ver qué pasa con el proyecto en la Casa del Almirante, inmerso todavía en trámites administrativos.
Evidentemente, la idea del Ayuntamiento de ubicar un hotel de la tribuna del estadio Ramón de Carranza será muy difícilmente realizable, como ya muchos suponían.
La duda también llega a los pisos turísticos
Antes de que el gobierno cerrase las fronteras y mandase a los turistas a casa, ya había propietarios de pisos turísticos que por su propia iniciativa y tras ser reclamados por las comunidades de vecinos donde se ubican, habían optado por dejarlos vacíos.
Cádiz había salvado el importante déficit de camas hoteleras con la existencia de más de un millar de pisos turísticos y de la apertura de lujosos apartamentos.
Como pasará con el sector hotelero, habrá que ver si el sector recuperará el esplendor que tenían o hay una evolución para la reconversión de estos pisos en viviendas de alquiler por temporadas.
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