El turismo que recibe Cádiz aún está lejos de colapsar la ciudad
Los hoteles de la ciudad han recibido a 43.000 visitantes en el primer trimestre del año, muy lejos de las cifras que se logran en otras capitales del país
El dato, a la baja respecto a 2019
Cádiz cerró en 2019 su mejor año histórico en cuanto a la recepción de turistas. Las estimaciones realizadas por este diario elevaban la cifra a un millón de visitantes. El coronavirus rompió bruscamente la tendencia al alza.
Cuando se permitió la movilidad nacional, que no internacional, Cádiz se convirtió en uno de los referentes turísticos del país,Cádiz se convirtió en uno de los referentes turísticos del país, por su buen tiempo y por la baja incidencia de la enfermedad. Entonces se alcanzaron grandes cifras de ocupación hotelera que se mantuvieron, con mayor o menor fuerza, a lo largo de 2021.
Pero los datos del primer trimestre de este año, en cuanto a ocupación hotelera y sin tener en cuenta otros tipos de alojamientos como los apartamentos y las viviendas con fines turísticos, reflejan un notable descenso en los números que nos alejan de las cifras de visitantes previas a la pandemia.
Así, en los tres primeros meses del año ocuparon plaza en los hoteles de la ciudad 43.076 personas (29.097 turistas nacionales y 13.979 extranjeros). Podrían haber sido más si no se hubiera aplazado el Carnaval, pues la fiesta callejera que sustituyó al evento oficial no sirvió para alcanzar las tradicionales cifras de visitantes.
Todo muy lejos del primer trimestre de 2019, con 57.965 usuarios hoteleros.
Aunque los hoteleros y hosteleros valoraron de forma muy positiva la presencia de visitantes en la pasada Semana Santa y todo hace suponer que el verano será también positivo, tras el final (tal vez precipitada) de las restricciones sanitarias (teniendo el cuenta el elevado número de casos Covid que se siguen detectando), lo cierto es que la estadística hotelera que aporta la ciudad de Cádiz dista mucho de suponer el colapso turístico de la ciudad. Y mucho más si la comparamos con otras ciudades con un tamaño similar al de la capital gaditana.
Así, se constata claramente que aún queda mucho hueco por llenar y que hay capacidad para atender a más visitantes, y más si se logra la desestacionalización de este sector y Cádiz se convierte en referente turístico a lo largo de los doce meses del año.
Los 43.078 clientes hoteleros del primer trimestre contrastan con los 77.000 que han visitado Burgos en el mismo periodo de tiempo, los 51.000 de Cáceres, los 88.000 de Toledo o los 77.000 de La Coruña y los más que notables 113.000 de Salamanca.
Por delante de Cádiz están, como es de suponer, las capitales andaluzas con muchos años a sus espaldas en cuanto a la promoción turística: Granada, con 312.000 usuarios; Málaga, con 245.000; Córdoba, con 168.000 y el dato intocable de Sevilla, con 530.000 visitantes. Incluso nos supera Almería, con 48.000.
En la provincia está por delante Jerez, con 50.745 clientes hoteleros.
Hay que tener en cuenta que Cádiz recibe el extra de los pasajeros de los cruceros (como Málaga), que en este trimestre fueron 32.265, aunque son turistas de un día, y casi siempre de apenas unas horas de visita a la ciudad.
El grado de ocupación también está por debajo a los datos de 2019. Cerca de 20 puntos menos en marzo y 17 en enero. Sólo febrero logró igualar porcentaje.
De esta forma, quedan muchas plazas por ocupar en esta fecha del año, lo que hubiera permitido apuntar varios miles más de visitantes. Teniendo en cuenta que lo mismo habrá pasado en las otras ciudades, junto a la necesidad de mejorar las campañas de promoción de Cádiz en el exterior, también es muy importante la puesta en servicio de hoteles de referencia que incrementen la actual oferta.
Hay que tener en cuenta que va en alza un tipo de turismo que busca altas calidades en el servicio, que reclama hoteles de cinco estrellas o, en su defecto, establecimientos pequeños en tamaño pero amplios en oferta de lujo. Un turismo que, además, gasta más dinero y reclama una oferta cultural y de ocio relevante allí donde va.
La inminente apertura del hotel en Tiempo Libre y el que se ha levantado en Sagasta (en uno de los grandes palacetes de la ciudad), la incierta operación de un hotel de cinco estrellas en la Punta de San Felipe y la esperada reactivación del alojamiento en la Casa del Almirante, deberían de atraer a una parte de este turismo, subiendo con ello las cifras de alojamiento.
Todo ello unido a que es esencial asumir que no se debe vivir únicamente de la playa como forma de atraer al visitante. Que es necesario contar con una oferta cultural importante, lo que no se logrará con museos a medio terminar, centros arqueológicos necesitados de inversiones y patrimonio cerrado.
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