Las últimas promociones no tienen fecha para ser realidad

El 18 de julio de 1992 fue un día importante para el Cerro del Moro. Aislado por la vía del tren y con dos lacras como el desempleo y la droga a sus espaldas, se abría un nuevo horizonte con un plan ambicioso del Ayuntamiento de Cádiz. Este barrio de extramuros iba a renacer con una profunda remodelación. La idea era el derribo de varios de sus edificios más degradados para construir en ellos 535 nuevas viviendas. Si los plazos se hubieran cumplido, en 2004 se habría completado todo el proceso de renovación.

Hace 23 años que la primera fase de 100 viviendas, que comprendía a edificios de las calles Alcalde Blázquez, Olvera y Grazalema, comenzaba a ponerse en pie. El proceso en sus inicios tomó celeridad y en 1994 se ponía en marcha la segunda fase de 94 viviendas entre las calles Grazalema y Olvera. La tercera fase de 112 viviendas en las calles Alcalde Blázquez y Olvera se entregó en 1999.

Esta primera parte de la rehabilitación del Cerro del Moro supuso una inversión municipal de 10.400.000 euros. Un trabajo exitoso en sus inicios que fue reconocido a nivel nacional, tal y como se puede ver en las placas que engalanan las fachadas de algunos de los edificios.

En 1999, las competencias de vivienda pasaron a la Junta de Andalucía, que se adueñó del proyecto y de las sucesivas fases. Al principio, se mantuvo el ritmo de construcción. La cuarta fase, de 59 viviendas, se terminó en enero de 2003 tras una inversión de 3,3 millones de euros. Dos años más tarde, en septiembre de 2005, se hizo lo propio con las 58 viviendas de la quinta fase, con un coste de 4,2 millones de euros. La última alegría para los vecinos del Cerro del Moro no llegó hasta octubre de 2012, cuando se comenzaron a habitar los 57 pisos de la sexta y, hasta ahora ,última fase, con un presupuesto de 4,2 millones de euros. En total, 480 casas entregadas y más de 22 millones de euros de inversión.

En la séptima y octava fase estaba prevista la construcción de unas 100 viviendas. Además, los bajos del actual Grupo San Fermín -en donde irían 30 de estas viviendas- se destinarían a equipamientos, contando además con una zona verde.

Fuentes de la Delegación Territorial de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía precisaron que estas fases se encuentran aún "pendientes de desarrollo", con la complejidad que conlleva la permuta de las viviendas al ser en su gran mayoría propietarios. A esto su suma el tema económico, ya que la política de la consejería está centrada en terminar las construcciones pendientes y gestionar su parque de viviendas.