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Un PGOU pensado para la ciudadanía

Urbanismo

El gobierno municipal inicia el proceso para la redacción de un nuevo Plan de Ordenación Urbana, el primero que llevará la marca de la coalición entre Podemos y Ganemos. El documento tendrá una clara apuesta social.

Exposición del PGOU en 2012 / D.C.

cadiz/El modelo de ciudad por el que apuesta el gobierno de Podemos-Ganar Cádiz desde su llegada al poder, en 2015, va a tener reflejo en el Plan de Ordenación Urbana, el documento base para el desarrollo de la ciudad. Hoy está en vigor el PGOU de 2012, con la firma del PP, que tiene fecha de caducidad a los ocho años, en 2020.

Lo habitual, por lo menos en las distintas corporaciones gaditanas, es que los diferentes planes elaborados desde 1979 extendiesen su periodo de vigencia más allá de una década. La coalición de izquierda, sin embargo, pretende no consumir más tiempo del legalmente previsto por el que está dando ya los primeros pasos para la redacción del nuevo documento. El calendario aprieta ya que se pretende que antes de que concluya este año se cuente con las principales líneas sobre las que se basará el renovado plan y se cuente, también, con el equipo redactor, apoyado en los técnicos municipales y en algún nombre de fuera de la casa que pueda aportar nuevas experiencias. Se pretende que a finales de 2019 se tenga iniciado todo el proceso de revisión.

El nuevo PGOU sustituirá a partir de 2020 a un documento cuyo grado de cumplimiento ha sido muy escaso, tocado de lleno por la última etapa de la crisis económica y por la llegada de un gobierno de izquierdas con una apuesta de ciudad muy diferente a la defendida por el Partido Popular. Teniendo en cuenta que las próximas elecciones municipales serán en mayo de 2019, el equipo que comanda José María González no ha querido esperar a la constitución del nuevo Ayuntamiento, en el que esperan tener la mayoría suficiente para seguir gobernando, para iniciar ya el proceso de redacción del Plan.

El documento va a sustentarse sobre cinco pilares principales, con un nexo en común, según afirma el teniente de alcalde de Urbanismo, Martín Vila: "Rechazamos la gestión especulativa de las unidades de ejecución planteadas en la etapa del Partido Popular y defendemos, por el contrario, un plan con un evidente carácter social, pensando en el bienestar de la ciudadanía". En definitiva, supondrá dar continuidad a las políticas en marcha desde 2015: apuesta por la vivienda pública, mejora de los espacios públicos, peatonalización y planificación global de los usos de los equipamientos públicos.

La revisión analizará una por una todas las unidades de ejecución hoy en vigor, para eliminar su "carácter especulativo". Destaca Martín Vila que en los últimos meses ya se ha avanzado en algunos ejemplos de lo que será norma obligada con el nuevo Plan: "Lo hemos avanzando con el cambio de gestión en la urbanización de toda la trasera del Hospital de Mujeres (para facilitar la apertura de una plaza pública y de un equipamiento social), y en el convenio con AVRA (la agencia de la vivienda de la Junta), para reforzar aún más el sentido social de la reforma integral del Cerro del Moro".

La vivienda, uno de los grandes déficit históricos de la ciudad y más si nos referimos a la vivienda pública, va a ser uno de los apartados más mimados del nuevo PGOU. Destaca el edil de Urbanismo como se va a duplicar el porcentaje de reserva de suelo para vivienda protegida, pasando del 30% al 60%, lo máximo que permite la actual legislación.

Aquí se va a tener en cuenta la existencia hoy en la ciudad de grandes suelos, públicos pero también alguno privado, que se encuentran si uso desde hace años. El caso más evidente es el terreno donde la Junta iba a levantar el Hospital Regional de Cádiz hace más de una década. "Esperamos a que la administración regional se aclare para ver los usos de estos terrenos", donde podrían ir promociones de viviendas. Otro caso son los terrenos de San Severiano donde en un primer momento iba a construirse la Ciudad de la Justicia, ya descartada. Aquí el Ayuntamiento pretende un complejo educativo de titularidad pública, desde preescolar hasta bachillerato. También se está pendiente de la Junta, propietaria del solar. En espacios privados, si las promotoras no ponen en marcha las obras antes de que entre en vigor el nuevo Plan, la reserva de suelo para pisos protegidos se duplicaría.

Otra de las claves del próximo PGOU será la regulación del fenómeno de los pisos turísticos, que ya superan en camas a las plazas hoteleras en la ciudad. Aquí ya se está adelantando los pasos a seguir con la redacción de un estudio sobre cómo afecta la proliferación de estos apartamentos a la propia habitabilidad del casco antiguo. El objetivo ya conocido es poner límite a estos pisos por distritos, fijando un mínimo para el mantenimiento de viviendas.

Ya el Plan Municipal de la Vivienda lanzó una primera alerta sobre el aumento de estos equipamientos. "No llegamos a una situación de alarma, pero queremos evitarla. Lo que buscamos es un equilibrio con el fenómeno turístico en la ciudad (cada vez más importante) y la propia vida del casco histórico", indica Martín Vila. Se espera que el documento pueda conocerse en el plazo de unos dos meses.

Una de las ideas que se maneja, y que se incluirá en el nuevo PGOU, es facilitar la transformación de fincas con algún grado de protección en apartamentos turísticos. Se asume que esta protección dificulta el uso habitacional de estos inmuebles, por lo que son ideales para hipotéticas residencia. Por el contrario, se prohibirán actuaciones similares en fincas vacías que sí pueden adaptarse a viviendas.

Una cuarta clave del Plan es la revisión del mapa del ruido en la ciudad. Aquí se juega también con la sostenibilidad urbana y la mejora de la calidad de vida de todos los vecinos. También se están dando pasos para agilizar el documento, revisando las zonas que en el actual PGOU están consideradas como saturadas y cuya situación puede haber variado, como Muñoz Arenillas, dando igualmente respuesta a las quejas por la contaminación sonora en otras vías como Beato Diego y Rafael de la Viesca.

"Con la mejora de este plan garantizamos el derecho al descanso de los vecinos, y en este mismo proceso incluimos la nueva ordenanza de las terrazas (ya redactada) e incluso la presencia de pisos turísticos. Todo ello no supone intervenir en el mercado turístico de Cádiz sino que éste de adapte a este modelo de ciudad", considera Martín Vila.

El quinto gran bloque hace referencia a la ampliación del catálogo de bienes muebles e inmuebles protegidos. Se considera que hay muchos elementos de alto valor patrimonial en la ciudad que no cuentan con la protección del Plan, con lo que ello supone poner en riesgo el legado que recibirán las próximas generaciones. Además, cada vez más el patrimonio juega un papel relevante en la potenciación de un turismo cultural que conlleva importante ingresos para la ciudad.

El objetivo de la Delegación de Urbanismo es que a finales de 2019 se haya iniciado la revisión del Plan.

Del muelle a la Zona Franca

Hay dos grandes operaciones urbanísticas en Cádiz que siguen pendientes de desarrollo desde hace años, tantos que por ellas han pasado varios planes de ordenación urbana sin lograr ver su conclusión: la integración del muelle y la ciudad y la reordenación del polígono exterior de la Zona Franca. En el primero de los casos, su diseño depende de la Autoridad Portuaria a través de su Plan Especial que se encuentra en fase de redacción. El gobierno local, que en este proyecto mantiene una buena conexión con los dirigentes del puerto, tiene como premisa "garantizar que no haya especulación urbanística" en su desarrollo y que lo que allí se ubique, pendiente como se está del traslado del muelle de contenedores, tenga usos compatibles (ocio, turismo, comercio) con los ya existentes en el casco histórico.

En cuanto a la Zona Franca, en este caso también se trabaja estrechamente con el Consorcio. El actual PGOU ya incluye un diseño con una apuesta por los espacios libre haciendo compatible un uso residencias con la instalación de industrias blancas. "Nosotros estamos por mantener el carácter industrial ligado a la generación de empleo, que es lo que necesita la ciudad. Modificar los usos como pretendió el anterior delegado de la Zona Franca, y a lo que el Ayuntamiento se negó. hubiera impedido la llegada de empresas como la de Torrot a las naves de la antigua Altadis", recuerda Martín Vila.

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