Urbanismo suspenderá las licencias turísticas en Cádiz hasta el cambio del PGOU
Turistificación
La nueva norma restringirá los proyectos de VFT, apartamentos u hoteles en el casco histórico a las fincas protegidas con el grado 0 y 1
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento va a someter a consulta pública previa la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Cádiz para la regulación de la transformación del uso residencial en hospedaje, la cual el equipo de Gobierno llevará para su aprobación en un pleno extraordinario que tendrá lugar en el mes de septiembre.
La consulta pública se hará a través del portal web del ayuntamiento en el plazo de 20 días a contar desde el día siguiente a su publicación, período en el que recabará la opinión de la ciudadanía y organizaciones más representativas y que estén potencialmente afectadas por la futura norma.
El equipo de Gobierno ya tuvo un intento previo pero la propuesta no se llevó finalmente porque no contaba con los apoyos necesarios.
En ese momento, desde la Concejalía de Urbanismo que dirige Martín Vila se empezó a pilotar un proceso de negociación con el PSOE, pero no a través del grupo municipal, sino con la Ejecutiva local del partido, en la que también está Mara Rodríguez.
Ahí se empezaron a cerrar una serie de compromisos pero Mara Rodríguez decidió que se hicieran unos encuentros en el que se incluyeran a más voces y pedía que el modelo que se debía implantar era el de Juan Espadas en Sevilla, algo que en Cádiz se consideraba que era insuficiente.
Finalmente el modelo que se va a seguir es el que se había acordado con el PSOE orgánico y, tal como ha dicho el propio Martín Vila, el grupo municipal tiene la propuesta desde hace un mes y hasta no ha puesto ningún tipo de objeción.
En las medidas que se van a poner en marcha para frenar la turistificación hay dos elementos que hay que tener en cuenta. Una de ellas es el de la suspensión de las licencias para este tipo de proyectos turísticos en el plazo de aproximadamente un año que pueda tardar en tramitarse la modificación del Plan General de Ordenación Urbana. El propio Martín Vila asegura que ahora no hay apenas proyectos en esa situación.
No obstante, para eso se planteaban dos escenarios. Aquellos que estuvieran pedidas y no hubieran pasado tres meses, se suspenderían y no tendrían derecho a la indemnización. Si el plazo es superior, entonces recibirían el dinero correspondiente a los honorarios de los técnicos que han hecho el proyecto y las tasas que hubieran tenido que abonar ante el Ayuntamiento.
Ahora mismo la suspensión de las licencias sólo afectarían a los apartahoteles y a los hoteles, porque de momento las viviendas con fines turísticos (VFT) sólo podrán estar controladas también por el Ayuntamiento una vez que se lleve a cabo la revisión del Plan General.
En lo que se refiere a las limitaciones se plantea una diferenciación clara entre el casco histórico y extramuros.
En lo que se refiere a la parte antigua de la ciudad, sólo se darán licencias para este tipo de proyectos en fincas que tengan un grado de protección 0 y 1 y sería para actuar en su totalidad en ellas. En el resto no se podrá hacer ningún proyecto turístico.
Vila considera que las fincas que tienen un alto grado de protección, “en la mayoría de los casos son casas palacios y palacetes que nunca han sido fincas de vecinos y que, por tanto, es difícil su conversión a uso residencial”. Así, se cree que en estas las intervenciones turísticas ayudan a salvaguardar el patrimonio.
En lo que se refiere a extramuros, por un lado se diferencia aquellos lugares en los que pueda haber un uso compartido, es decir, donde haya uso turístico y también residencial. En esos casos sólo podrán ir las VFT, apartahoteles u hoteles en las plantas baja, primera y segunda. Por otra parte, sí habría luz verde si se quiere hacer en un edificio al completo.
Martín Vila aclara que este tipo de limitaciones no afecta a los lugares que ya están estipulados como de uso hotelero, como ocurre en el caso del que tiene que ir por encima del vestíbulo de la estación de Adif.
Martín Vila ha insistido en que “es preciso frenar la proliferación de pisos turísticos en suelo residencial”, ya que en la ciudad “el turismo sin límites y sin control está provocando que muchos vecinos y vecinas se vean expulsados de su ciudad”, ya que los precios del alquiler y de compra de vivienda que, “lejos de bajar, fruto de la crisis como está pasando en muchas ciudades, están manteniéndose e incluso incrementándose”.
Vila ha llegado a asegurar que en promociones de pisos turísticos recientemente anunciadas, “hay vecinos con contactos de renta antigua que están denunciando que, pese a que los promotores indiquen que son fincas vacías, éstas se encuentran habitadas”.
El nuevo PGOU se queda en una mera intención
La redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana para la ciudad ha sido objeto de proyectos de campaña electoral y de varios posicionamientos firmes del equipo de gobierno desde su llegada a San Juan de Dios en 2015. Tanto, que a finales de 2018 se aseguraba que Urbanismo había iniciado el proceso de redacción del nuevo PGOU, entendiendo que el modelo urbanístico actual responde a la visión del PP, que no concuerda con el modelo que plantea Adelante Cádiz (y antes, Podemos y Ganar Cádiz). No obstante, el concejal de Urbanismo admitió ayer que la revisión del PGOU es una “intención”, limitando además a este mandato (hasta 2023) el inicio de esa revisión. Para el equipo de gobierno, acabar con la turistificación mediante la modificación que ahora proponen es un paso previo que hay que priorizar por la urgencia que considera tiene este asunto. (P–M.D.)
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